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Jim trataba con todas sus fuerzas el poder sacar los barrotes de su celda para abrirse una salida. Sin embargo, a pesar de su increíble fuerza de troll, no logró ni siquiera doblarlos un poco.

-¡Mierda!- gruñó por lo bajo, mientras dejaba caer su frente en medio de dos barrotes.

-Ya no lo intentes más, niño. No lo lograrás, están reforzados con magia.- una voz femenina le habló y el cazatrolles alzó rápidamente su cabeza para ver en dirección donde la escuchó. Su vista se topó con una troll de color verde y cabello blanco, sentada en la esquina del calabozo frente suyo- Mi nombre es Deya.- se presentó y lo quedó mirando, el ojiazul supo que ella esperaba a que él también le dijera si nombre.

-Soy Jim.- contestó con simpleza.

-Y, entonces, Jim... ¿Qué hiciste, además de vivir, para acabar en los calabozos del castillo?- cuestionó con un toque de sarcasmo en su voz.

-Vine con mis amigos a presentarme como el cazatrolles ante el rey y proponer una alianza para acabar con la guerra.- respondió con firmeza y seguridad, apretando los barrotes que aún tenía en sus manos.

No obstante, la carcajada que Deya soltó lo desconcertó.

-¿Te comiste los hongos alucinógenos del bosque o qué?- logró pronunciar entre risas, el Lake solo la seguía viendo desconcertado y esperó a que se calmara para escuchar qué más tenía que decir- Primero: Eres un idiota por creer que el rey Arturo no te iba a encerrar solo por verte. Segundo: ¿Qué significa ser el cazatrolles?- dijo secando una lágrima que se escapaba de su ojo, provocada por por su ataque de risa.

-Primero: Logré entrar al castillo, porque soy un híbrido...- al revelar lo último, pudo apreciar cómo el rostro de Deya forjaba una expresión sorprendida a incrédula- ...Y no soy de aquí, vivo en el mundo humano, pero conocí a Claire y Douxie, quienes me convencieron de que trolls buenos y magos no somos enemigos, sino que nuestro enemigo en común son los Gumm Gumm. Y segundo: cuando me presenté como el cazatrolles, me transformé en troll y fue cuando desaté la furia del rey y mandó a encerrarme para mañana asesinarme. Ser el cazatrolles significa proteger a los trolls buenos de los trolls oscuros; aunque ahora ya no siento que sólo debo proteger a los trolls, sino a cualquier ser vivo que me necesite.- explicó y la de piel verde no le quitó la vista de encima en ningún momento. Estaba más que impresionada.

-¿Puedes volverte una bolsa de carne?- pidió, mientras se ponía de pie y se acercaba a sus barrotes para ver más de cerca. James sonrió de lado y alzó sus hombros, antes de quitarse el amuleto de su armadura y volver a su forma humana- ¡Por todos los trolls! ¡Increíble!- exclamó ella fascinada.

-¿Y tú por qué estás aquí?- el pelinegro no pudo evitar tener curiosidad.

-Soy la líder de una rebelión de los magos y trolls que quedamos en Camelot.- informó dejando de sonreír y bajando su mirada al suelo- Hace unos días intentamos dar un golpe contra los guardias de Lancelot, pero nos superaron, la princesa Morgana y Merlín los ayudaron a ganar. Le ordené a mi gente que se retiren, ellos lo lograron, pero yo no.- terminó esbozando una triste sonrisa.

-Estoy seguro que a la princesa y a Merlín no les quedó de otra más que atacar las órdenes de Arturo.- comentó Jim volviendo a alzar sus hombros y ella lo miró con recelo.

-¿Cómo puedes decir eso?- bramó cruzándose de brazos- Son magos traidores que apoyan a Arturo por las riquezas que poseen.- opinó con rabia.

-Eso no es verdad.- negó él mostrándole su amuleto- El amuleto del cazatrolles fue creado por Merlín, él en persona me convirtió en el primer híbrido para proteger a mi gente y puedo confirmar también que la princesa, su hija y el hijo de Merlín están de nuestro lado.- reveló y la de cabello blanco se relajó ligeramente.

•TROLLS & WIZARDS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora