-Capitulo 26-

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Por alguna razón incluso el rozar del viento sonaba ruidosamente fuerte; sus silenciadas risas habían dejado de resonar en sus oidos, y parecían hacer una gran falta

A pesar de estar rodeado del follaje verde, el viento comenzaba a llegar a el, con un frío que no había sentido antes.

No había animales, todo el tiempo que había estado en el bosque no había encontrado animal alguno, de día, de noche, en el suelo o en los árboles, no había nada.

Por un segundo, pensó que podía estar tranquilo un segundo, había bajado la guardia, se había sentido cómodo, seguro, pero no.

Era imposible que el alto hombre que lo había protegido hace solo unos segundos supiera dónde estaba, habría tomado mucho más tiempo.

Eso solo significaba que lo habían encontrado, existía millones de magias, camuflaje, transformación, existía la animagia y quién sabía cuántas magias que podían localizarlo.

No estaba seguro, pero no podía simplemente saltar del árbol, y su cuerpo se entumio, congelado en completo silencio.

Mirando con los ojos temblorosos se fijó en dónde el sonido había provenido, parecía que habían pasado minutos desde el susurro que había escuchado, pero no era así, no más de unos segundos desde su tranquilidad hasta ahogarse una vez más en el angustiante pánico del que estaba sumergido.

Incluso su respiración paso a ser minimizada a menos de un susurro, el viento a su alrededor se calmo y todo pareció congelarse, como una pintura quieta a espera de algo.

Harry esperaba que no fuera una mancha salpicada de pintura oscura, monótona y normal, dañando el paisaje verde del que todos esos días había gozado.

No quería carga, obligacion, espectativas y muerte dañando los hermosos días que acababa de vivir, realmente que no.

Pero para su absoluta sorpresa, las fuertes ramas que le brindaban dulce refugio y escondite se abrieron, dejando el manto celeste a la vista, rodeado de hojas verdes como marco.

Era una escena divina a pesar del momento, pero antes de que el panico llegará, el sonido de algo moviéndose una vez más llegó hasta que a la vista llego una rama lejana, arrastrando con él al alto y atractivo hombre que sonreía altaneramente y divertido.

El hombre rio suave ante su obvia sorpresa, que sangraba en su rostro como si gritara lo sorprendido que estaba.

Pero el cambio de emociones fue suficiente para Harry, quien solo vio a el hombre acercarse antes de que una negrura definitiva llegará, inundando toda su vista.

Aún así, estaba seguro de que había sentido a árbol en el que estaba temblar muy levemente y había visto la cara de susto que el alto joven había puesto, viendolo desvanecer.

No sintió nada más luego de eso.

Perdido en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora