25. Mibas

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—Así que una Atuma ¿eh?—exclamó Sero.

Los chicos ya se encontraban frente al enorme árbol de agua.

Después de haberlo encontrado los guiamos hasta aquí para que puedieran tomar agua.

El camino fue fácil gracias a las bury que alumbraban el camino.

—¿Y cómo estás segura de que es una Atuma?—cuestiona Mina.

—Si lo tocas puedes sentir piquitos, no te lastiman pero si los sientes.

Kirishima se acercó y los tocó.

—Terminemos con esto ahora.—dijo Bakugo y con su "lanza" le hizo un hoyo.

Cuando quito la lanza no hubo señal de agua; un minuto después empezó a brotar un líquido.

Sero se acercó y junto sus manos en modo de canasta para de ahí tomar agua.

Hizo tres hoyos más y se acercaron a tomar agua de el árbol.

—¡Wuuu! No sé si soy yo porque no he tomado agua en horas o está agua tiene un sabor delicioso.—anunció Sero.

Kirishima dio una exhalación larga después de tomar agua.

—No creo que seas tú porque a mi también me sabe deliciosa.

—O tal vez sean los dos.—responde Mina con la cara empapada. Reunió más agua en sus manos y volvió a echarse en la cara.

Felino estaba tomando agua de un charquito que se hizo debajo del árbol. Movía mucho su larga cola de tigre.

Cuando todos terminamos de tomar agua Bakugo nos dio la orden de subir a otro árbol que estaba cerca de la Atuma.

Sería mejor descansar y mañana con más luz todos buscar alimento para comer y seguir con el camino a la entrada.

Bakugo se encargó de remodelarlo para tener un sitio cómodo  en donde dormir.

Su don de rey le permite hacer lo de la naturaleza. También dijo que podía hacer que su temperatura sea más cálida a la hora de dormir para que no pasemos frío.

Yo he dormido en árboles y también le creo lo de la temperatura porque una vez dormí en un árbol muy calentito.

Yo he dormido en árboles y también le creo lo de la temperatura porque una vez dormí en un árbol muy calentito

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Sentí como algo baboso al frente de mi mano, me daba cosquillas. Cuando desperté vi como Felino seguía lamiendo mi mano. Dos lengüetazos más y después se sentó y dio un maullido.

Tome igual asiento para estirarme, acomode mi pelo y miré como todos a mi alrededor seguían en su profundo sueño.

Por otro lado Felino ya estaba abajo del árbol viéndome con esos ojos fijos y pupilas cuadradas. Entre cerré los ojos para saber que es lo que estaba tramando ese miv.

Felino dio un maullido para después irse. En pocas palabras me estaba diciendo que le siguiera.

Con cuidado de no despertar a nadie baje el árbol y fui por donde antes estaba Felino.

Dulces traiciones  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora