4. Talyra

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Han pasado 2 años desde que conocí a Izuku, tengo la edad de 14 años. Izuku y yo nos volvimos muy cercanos.

Mi padre sabe la existencia de ese chico desde que me dijo que me ha notado más feliz.

Tiene razón, a veces se me es difícil ocultar lo feliz que me hace al estar con él.

Lo he conocido bastante y me he dado cuenta en la forma en como habla, en sus ojos color verde esmeralda, intensos y deslumbrantes a la hora de hablar sobre el bosque, su linda sonrisa, es muy soñador, muy optimista, y por más malo que sea algo tiene una sonrisa que ofrecer, es valiente aunque él lo niegue, algo distraído pero muy amable, siempre está para ayudarme, a veces se preocupa mucho por mi.

"¿ya comiste"
"Puedes lastimarte"
"Duerme temprano".

Es muy curioso. Tiene una libreta en donde anota todo, me cuenta sus descubrimientos plantales.

Él y mi padre se llevarían muy bien.
Si se hablan pero no mucho ya que él no está tanto en casa.

Cuando hablan parece como si hablaran en chino, no entiendo nada y cuando ellos me dicen "¿verdad que si?" Solo asiento con la cabeza.

Izuku fue el primer chico que besé. Así es, mi primer beso.

Nunca llegamos a más ni nada, pero al darnos cuenta que no encajábamos como una relación decidimos quedar como amigos.

La verdad es que a veces tengo el pensamiento de que yo al enamorarme de él lo veía como una figura paterna, siempre me dijo todo lo que quise escuchar de mi padre, fue un sentimiento horrible al descubrirlo. Fue como si alguien quitara unas vendas de mis ojos y que cuando los abrí fue algo que hubiera no deseado ver.

Es mejor saber la verdad que duele pero sana a llenarte de mentiras que luego te destruyen.

Igual comprendí que las almas gemelas no siempre tienen que ser románticas, siempre puedes encontrar a tu alma gemela en una amistad.

Somos el uno para el otro, pero como simples amigos.

—La Talyra es una planta que puede causarte un sueño profundo.—Izuku me saca de mis pensamientos al decirme la planta que acaba de descubrir.

—¿Eso es bueno o malo?

—Pues si algún día no logras dormirte o tienes insomnio puedes acudir a ellas.—respondió y me toco la nariz de una forma tierna.

—Tomaré tu consejo.

Nos encontrábamos en lo más alto de un árbol cómodo cerca de mi casa viendo el atardecer, hemos compartido muchos momentos juntos pero estos son unos de mis favoritos.

Oímos ruido en la casa y los dos volteamos a ver al mismo tiempo. Se trataba de mi padre.

—¿Ha llegado el señor Ray?—cuestiona Zuzu.

—Lo veo y no lo creo.—es raro verlo llegar temprano.

Bajamos con cuidado del árbol y nos dirigimos a la casa.

—¿Padre?—dije mientras cruzaba la sala. No se encontraba por ahí ni por la cocina.

—Eh... bueno yo tengo que regresar a casa, mi mamá ha de estar esperando a que regrese así que mañana nos vemos Juny—sé que es la peor excusa para dejarme a solas con mi padre pero no intervengo.

—Vale, ve con cuidado.

—Te veo mañana Juny—me toca nuevamente la nariz y me da una de sus mejores sonrisas para finalmente irse.

Oigo como suena la puerta dándome a entender que ya se ha ido. Subo las escaleras para buscar a mi padre.

Es raro que haya venido tan temprano y quiero saber por qué.

Dulces traiciones  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora