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-¿Por qué tardan tanto?- cuestionó el cazatrolles en un suspiro frustrado, mientras veía entrenar a su mejor amigo con Draal.

-Ten calma, Maese Jim, ambos deben estar tomándose su tiempo, seguramente están bien.- le consoló Blinky llegando a su lado para colocar una de sus manos en el hombro del chico.

-Sí, no es como si Bular los haya podido secuestrar y ahora puedo estar torturándolos para que les revele la ubicación de Mercadotroll o tal vez obligar a Claire a abrirle un portal a Camelot... No sé... Hay muchas posibilidades.- intervino Toby al tiempo que paraba su pelea con el troll celeste y miraba hacia la roca donde estaba sentado el Lake.

Tanto Draal como Blinky fulminaron al castaño con la mirada, mientras que AAARRRGGGHHH se tapó el rostro con sus manos.

-¡Tenemos que buscarlos!- habló de nuevo el pelinegro con los ojos bien abiertos, los cuales reflejaban toda su preocupación- ¡Por la gloria de Merlín, la luz del día está bajo mi mando!- se transformó lo más rápido que pudo y salió corriendo, siendo seguido rápidamente por Blinky y AAARRRGGGHHH.

Sin embargo, cuando Domzalski se dispuso a ir tras ellos, el hijo de Kanjigar lo detuvo.

-Bien dicho, bolsa de carne.- le gruñó entre dientes, antes de ir tras sus amigos también. El humano rió nerviosamente para ser el último en seguirlos.

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-¡No! ¡Para, por favor! ¡Ya basta!- gritaba un Douxie completamente desesperado por librarse de la silla eléctrica en la que estaba encadenado, mientras veía con impotencia cómo electrocutaban a su mejor amiga al frente suyo.

-¡Sólo tú puedes hacer que su agonía pare!- bramó él príncipe Gumm Gumm harto de los gritos de la princesa y la resistencia del mago- ¡Es muy sencillo! ¡Solo dime dónde se esconde tu cazatrolles y todos los trolls junto con él!- exigió una vez más.

El hijo de Merlín observó detenidamente el sufrimiento de Claire y asintió.

-Ok, está bien.- aceptó dispuesto a ponerle un alto a su dolor, fue allí cuando la joven abrió a duras penas sus ojos cristalizados para verlo.

-¡Ni se te ocurra, Hisirdoux!- le advirtió con la voz quebrada, pero lo más firme que pudo- ¡No le dirás nada!- logró decir antes de soltar otro grito, ya que el Gumm Gumm que controlaba su silla subió un poco más el voltaje.

-Los magos siempre creyéndose fuertes y unos héroes.- murmuró Bular rodando los ojos. Luego alzó su mano derecha y su troll oscuro detuvo la electricidad en la silla de la princesa- Las bolsas de carne sí que se lucieron al crear estas chatarras, ni siquiera tuvimos que enchufarlas funcionan con algo que les llaman pilas o baterías; el pobre chico de la tienda tuvo la amabilidad de explicarnos, antes de matarlo. Al menos, no son tan inútiles. Pero para no perder el hilo, buscaré otro enfoque.- dijo y terminó con su mirada y una sonrisa cínica hacia Le Fay, quien botaba silenciosas lágrimas y jadeaba por su respiración agitada.

-¿Qué quieres decir?- preguntó el de ojos marrones con temor a que le hiciera algo más a su amiga, puesto que la miraba a ella, supuso que algo más le haría.

Pero qué equivocado que estaba.

Su preocupación cambió rápidamente a dolor cuando vió que Bular lo señaló a él y, pocos segundos después, sintió las descargas que la silla soltaba por todo su cuerpo. Intentó no gritar para no asustar a Claire, pero su resistencia solo duró unos segundos, hasta que salió su primer alarido. La chica miró con horror a su mejor amigo.

•TROLLS & WIZARDS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora