Harry seguía pensando en todo lo que le había dicho el hombre, que al final no era un hombre totalmente.
Según éste, él era el espíritu del bosque o el bosque en si mismo, lo gracioso es que él no sabía realmente que era, pero sabía que su forma física no era su forma real.
Era conciente en silencio de lo que pasaba en su pequeño pedazo de bosque, y podía desplazar su conciencia, incluso logrando tomar esa forma humana.
Realmente no entendía mucho, pero él hombre, si aún podía llamarlo así, parecía despreocupado por lo que era y su existencia, y él estaba sintiendose igual, por qué no sentía que eso fuera algo que debiera atormentar su cabeza.
Seguía existiendo de todos modos, y seguía con él, y eso le importaba más.
Mucho más...
Además, estaba más enfocado en las demás palabras "puedo controlar el bosque" dijo él "cómo si fuera parte de mi, pero no yo completamente" y eso lo tenía pensando.
Y por muy demente que sonara, podía creer en eso, no es como si no le faltarán pruebas; los árboles moviéndose, el árbol que había detenido su caída, los maravillosos prados, el sonido de movimiento inexplicable, las escaleras de madera natural, realmente podía creer en eso.
Pero aún había algo más, lo más importante que había dicho y lo que estaba rondando en su cabeza como buitres apunto de atacar, sin dejarlo en paz un segundo.
"No te preocupes, estás seguro aquí, soy el amo del bosque y controlo este, nadie nunca más te hará daño" eso había dicho.
Y...no sabía cómo reaccionar.
Tal vez debería pensarlo bien, o temer de alguien con tanto poder ¿tal vez huir de él? Pero...solo podía sentirse seguro, era como si el pudiera alejar todo atrás.
¿Por qué huir de todos cuando podía estar a salvó? Y sobre todo, estar en el bosque...no podía irse, simplemente no.
Literalmente había suspirado aliviado, prácticamente ahogándose entre tantas emociones alegres al escuchar esas palabras, esa promesa.
No más niño que vivió, no más presión, no más responsabilidades obligadas, no más hacer lo que la gente deseaba, no más...estar encerrado.
Él...podía ser libre.
Podría perderse por horas sin esperar que lo encontrarán, podía dormir a la hora que quisiera, quedarse días en el mismo lugar, descansar, ser feliz, solo eso.
Sin correr, sin huir, sin temer, solo ser libre, ser completamente libre...
Aún tenía rastros de las lágrimas que había derramado, esas palabras habían sido todo lo que necesitaba escuchar, había llorado de alivio.
El mundo mágico ya le había hecho mucho daño, solo era cuestión de tiempo antes de irse lejos, y ahora podía estar en el bosque para siempre, y estaría a salvó.
Casi quería llorar de nuevo, era una bendición, el mejor de los regalos; todo lo que había soñado, todo lo que había ahnelado, esas sensaciones dulces, la sensación del viento, compañía, Merlin, alguien que lo cuidara.
Simplemente no podía dar marcha atrás, no podía obligarse a si mismo por algo que ni siquiera quería hacer, todo de él, incluso su parte racional, estaban de acuerdo en quedarse, en pensar en si mismo por primera vez totalmente.
Siguió mirando el horizonte azulado, lleno de cielo extenso y celeste que parecía aún más grande por el campo de flores en el que aún seguían sentados, solo que un poco más atrás para que la sombra los guardara.
Aún había motas celestes que sobresalian entre la hierba, permitiendo que los árboles enmarcaran toda la pieza azul gigante que tenían adelante.
Estaban allí desde el amanecer, envuelto en los brazos de su salvador...oh, era un milagro ¡ya no tenía que ser el salvador de nadie más, ni siquiera el mismo! no, ya no, ahora había alguien para él, alguien que de verdad podía cuidarlo.
Se relajo, dejando que todos esos pensamientos que causaban estrés se desvanecieran en neblina y se fueran lejos de él.
Ya más tranquilo solo miro con los ojos cristalizados hacia adelante, adorando en silencio el leve calor que sentía por el cuerpo del otro a su espalda.
Si una versión más joven de él, una que aun durmiera en la alacena todas las noches, lo viera en esos momentos, también lloraría de alivio.
Ohh, pequeño él, lo habían logrado, ahora podían ser felices.
A pesar de haber dormido demasiado cerro los ojos para disfrutar el calor que lo envolvía con cariño, dormitando suavemente.
Realmente se sentía querido ahora, un cariño de verdad.
Uno que el bosque está contento de brindar.
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Perdido en el bosque
Fanfic(En pausa) El solo quería estar tranquilo ¿Por qué no podía?¿Por qué querían quitarle lo único que lo hacía feliz? ¡El nuca pidió ser el niño que vivió! Tenía los ojos nublados, su respiración estaba entrecortada por correr y el pánico que sentía y...