6. El lugar

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-No lo voy a repetir-la voz del pájaro resuena-. Dámela ahora.

Tiene en el pantalón un agujero, se ve que se jalo la tela y corrió sin más a toda prisa.

-Ella no te dará nada.-dijo Zuzu, con voz hotil. Se puso frente a mi para protegerme.

-Contigo no es el asunto ¿acaso no te enseñaron que no debes meterte en cosas ajenas?

-Najuny-su voz suena muy seria-. Vete, yo lo distraigo.

-No me voy a...

-¡Ahora!-me interrumpe, enojado.

Nunca lo había visto así de enojado. Puedo decir que Izuku enojado da más miedo que ese pájaro así que mejor optó por alejarme y correr en busca de un lugar en el cual no puedan hallarme.

Pienso en un árbol grande; esconderme y que no me puedan ver por lo alto que escalaré pero después me viene a la mente que ese pájaro puede volar así que no sería buena idea.

Paro en seco al ver como Dabi se encuentra frente a mi. Atrás de él se perciben las llamas azulinas que crecen más y más conforme avanzan.

El bosque se está quemando. Árboles caen y cenizas se expanden por los cielos. Ver cómo el bosque en el que me crié está siendo destruido hace que se me encoja el corazón.

-Tienes algo que es mío.-extiende su mano en petición para que se lo de.

-No sé de qué hablas.-el árbol que está arriba de mi comienza a quemarse. Si no me muevo podría terminar aplastada.

Y entonces visualizo el hoyo, el mismo en donde Izuku se había metido, se encuentra en el mismo árbol del que estoy enfrente.

Si no puedo esconderme en la cima lo haré bajo tierra.

-No te hagas la tonta y dame la libreta.

-¿Por qué debería hacerlo?

-Porque si no lo haces voy a dejar que ese árbol te aplaste.-veía como cada vez estaba al borde del colapso, la flama ya lo había consumido como para dejarlo caer.

-Si me matas perderás la libreta igual.

-Comprobémoslo.-entonces el árbol se cae.

<<-Nunca vayas a entrar por ahí>>recuerdo las palabras de mi mejor amigo.

Lo siento Zuzu pero si no lo hago moriré.

Antes de que cayera esperé para que él pensara que el árbol me había aplastado, solo que entre al hoyo.

-¡Noooo!-fue lo último que escuché al ver como semejante tronco cerraba la entrada impidiéndome volver a salir.

-¡Noooo!-fue lo último que escuché al ver como semejante tronco cerraba la entrada impidiéndome volver a salir

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Un canto de pájaros resuena haciéndome despertar.

Abro los ojos lentamente. Estoy acostada en un suelo rocoso, cuando me levanto siento como algunas piedritas se me quedan pegadas en la piel. El lugar está muy oscuro excepto un pasillo que refleja luz, ahí se encuentra la salida.

Dulces traiciones  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora