‐- ¿Tienes frío? Espera...
Can se despojó de su cazadora envolviendo a su chica con ella.
‐- Gracias. - Le correspondió con una tímida sonrisa. Ese gesto tan propio de él había tenido un doble efecto reparador para ella, tanto por dentro como por fuera.
Echaba de menos sentir esa calidez intrínseca de él. Era distinta a las demás, especial. Conseguía en menos de un segundo erizar el vello de todo su cuerpo.
‐- Siento mucho haberte engañado sobre mi compromiso, pero quiero que tengas muy claro que aunque ellos lo sabían, nunca fue nuestra intención humillarte ni reírnos de ti. Intentaba cubrir mis huellas sin darme cuenta de que estaba creando una bola enorme que acabaría aplastándome.
Can desvió sus ojos miel hacia el horizonte.
‐- Acepto que no fuera tu intención pero fue así cómo me sentí.
‐- Sé que es difícil pero espero que puedas perdonarme.
No obtuvo mayor respuesta que el replicar de las olas retrayéndose sobre sí mismas.‐- Dijiste que Emre te puso en contra mía a base de mentiras. ¿Cuáles?
‐- Me dijo que lo que querías era hacerte con el control de la empresa consiguiendo clientes fuertes que subieran las acciones con el fin de poder venderla después al mejor postor.Can no daba crédito. Cómo su hermano había llegado a esos extremos.
Por fin, las piezas que durante meses no le habían encajado, ocupaban su lugar.‐- Por eso intentaste boicotear el contrato con Arzu Tas.
Sanem apretó ligeramente los labios.‐- Eso fue más bien un ajuste personal. Me caía fatal.
Una tenue sonrisa se dibujó por primera vez bajo esa barba color rojiza castaña.
‐- Cuando hicimos el grabado del proyecto Albatros, ¿se lo pasaste a Emre?
Su mirada se desvío culpable hacia la arena mojada.‐- Sí. De hecho... ¿Recuerdas el mensaje que te dije que era de mi prometido? Pues en realidad era de él recordándome mi trabajo como espía.
‐- Entiendo. - Sonaba menos triste, casi ¿contento?
‐- Nunca estuve orgullosa de lo que estaba haciendo Can, por mucho que pensara que eras el rey malvado. Por eso, cuando vi que habías cambiado el boceto final, me sentí... aliviada.Can se detuvo un momento mirándola fijamente a los ojos. Quería encontrar esa Sanem de la que se enamoró: inocente, dulce, cariñosa... olvidando a aquella extraña que le miró a los ojos rota, desconsolada sentada en la noria.
Cuando encontró lo que buscaba, prosiguió el camino en silencio.Sanem le alcanzó en pocos pasos manteniéndose a la espera.
Al principio no dijo nada, únicamente admiraba el paisaje que les rodeaba pero... había una duda que la asaltaba constantemente.
‐- ¿Puedo hacerte una pregunta?
-- Adelante.
‐- ¿Cómo sabías que estaba aquí?
‐- Este sitio es especial para...- dudó un segundo de si debía decir "nosotros" - ti.- Picotazo para Sanem.- Además... No sé exactamente cómo funciona o cómo explicarlo pero siempre sé cómo encontrarte.Una cabizbaja pequeña sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de Sanem.
‐- A mí me pasa igual. Por muy lejos que estemos, cuando pienso en ti, hay algo que me guía hacia donde tú estás.
‐- Supongo que en eso consiste ser almas gemelas.
Aunque pudiera parecer una frase sacada al azar para quedar bien, siendo Can Divit y estando sumergidos en aquella situación... no era casualidad.
Sus ojos se buscaron por instinto.
‐- Puede ser. - Cruzó sus brazos a la altura de su pecho para preservar el efecto invernadero que se había creado bajo la cazadora de cuero. Deseaba conservarlo para ella el mayor tiempo posible.
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Erkencikus: Escenas Canem
FanfictionMi última obsesión se llama Erkenci kus o Pájaro Soñador si eres de España. Quiero compartir con vosotros algunas escenas de nuestra pareja protagonista favorita. Can & Sanem. Son momentos que nos hubiera gustado ver en la serie tal como siempre l...