045 - Los juegos siguen

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La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Podía verlo por las cámaras, Cinna no estaba bien; se veía triste, molesto y decepcionado. No sé cómo Katniss lo dedujo, supongo que se volvió más atenta a todo. Esto nos sirve para sacar a los estilistas, por desgracia no hay chispa revolucionaria hasta el lanzamiento de la flecha.

- [Al parecer eso estaba planeado desde antes -revela Alexa, al parecer atenta a la emisión en el trece-, no sé si motivado por el trece o no pero aquí estaban al tanto].

- ¿Tiene algún plan de contingencia como chispa? -pregunta mientras Katniss camina fuera del alcance de las cámaras.

- [No, solo esperan que tú compenses la falta de cooperación de la chica en llamas].

- ¡Ahora demos un aplauso a la persona que ha cautivado todos nuestros sentidos! -dice Caesar cuando los aplausos para Katniss bajan un poco su intensidad -¡Alguien que con sus palabras, obras y creaciones nos ha conquistado! -agrega- ¡Demos un aplauso a Peeta Mellark!

Camino al escenario entre aplausos y gritos de alegría, aunque también escucho algunos lamentos por mi traje para la boda.

- Bueno Peeta -digo ce Caesar pasando en cada sílaba de un estado alegre a uno triste al verme-, la boda… ya no tendrá… lugar… -dice lentamente - ya no ocurrirá…

- En realidad… ya nos casamos… -dice en una mezcla de felicidad y vergüenza.

- ¿¡Ya están casados!? -dice Caesar impacto entre los jadeos del público - ¡Cuéntanos más!

- Bueno… queríamos que nuestro amor fuera eterno -comienzo a explicar en medio de un silencio total en el lugar-, así que a escondidas nos casamos… tostamos el pan y todo… una tradición del doce -aclaro al ver la incomprensión en Caesar -, la verdad fuimos felices en esos meses… -confieso entre suspiros -no me arrepiento… bueno no me arrepentiría… de… de no ser…

- De no ser… ¿Por qué? -fice Caesar algo impaciente - ¡Cuenta! ¡Cuenta!

- De no ser… de no ser por el bebé -confieso al borde de las lágrimas en una mezcla de un grito de ira y tristeza.

- [¡Y el Oscar es para… Peeta Mellark!]-grita Alexa en mi cabeza.

La reacción es inmediata

- ¡Cancelos los juegos! -grita una mujer que parece millonaria.

- ¡No seamos bárbaros! -grita un hombre de las primeras filas.

- ¡Salven a la madre! -grita una anciana junto a su familia que grita en apoyo.

Poco a poco, todo el público se pone en contra de los juegos del hambre, por supuesto, debido al factor Snow, es imposible cancelarlos o que perdone a Katniss de participar.

Caesar se esfuerza por controlar al público pero antes el aumento del descontento y las protestas, me pide que me retire.

- [Definitivamente las palabras son como magia si se dicen de forma y en el momento adecuado -dice Alexa bastante contenta -, aquí están sorprendidos y contentos por tu entrevista, sin duda es más que suficiente para levantar los ánimos de los rebeldes].

- Es un alivio… -digo mientras camino a mi asiento al lado de Katniss.

Cuando llegó, Katniss me besa y me da un abrazo, por sus aura que de estar temblorosa se vuelve tranquila, parecía estar nerviosa por lo que diría, a pesar de haber dicho por mucho tiempo que no quería hijos, aunque después no lo comento, se que considero la idea de una familia, creo que dudaba si yo la quería o al menos con ella dada su negativa. Sinceramente no quiero preguntarle, aunque mi especulación puede errar un poco, sé que está aliviada y que abrazarme la reconforta. Eso me basta.

Antes de sentarnos, el reto de tributos se ponen de pie y uno a uno, se van tomando de la mano, por un segundo, noto en sus auras su miedo ira y deseo de demostrar su inconformidad, al menos en la mayoría, una muestra de unidad momentánea, antes de la tormenta, como si quisieran mostrar la humanidad que yace en ellos o la poca que les queda.

Cuando se apagan las luces en medio del estridente y ensordecedor himno del Capitolio, nos encaminan bruscamente y por separado a los elevadores, evitando que los tributos de diferentes distritos aborden el mismo elevador.

Ni Katniss ni hablamos hasta llegar a la sala donde suspiramos y nos sentamos en el sofá

- ¿Crees que los cancelen? - pregunta Katniss poco después.

- … No… -respondo sinceramente.

- Sería tan extraño ¿No? -dice Katniss a lo que asiento, no parece decepcionarse por mi respuesta - Creo que es más probable que el doce sea el distrito más rico para mañana que cancelen su diversión.

La abrazo  y acerco un poco más hacia mi, nos quedamos en silencio hasta que Haymitch y Effie entran.

- Afuera es un desastre -asegura- Haymitch -, los agentes de la paz mandaron a todos de vuelta a sus casas -comenta evitando burlarse del maltrato que sufrieron-, pero aún con la inconformidad… los juegos seguirán.

- Tomen chicos… son regalos… para que sepan que somos un equipo -dice Effie, entregándonos a Haymitch y a mi una pulsera y un medallón -, nunca me sentí más orgullosa de representar al doce hasta que los conocí… mis vencedores.

- Gracias Effie -decimos Katniss y yo al unísono.

Compartimos unas palabras masby nos vamos a descansar un poco hasta que nos llaman para irnos al aerodeslizador que nos llevará a la arena.

Katniss y yo solo podemos despedirnos con una mirada y después de los deseos de buena suerte, el aerodeslizador despega y con mi estilista, Portia, me dejan en la sala de espera.

- El traje es ligero y no guarda calor y está cosa del cinturón no se que es-dice Portia mientras me ayuda a vestirme -, puede ser un desierto, una selva o un lugar muy húmedo y caluroso.

- Gracias por el dato -digo poniéndome mi medallón-, supongo que el agua será, como siempre, el problema a resolver primero.

- Ten cuidado… aún quiero saber el final de tus historias -bromea antes de que un vigilante anuncié que entre al tubo.

Al entrar me suben casi de inmediato y Portia se queda hasta que nos  perdemos de vista.

El aire húmedo golpea mi cara bajo el brillante sol simulado, algunas gotas de agua caen de mi cabeza al resto de mi cuerpo mientras la plataforma me eleva y al detenerse lo veo: el reloj; la cornucopia; todo.

- ¡Damas y caballeros! -grita Claudius Templesmith por un altavoz - ¡Que comiencen los septuagésimos quintos juegos del hambre y tercer vasallaje de los veinticinco!

...

Continuará...

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Reencarnación afortunada en: En LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora