El aire frío de Hebra era un buen calmante, paralizaba la piel de su rostro ayudando a desviar de su mente aquellos pensamientos desastrosos que amenazaban con atormentarla, solo se concentraba en el frío de la región como también en sus dedos entumecidos por escalar entre los tempanos de hielo y nieve.
Había intentado irse como se lo pidió el arquero hace unas horas, en verdad quería irse, dejarlo en paz como casi le había gritado en su cara que lo hiciera, pero, no quería dejar las cosas así de nuevo, necesitaba hablar con él, quería hacerlo entender lo que sentía y como en verdad se sentía, tal vez ella también tendría la oportunidad de entenderlo, de saber el motivo detrás de esa fachada que le ponía delante, o si en verdad no la amaba podría tener un cierre.
Aún así se retiró del nido tan pronto se había quedado sola, se teletransportó al pie de las montañas de Hebra en intentó concentrarse en la búsqueda de los santuarios que aún faltaba en la zona, la última vez que estuvo allí dejó la montaña sin explorar, pero sabía que por el sonido de su tableta que al menos había un santuario esperando en la montaña por ella, si se apuraba podría localizarlos antes que cayera la noche.
Tras unas horas ya había localizado dos, uno detrás de unas pesadas puertas, sospechas que tendría que derribar con algo, por lo pronto las bombas no servían ni las flechas explosivas y dudaba que una simple bola de nieve lograra el cometido, más tarde buscaría con que derribar las.
Mientras el otro santuario se encontraba escondido en el hueco faltante del monte de Hebra, bajo unas capas de hielo grueso, algo que con unas flechas de fuego no fuera suficiente sin embargo no tenía dinero para mal gastar, sacó de su alforja un centro de fuego robado a un wiilzard y lo dejó entre los tempanos, tardaría una hora en descongelarse pero serviría, mientras podía subir hasta la cima del monte sospechaba que tal vez un kolog o un cofre podían estar a la espera como era de esperarse en ese tipo de zonas, ya había perdido el número de amiguitos encontrados en el pico de cada monte, cerro y montaña de Hyrule, seguramente ya rondaba por los cuatrocientos treinta y cinco.
La subida fue difícil pero llegó a tiempo, aún había luz suficiente para inspeccionar el lugar, entonces lo vió, una piedra solitaria en la mera punta del monte, sonrió divertida de encontrar otro pequeño espíritu del bosque, cada vez se volvían más fáciles de encontrar, se estaba volviendo demasiada buena para el juego de las escondidas, solo debía levantar la roca y listo, pero no, cuando se acercó lo suficiente notó al pequeño ya al descubierto, tal vez alguien lo había encontrado por casualidad antes que ella pero tenía algo inusual, era el primero que miraba sentado sobre algo, siempre estaban volando o caminando, pero nunca sentados, incluso algunos volvían al bosque con el abuelo Deku a seguir haciendo travesuras a Obab.
Con demasiada curiosidad se acercó al pequeño amiguito asegurándose de sonreír para no asustarlo, realmente a veces podían ser demasiado asustadizos incluso temblaban cuando levantaba la rocas donde se escondía sobre ellos, como si realmente fuera a ser capaz de dejarla caer sobre sus cabezas, era una salvaje no un monstruo.
Cuando estuvo suficientemente cerca el pequeño brincó un poco en su sitio y los rasgos detrás de la hoja se movieron de un lado, era demasiado expresivo, Link solo alzó la mano en modo de saludo aún sin emitir sonido para evitar ponerlo nervioso.
"¿Quién eres?" Era una pregunta rara proviniendo de un kolog, siempre era llamada 'Señor heroe' por ellos, la conocían mejor que ella misma, aparentemente jugaba con ellos a las escondidas desde hace mucho tiempo, ella cree que desde que sacó la espada por primera vez, cuando solo era una niña aún si ningún recuerdo de ello ha venido a su mente.
"Un amigo" Tomó asiento a su lado viendo el paisaje delante de ellos, el sol pintaba ya las montañas de naranja y el frío gélido hacia que su aliento se dibujara en el aire en forma de vapor "¿Tú que haces aquí? Es un lugar muy solo para alguien tan pequeño como tu" Se atrevió hablar un poco más cuando su presencia fue bien recibida por el pequeño.
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Evadiendo El Destino (Revalink)
FanfictionTras la muerte repentina de su padre y sin ningún familiar que cuidase de ella, Link quedo bajo la protección total del Rey de Hyrule, siendo educada solo para servir al reino aún después de su futura lucha contra la calamidad. Pero Link está dispu...