40

218 19 66
                                    

Urbosa había demostrado ser una mujer fuerte, después de su despertar dentro de la bestia divina nunca perdió el conocimiento, salió caminando orgullosa de Vah Naboris, incluso la había colocado en su puesto de asalto chocando su mira de luz roja con sus otras dos bestias hermanas.

"No es momento de debilidades" Había dicho cuando preguntó por su estado.

Y Link no quiso insistir más ante la mirada dura pero decidida de la mujer, era admirable como después de cien años aún estaba con la energía suficiente para mover a la bestia divina hacia la cima de los cañones, solo pudo sujetarse a su caderas con fuerza para evitar caer de su sitio cuando Naboris empezó a escalar entre las rocas.

Sin embargo cuando su tarea principal había terminado Link tuvo que atrapar entre un rápido parpadeo el cuerpo de la campeona que se había desplomado en un segundo sin dar señal alguna.

"Descansa Urbosa..." Le susurró desde el piso donde ambas habían caído.

Movió por reflejo uno de los mechones rojos chamuscados de la mayor de su rostro para que no le molestará mientras pequeñas esferas de luz dorada empezaban a surgir entre las dos, la magia de la princesa estaba llegando de nuevo y se dejó envolver cerrando los ojos.

Al abrir los ojos nuevamente se encontró en la base en medio de todo el desierto, el punto vigía, por donde habían iniciado el asalto contra Naboris, al final Riju se encontraba allí aún con el cabello esponjado por tomar el camino con su morsa de arena, fue un alivio que se encontraran a su lado dos guardias Gerudo para que lograrán ayudar a trasladar a la campeona.

"¡Oh mi Diosa!" Había dicho la menor mientras se tapaba con ambas manos su boca ante una exaltación de sorpresa, corrió a su lado y se dejó caer de golpe sobre la arena.
"¡Pero si es...!" Aún negada a llamarla en voz alta por miedo a que sus afirmaciones fueran equivocados pero Link negó y sonrió con calma.

"Es Urbosa, la campeona de Vah Naboris" Y con eso fue suficiente para que Riju se dejara la sorpresa de lado sosteniendo una de las manos de la que podria ser su tía bisabuela, realmente no estaba segura, aún que los ojos de preocupación como de cariño de Riju no dejaron de vista a Urbosa.

Fue toda una sorpresa para el resto de la cuidad cuando desfilaron por el medio de la calle en un regreso victorioso de calmar a la bestia, Urbosa se había despertado justo antes de entrar a la ciudadela y se había puesto nuevamente de pie, quería entrar a su hogar de nuevo pero como debería ser el regreso de su campeona, erguida y de pie, igual de orgullosa que cuando partió la última vez hacia el encuentro de su destino.

Los victores de las Gerudo no se hizó esperar mientras empezaban a formarse una gran multitud a las afueras del palacio donde toda la guardia esperaba a su campeona y a su matriarca.

"Esto también es por ti" Habia susurrado Urbosa a nivel de Riju quién se conmovió por el gesto de su pueblo mordiendo su labio en un intento de evitar que las lágrimas de sus ojos no recorrieran sus mejillas.
"Haz demostrado ser una mujer fuerte y capaz, eres lo que nuestro pueblo necesita" Riju la miró con los ojos abierto de asombro y no logró controlarze derramando lágrimas mientras abrazaba a la mayor, más tarde Link comprendió que Urbosa se refería a que ella no volvería a retomar el puesto de matriarca dejando a la menor a cargo, su tiempo había acabado y la chica estaba siendo un buen trabajo, pero aún así serviría como su consultora más adelante una vez que la amenaza de la calamidad estuviera fuera de sus tierras.

Fue cuando estuvieron al fin a solas dentro del salón de la matriarca cuando Urbosa volvió a flaquear aún que fuera solo por unos segundo, después fue vista por sanadores y llevada a una habitación privada donde nadie la interrumpirá en su descanso, dormiría casi por dos días antes de volver a levantarse una noche siendo Link atrapada con ello.

Evadiendo El Destino (Revalink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora