La princesa se había encerrado en su habitación, ella estaba sentada sobre su cama, con la espalda recostada en la cabecera y almohadas, abrazaba sus rodillas y su mentón apoyado sobre ellas. Tenía la vista fija en el paisaje que se veía a través de su ventana, sus ojos acuosos y lágrimas silenciosas salían de ellos, las cuales rodaban por sus mejillas, hasta perderse en el choque de su mentón con sus rodillas.
-Claire, abre la puerta.- escuchó nuevamente el mandato de su mejor amigo tras su puerta. Ella rodó los ojos, harta de sus insistencias.
-¡Déjame en paz, Douxie!- le volvió a gritar sin ni siquiera dirigir la vista a la puerta, no se movió, pero su cuerpo se tensó al escuchar cómo él pronunciaba un hechizo a la cerradura y su puerta cedía ante el conjuro- ¡Hisirdoux Casperan!- bramó su nombre completo en cuanto lo vió entrar, allí sí movió sus ojos hacia él, mientras secaba con amargura sus lágrimas.
El de mechones azules cerró rápidamente la puerta detrás de sí y llevó su dedo índice a sus labios. Clara señal de que guardara más silencioso.
-¿Acaso quieres que todo el castillo te oiga?- regañó con calma, pero el ceño fruncido. La chica lo fulminó con la mirada- Escucha, yo también estoy molesto con él. Él supo todo este tiempo quiénes éramos realmente y se aprovechó de ello, se acercó a nosotros no por nuestra amistad, sino por un beneficio. Pero...- él fue interrumpido.
-No hay ningún "pero".- cortó la de cerquillo blanco poniéndose de pie, trató de quitar ciertas arrugas de su vestido, antes de acercarse firmemente hacia él- Él nos engañó y mintió. Punto. No hay más.- declaró irradiando ira por los ojos.
Douxie suspiró profundamente, antes de seguir hablando y la tomó por los hombros con suavidad.
-Sé que te afecta mucho por el hecho de que empezabas a sentir cosas por él y lo siento muchísimo. También me da mucha rabia eso, pero tal vez sea la única oportunidad que tengamos para detener esta absurda guerra entre nuestra gente y Arturo.- sus palabras parecieron internarse en la cabeza de Claire, pues ella relajó un poco su enojado semblante y le prestó más atención- No podemos permitir que más trolls buenos y magos de Camelot sigan en opresión por Arturo, sabemos que pronto terminarán revelándose y terminará en otra guerra iniciada por una masacre. Todo Camelot debe unirse contra los Gumm Gumm, ellos son la verdadera amenaza. Y tal vez sólo lo logremos con la ayuda de Jim, el cazatrolles.- señaló mirándola fijamente a los ojos.
La Le Fay los cerró con fuerza una vez que él terminó de hablar.
-¿Le preguntaremos a Merlín del por qué creó ese amuleto?- cuestionó arrastrando las palabras, como si aún le costara admitir que él tiene razón.
-Con lo lista que eres, me sorprende que no lo hayas descifrado ya.- respondió él con diversión, al mismo tiempo que soltaba sus hombros y se cruzaba de brazos. Ella llevó sus manos a sus caderas y alzó una ceja esperando un argumento- Para mí, Merlín sabe de la existencia de dos razas de trolls, creo que le dió ese amuleto a los buenos para protegerse de los Gumm Gumm.- dedujo y su amiga tenía que confesar que se le hacía muy sensato.
-Ok, eso tiene sentido.- admitió con una sonrisa, pero luego observó el reloj de su habitación y torció sus labios- Ya es hora de la cena. Lo seguimos hablando mañana después de clases, terminando la cena tengo una lección con mi tío.- dijo sin muchos ánimos y el chico asintió.
Debían irse antes de que los buscaran y les den otra regañada.
• • •
-¡No, no, no! ¡Y no!- renegó la maestra de teatro al presenciar tan desastrosa escena de su obra- ¿Qué rayos les pasa a ustedes? ¿Dónde está la química y la calidez que tuvieron en las audiciones?- les interrogó a ambos pelinegros.
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•TROLLS & WIZARDS•
FanfictionTrolls y Magos han sido enemigos durante siglos. ¿Pero qué pasaría si la sobrina del rey Arturo, Claire Le Fay, hija de Morgana Le Fay; y Hisirdoux "Douxie" Casperan, hijo y aprendiz del mejor mago de todos los tiempos, Merlín; conocen al Cazatroll...