Reencarnación afortunada en: En Llamas

014 - Luces, cámaras... acción

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

- ¡Buenos días Peeta! -saluda Effie al entrar a la casa.

Esto es poco después de que Isabella se fue, después de todo, hoy era la gira de la victoria.

- Hola Effie, me da gusto verte -digo, aceptando el abrazo.

- Peeta, deberías ver las ridículamente grandes filas que hay para comprar tus cuadros y ni hablemos de el número de copias que se han vendido de tus canciones y novela -dice, simulando un desmayo-. Es una pena que decidieras no saberlo hasta llegar ahí.

- Me gustan las sorpresas -aclaro, aunque sea cierto, es algo extraño-. También llegaremos justo a tiempo para la presentación de las películas.

- Eso es cierto, si no hay contratiempos -aclara Effie de forma muy sería.

- Tienes razón -digo riéndome.

- Parece muy animada está casa -dice Portia, quitándose su abrigo-, pero si no nos apresuramos, no podrán tomar bien los diálogos y vídeos del trabajo de Peeta.

Alarmada, Effie me empuja a la sala donde están mis trabajos y poco después entra un grupo de camarógrafos que filma mi trabajo y graba mi voz por separado.

- Bueno, yo iré a ver a Katniss mientras ustedes ponen guapo a nuestro querido vencedor -exclama Effie, mientras corre por los pasillos y va a la casa de Katniss.

- Preparemos tu atuendo -dice Portia, mientras minrquipo de preparación entra-, dado que el invierno y hace mucho frío, estarás muy cubierto.

Y era cierto, después de que me laven y limpien,  me colocan una ropa abrigadora de colores oscuros, al parecer hecha de algodón, guantes de piel y un abrigo que debe llevar plumas de algún ave. Es realmente abrigadora.

- Bien ¡Todo listo! -grita Portia, mientras acomoda algunas partes arrugadas de mi vestimenta y acomoda unos mechones de mi cabello que se escaparon del peinado que hizo.

La voz de Caesar se escucha en los altavoces, como siempre, controla muy bien al público y después de algunas bromas, comienza con lo importante.

- ¡Ahora, sin más preámbulos! -dice, haciendo una pequeña pausa dramática- ¡Recibamos a Katniss Everdeen y a Peeta Mellark!

Los dos salimos de nuestras casas cuando nuestros nombres son mencionados. Aunque los sentimientos y emociones de Katniss al verme no son falsos, parecía sobre esforzarse en que parecieran mucho más intensas de lo que ya eran.

Corre y se trepa en mí, tirándome al suelo, después de reírse, me sujeta el rostro y me besa, con mucha pasión.

- Hola ¿Hay alguien en casa? -llama Caesar, con tono avergonzado y algunas risas - ¿Venimos más tarde?

- Perdona Caesar… -dice Katniss, mientras se levanta y me ayuda a hacerlo también.

- No importa querida, es su día especial después de todo -excusa el presentador y los aplausos y risas del capitolio se escuchan más fuerte está vez- Díganme ¿Cómo les ha ido?

- Bien… -respondo sin querer alterar los planes de Katniss.

- ¿Bien? -dicen Caesar confundido- ¿Solo eso? -reclama- ¿Porque tan calado de repente? Peeta, por favor ¡Danos algunos detalles!

- Es la verdad Caesar, todo está .. muy bien -digo, dando a entender que no hay más palabras para describirlo.

- Gracias a la generosidad del capitolio estamos aún más cerca que antes -dice Katniss, adulando a esas personas.

- Veintidós metros .. para ser más exactos -digo en broma, causando risas del público.

- Por supuesto que sí -dice Caesar, riendo también-. Supongo que la madre de Katniss aún los mantiene muy vigilados ¿No es así?

- No siempre Caesar -bromea Katniss, nerviosa y sonrojada, queriendo dar a entender que aún seguimos amándonos, tal vez, más que antes.

Su comentario provoca risas del capitolio y algunos silbidos, pero también algunas expresiones y sonidos de asombro de nuestros equipos y un muy evidente mal humor y mirada asesina de su madre.

- Me alegro por ustedes muchachos, los estaremos siguiendo en su recorrido por los distritos y los esperamos aquí en el capitolio para hablar más en confianza -declara Caesar, entre aplausos de su público, mientras las cámaras se apagan una a una.

- Bueno, preparen sus cosas que debemos salir en unos minutos -se apresura a decir Effie, antes de que mi querida suegra intenté averiguar a qué se refiere Katniss con su comentario.

- Creo que debemos huir, Katniss -sugiero mientras la jalo hacia un auto que espera un poco antes de la salida de la aldea de los vencedores - ¡Nos vemos!

La madre de Katniss solo nos mira de forma aterradora, pero no hace algo más. El resto nos sigue poco después hacia la estación, donde algunas personas nos esperan para despedirnos.

Ovaciones y gritos de alegría, tener vencedores es algo que incluso al doce le sube los ánimos, sobre todo por las raciones de comida que se reciben mensualmente.

Después de subir al tren, rápidamente dejamos el doce mientras el paisaje nevado se extendía hasta el horizonte.

Katniss y yo dormimos en habitaciones separadas, y cuando el tren se detiene, tiro un repetidor, haré lo mismo cada cierto tiempo. Ahora misma Katniss debe estarle contando a Haymitch sobre lonquebelnpresudente le dijo, espero le tenga confianza antes del once.

Pensando en eso me duermo hasta que Effie me despierta.

- Vamos a desayunar y luego planearemos el resto del viaje al once -dice Effie más animada que antes.

El desayuno avanza con normalidad mientras Haymitch sólo gruñe con las preguntas de Effie antes de ponerse a beber.

Poco a poco puedo ver la frustración en la cara de Katniss hasta que al final… explota, cuando informan de una falla en el tren que nos hará detenernos por unas horas y, obviamente, Effie se vuelve loca.

- ¡A nadie le importa! -grita Katniss, liberando su frustración, - ¡Es verdad! -asegura- ¡ A nadie le interesa todo esto!

Al ver el nulo apoyo, Katniss abandona el tren y poco después la sigo.

No avanzó mucho al bajar del tren, unos cien metros, así que me acerco a ella. Al no haber nieve, mis pisadas se escuchan al tocar las piedras de las vías.

- No estoy de humor, me disculparé con Effie luego -dice Katniss, sin voltear a verme.

- Seré breve -digo parándose así lado-, no te daré sermones.

- Creí que eras Haymitch -dice y cuando me siento a su lado dice algo. Tengo que confesarte algo, Peeta…

...

Continuará...

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