Reencarnación afortunada en: En Llamas

039 - Una gran impresión

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Al bajar a la sala de preparación para el desfile, veo a lo lejos como Katniss y Finnick discuten, está vez, Katniss tiene más confianza en enfrentar a Finnick, no se avergüenza. Esto causa una actitud algo más indiferente por parte de Katniss, así que  las burlas que hace Finnick, Katniss las menosprecia y habla con naturalidad.

Esto causa que Finnick pierda un poco su ánimo al no poder burlarse de la chica en llamas. Cuando me ven, ambos saludan mientras Finnick come un terrón de azúcar, la que Katniss rechazo anteriormente.

- Peeta… tu prometida no es divertida -se queja Finnick, en un tono muy infantil, mientras señala a Katniss.

- Pero aún así es encantadora -digo, mientras abrazo a Katniss -. Soy el único que puede hacerle sacar su lado tímido.

- No lo dudo, pero en fin, nos veremos en el entrenamiento -dice Finnick, mientras se va al lado de su carruaje, junto a Mags.

Cuando llega al lado de su compañera, ella parece regañarlo por tratar de burlarse de Katniss y de mi. Aunque no le consta, supongo que ella lo conoce de sobra.

- Sea broma o no, ese tipo es un descarado sinvergüenza -se queja Katniss arreglándome un doblez de mi camisa-. Quería conocer mis secretos-, dice copiando la actitud coqueta de Finnick.

- Se quedará esperando en la fila -digo mientras le acomoda un poco su corona-, está vez. Los trajes serán divertidos…

- ¿Por qué? -pregunta Katniss, genuinamente curiosa.

- Solo espera y lo verás -digo, causando  un ceño fruncido por parte de mi compañera vencedora.

Poco después, Cinna y Portia aparecen, nos entregan el control para activar nuestros trajes, dejándonos la decisión de encenderlos en el momento que lo consideremos adecuado.

- ¡Muy bien! -dice Cinna, retirándose de la zona - Está vez quiero que no saluden, como si estuvieran por encima de todo -indica- ¿Entienden?

- Si, será sencillo -responde Katniss, aliviada de no tener que sonreír y lanzar besos nuevamente

Nos vimos.un poco antes de que la música empiece, lo que nos obliga a subir al carruaje y a los demás a alejarse del circuito.

Uno por uno, cada pareja de vencedores sale y con la mayoría, Katniss entiende mis palabras sobre los trajes: luces, humo y fuego mal implementado, acordé a la industria de cada distrito, pero se parecen más trajes bufonescos que un traje de tributo.

Los tambores apenas sonaban más fuerte que los gritos de la gente, aunque algo confundidos al principio, por ver nuestros trajes tan poco llamativos.

Katniss tenía ambos controles, mejor dicho, me quitó el mío, quería que Snow viera cuando los encendiera. Justo cuando estábamos entrando a la zona de las gradas, donde el público nos vería más de cerca, el presidente nos miró curioso y algo burlón, extrañamente, no parecía querer demostrar superioridad ante Katniss.

En ese momento, el presidente sonríe y Katniss enciende los trajes. La reacción es brutal, si el año pasado robamos la atención, está vez parecíamos ser los únicos tributos, si bien el fuego era más llamativo, nuestros trajes eran hermosos y mezclados con el maquillaje, nos daban un aspecto feroz, justo lo que querían estas personas.

Las pantallas no hacían más que emitir nuestra imagen, ocasionalmente alguna otra, pero en escasos segundos.

El discurso del presidente es desmotivante para los distritos, pero al mismo tiempo, un motivo para salir del control del Capitolio.

- ¡Felices juegos del hambre y tercer vasallaje de los veinticinco! -grita el presidente causando aplausos entre la gente - ¡Y que la suerte esté siempre de su lado!

- Qué deprimentes palabras -susurra Katniss entre dientes.

Yo solo asiento y mientras regresamos al centro de tributos, vemos cómo nos pasan nuevamente, casi de manera exclusiva.

Cuando bajamos del carruaje, Haymitch se acerca con los tributos del once.

- ¡Niños! -
Me extraña que Chaf no intente besar a Katniss, no lo permitiría, pero era un evento que recordaba.

Discretamente, nos dan a entender que el once está relativamente tranquilo. Un alivio, pero se que no durará mucho, deberé hablar con Plutarch para que saque a las personas que me importan.

Cuando nos despedimos, Johanna entra a nuestro elevador y tiene una charla de chicas con Katniss, aunque no se desnuda a pesar de las quejas sobre su diseñador y vestuario.

Al irse, se menea en exceso antes voltearse y guiñarme un ojo, solo podemos reírnos ante sus burlas.

Nuestra residencia temporal es la misma que el año pasado, remodelada y seguramente, vigilada, pero debe haber una brecha en la seguridad utilizable para alguna futura reunión, ya sea aquí o en otro lado.

Por lo pronto, quiero descansar un poco. Antes de que lo difícil de verdad… empiece.

...

Continuará...

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