33.Némesis

307 36 76
                                    

Concéntrate Najuny, concéntrate. No te dejes llevar por tus emociones. Piensa con la cabeza fría.

Bakugo está con ellos pero ¿dónde?

Okay... a ver, piensa... si tú fueras un príncipe que se encuentra al rey del que le van a declarar guerra a dónde lo llevarías.

Un príncipe tiene de autoridad a su rey; entonces... Endeavor, lo llevará con él, con su rey.

Perfecto.

Doy gracias por haber recorrido el castillo por los techos, así sé por dónde estoy ubicada. Nunca me arriesgaría sin tener un plan en mente.

Llegué hasta un cuarto donde hay un trono, es aquí.

Es como un cuarto de dos pisos, el de arriba(que es donde logro ver bien, ya que ando a fuera en la ventana) tiene rejas donde puedes recargarte y ver hacia abajo al trono.

Dos guardias están a los lados del trono.

—Número 46—habla uno de los guardias—. Al frente.

Las puertas que contienen un árbol pequeño en cada lado son abiertas dejando pasar a un chico peliverde, de estatura media que...

Izuku. Es Izuku.

Paciente 46: Izuku Midoriya.

—Inclínese ante su señoría el rey de zelcy, Endeavor.

Izuku se arrodilla con una pierna en el suelo y la otra arriba.

Endeavor sale sin corona de las puertas situadas en el trono y se sienta.

Unos golpes en el suelo resuenan debido al choque que un guardia hizo con su lanza.

Izuku se puso de pie antes de que Endeavor dijera:

—Supongo que vienes porque lo conseguiste, si no es así fuera de mi vista.

Izuku estaba buscando algo en su mochila color marrón hasta que de nuevo las puertas se volvieron a abrir.

Varios guardias rodearon todo el lugar y cuatro arqueros se posicionaron en el piso de arriba.

—Padre—resonó la voz de Shoto mientras iba entrando—. Hay un asunto importante que resolver ahora.

—Esto que estoy haciendo también es importante.—respondió su rey.

—No lo creo. Tráiganlo rápido.

Bakugo entro con unas cadenas en las manos, dos guardias delante y otros dos atrás.

El golpe de la lanza volvió a resonar como un eco en toda la sala.

—Inclínese ante su señoría el rey de Zelcy, Endeavor.

Bakugo seguía de pie, no se movió ni un centímetro de su lugar.

Por otro lado Izuku se veía aterrado ante tal situación, lo habían atraído ante todo el problema. Me alegra que al menos se encuentre vivo, bien. Verlo hace que un peso menos se haya quitado de mis hombros.

La lanza volvió a sonar.

—Ahora.—dijo de nuevo el soldado.

Un soldado muy estricto y, por lo que veo luce con un pelo muy peinado, color azul oscuro y lentes. Se ve que es serio con su trabajo.

—Un verdadero rey nunca se inclina.—dijo Bakugo, su voz fue firme. Con la misma firmeza que un rey tiene.

—Y tampoco debería de estar entre cadenas—respondió Endeavor— ni tampoco robando coronas o ¿a caso no tienes una como para ir detrás de una ajena?

Dulces traiciones  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora