Estaba encantado, el pequeño campo oculto tenía cientos de flores de colores vividos y tiernos, estaba asombrado.
Con cuidado se había acercado, la curiosidad guiando sin problema, y había encontrado un lugar casi celestial, era una belleza, o la misma belleza descrita.
Estaba apoyado en un árbol mirando lo escondido, no entendía totalmente como, rodeado de tantos guardianes, ellas aún recibian algo de dulce luz, pero cada una de ellas era una maravilla, y la iluminación solo las hacía resaltar más.
Tenían unos colores vividos como un otoño romántico, el blanco, el rojo, los bellos amarillos y los tiernos tonos rosas, todas ellas entre ese verde tan llamativo, estaba sin palabras.
No pudo contenerse de acercarse más, así que había pasado los árboles protectores, logrando lo con éxito y sin heridas, y había caminado junto a las bellas plantas de esos elegantes colores.
No las arranco ni se acercó de más, solo las admiro.
Eran colores bellos y vivos, los amaba como los verdes apagados de algunas plantas, el bosque simplemente era su paraíso y cada cosa allí le pasaría simplemente fascinante y linda.
Era prácticamente una parte de él el amar tanto la naturaleza, se sentía normal, correcto, y es que parecía hasta ridículo pensar que alguien pasaría de largo tal cuadro.
No se sintió el pasar del tiempo allí, sea sentado cerca para mirarlas, caminar un poco, apoyándose en los árboles protectores, o solo estar parado, se quedó allí, disfrutando de algo tan bello como lo era un campo de flores escondido y casi secreto.
Pero algo se removió en su interior, podría quedarse todo el día, o incluso más, allí ensimismado pero...no podía quedarse quieto, aún lo buscaban.
Pero se negó a que esa prisa avanzará más en su cabeza, y aún así, levanto la vista para buscar el camino de regreso.
Fue cuando estaba pasando su mirada cuando noto una parte donde los árboles no estaban para evitar el paso, una abertura.
Con cuidado se acercó, solo para notar asombrado otro camino.
Bello como antes, pero ahora sí que era un camino, la tierra guiaba con tranquilidad hacia un adelante desconocido, rodeado de tanta belleza como todo el bosque de por si.
Algo dentro de él se pregunto si esto era a propósito, si lo había hecho alguien.
Y en medio del bosque, con sus emociones en la piel, permitiéndose sentir de verdad y no solo guardarlas, pudo sentir su rostro cambiando cambiando demostrando que estaba preocupado.
Pero una mirada más hacia el sendero le reveló que todo se veía demaciado natural.
No había humano que pudiera conservar tal belleza si pusiera sus manos en algo así, no, era el mismo bosque y sus divertidos caprichos quien había hecho tal cosa.
Además, ningún mago vivía en los bosques, no que él supiera, esa era otra cosa que lo hacía raro, pero no podía olvidar que aún estaba en los bosques extensos que rodeaban el castillo.
Además de Hagrid en las orillas y el terreno de centauros lejos de allí, no había quien alterará la tierra de esa manera.
Eligiendo entonces, entro en el camino, solo volteando para mirar el campo una vez más antes de seguir adelante, siguiendo los planes del bosque.
Al final no podía olvidar que la naturaleza era un tipo de magia, y tanto la magia como los bosques gozaban de vida, no podía negarles hacer algo así, no era quien, nadie lo era.
Era lo que la naturaleza había formado, podía disfrutar eso antes de que lo encontrarán, cosa que no iba a permitir.
Siempre quiso vivir en el bosque, y lo haría todo el tiempo que pudiera.
Estaba tan distraído con la belleza de su alrededor que no noto los árboles moviéndose y los arbustos cerrando paso.
El no volvió a mirar atrás, solo siguió amando lo que él bosque le mostraba.
Sin saber que este mismo le protegía, y este mismo pensaba igual de él.
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Perdido en el bosque
Fanfiction(En pausa) El solo quería estar tranquilo ¿Por qué no podía?¿Por qué querían quitarle lo único que lo hacía feliz? ¡El nuca pidió ser el niño que vivió! Tenía los ojos nublados, su respiración estaba entrecortada por correr y el pánico que sentía y...