22. Reinos

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—Najuny, Bakugo.—nombra Sero—. Hemos asado más lagartijas para ustedes.—mira a Bakugo—. No es como la comida que te habías preparado después de ser robada pero al menos no morirás de hambre.

El rubio gruñe y se sienta enfrente de la fogata. Ya no hay rastros de sangre, se la limpió y quedó como nuevo, ni siquiera aparece una marca del golpe.

Mina y Kirishima están sentados juntos riendo, tan concentrados que apuesto a que ni se han dado cuenta de nuestra llegada.

Mina tiene puesto el pañuelo de Kirishima que antes traía en su pelo, se acerca y le dice algo al oído, el pelirrojo responde con una risa y la mira a los ojos. La manera en la que la mira es tan sorprendente, es una mirada que no se le hacen a los "amigos".

Parece ser que él sintió como los veía porque desvió su mirada hacia mi.

Perfecto. Acabo de arruinar su momento por mi indiscreción.

—Miv.—nombró con ese apodo y recibí la atención de Mina.

—Yuu.—otro apodo— ¿Cómo te sientes?

—Bueno yo...—miro a Bakugo pero él no me observa, está tan concentrado comiendo o sabe que le miro pero lo ignora— Me siento mejor, gracias por preguntar.

Tomo asiento teniendo enfrente a Bakugo, lo único que nos separa es la fogata, a mi derecha está Mina y Kirishima y a mi izquierda Sero.

—¿Ah? ¿Dónde está tu lanza, Bakugo?—le pregunta Sero.

—La perdí.—mintió.

—¿La perdiste intentando encontrar a ese Miv?—dice en tono sospechoso mientras pone una mano en su barbilla— Que raro, ¿no crees?

Bakugo le lanzó una mirada y eso fue todo para que Sero alzara sus manos en forma de rendición.

—De acuerdo, de acuerdo, no es raro.

—¿Dónde estamos exactamente?—cuestiono a quien sea.

—Estamos en el bosque de Zelcy.—responde Kirishima.

—O sea que Dabi se encuentra aquí.

—Nop—interrumpe Mina—. Dabi se encuentra allí— con su dedo índice señala hacia arriba. Alzo mi mirada pero lo único que logro ver son las hojas de los árboles—. Pero no lo podrás ver ya que todos estos árboles lo cubren, sin embargo, él se encuentra en los cielos, vive en una tierra flotante, una que rompe todas las leyes de la física por si te empiezas a hacer preguntas muy... teóricas.

—¿Entonces es un reino aparte?

—Gravey. Es el reino de Dabi.

Ya veo, entonces, la cosa es así:

Zelcy: Reino de Endeavor.
Tezuma: Reino de Bakugo.
Gravey: Reino de Dabi.

—¿Cuántos reinos hay en total?

—Se supone que sólo tres—alza sus tres dedos rodados— pero ahora son 4.–aumenta uno más.

—¿4? Los que llevo son tres.

—Zelcy no debería ser un reino.—exclamó Sero comiendo de su lagartija.

—¿Cómo?

—Es la verdad, sólo lo hacen por una simple cosa: Poder.—dio una mordida a su comida.

Busqué la mirada de Mina y Kirishima para hallar una explicación. Kirishima negó pero después respondió:

—Mira, después de...—vio de reojo a Bakugo pero este no hizo caso— de la muerte del rey Masaru...Zelcy se formó.

Dulces traiciones  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora