Un final

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"¿Seguro que puedes manejarlo?" Alzó la ceja expectante, Revali intentó ignorar el sentimiento de burla ante la desconfianza de Link, después de todos estos días en que ambos se habían adaptado juntos a su nueva rutina él mismo los había estado cuidando, estaba seguro que era ahora personal sobre calificado.

"Los he estado cuidando a los dos en estos días, dame más crédito" Pero los ojos de Link seguían sobre él y después pasaron a la pequeña cuna de su niño, solo vió al rubio solta un suspiro de derrota, estos días habían sido después de todo caóticos, ambos era guerreros, leyendas centenarias andantes pero un bebé era, bueno, era un desafío de dioses.
"Además un par de horas de sueño te harán bien"

Link asintió más satisfecho y hasta estusiasta con las horas de sueño, si Revali no había dormido no era comparado a las escasas horas de su esposa, el bebé demandaba atención de los dos, pero solo uno producía leche para su alimento lo que hizó que tuviera su favorito, esperaba tener más oportunidad de ganar ese puesto una vez que su pequeño creciera tal vez podrían juntos ensayar entonaciones o aprender un pasatiempo juntos como el tallado de madera.

Fue cuestión de segundo solo para ver a Link subir a la parte de arriba y dejarse caer de golpe sobre la mullida cama, en un parpadeo se perdió entre las sábanas dejando solo a la vista cabello rubio con el sonido de un leve ronquido, Revali esperó que el bebé no se despertara con ello, pero no sucedió ambos dormían plácidamente, ahora los contemplaba con todo el amor y cariño que podía reunir sintiéndose completo.

Pasaron casi dos horas bajo vigilancia cuando decidió salir a realizar la comida, sería alentador para Link despetar con una nutriente comida llena de energías para estos días, mientras se decidía por que platillo realizar salió unos segundo al jardín delantero para encender el fuego, no sin saludar algunos vecinos que se acercaron de buena fé a preguntar por el estado de la nueva madre.

Con el fuego prendido y la olla colocada ingresó de nuevo con el mayor cuidado posible, solo revisaría al pequeño Linky antes de volver a fuera con ingredientes en mano de una lobina en salsa vivaz, pero no estaba.

El bebé no estaba.

Abrió los ojos de golpe moviendo las sábanas que había cubierto al bebé hace unos momentos pero nada, sintió como el pánico empeza a correr por su plumas, quería gritar pero no sé daría el lujo de despertar a Link, tal vez gateó ha algún lugar de la casa, sabía que los bebé hylianos hacían eso, el mismo Link se ocultó debajo de la mesa a su padre una vez, pero lamentablemente debajo de la mesa no había nada, ni en las escaleras ni en el ático, estuvo a punto de salir de su casa mientras ideas de posibles secuestros de parte de sus enemigos como el clan Yiga cruzaban su mente cuando el suave piar de una ave inundó la casa.

"No otra vez..." Susurró cuando creyó que era la molesta ave azul que se infiltraba a su casa de vez en cuando, pero no, cuando enfocó el oído se dió cuenta que el sonido no venía de otro lugar que no fuera la cuna de Linky.

La intriga lo cubrió y con demasiada cautela se acercó a la cuna solo para ver el montículo de cobijas moverse y escuchar el piar incesante de ese lugar, fue cuando reconoció el sonido, no como el canto normal de una ave común, si no como el pequeño llamado de un novato pidiendo comida a sus padres.

Con un movimiento rápido quitó las cobijas solo para descubrir con sorpresa un pequeño novato de plumaje amarillo hecho ovillo entre sus pequeñas alas sobre el colchón de la cuna, espera...¿Novato?.

"¿¡Qué!?"

Los ojos de Revali se abrieron casi saliendo de su órbita y su pico se abrió más allá de lo que era posible rozando el piso de madera, no podía ser ¿O si?
"¿Linky...?" Llamó el arquero mientras se animaba a sostener al pequeño entre sus alas temblorosas.

Evadiendo El Destino (Revalink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora