048 - La niebla

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La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Ambos, Katniss y yo, salimos rápido del refugio y al ver a Finnick tranquilo, bajamos nuestra armas.

Una, dos, tres, en total de campanadas suenan, no sabemos, bueno, Finnick y Katniss, si es por los distritos o marca la medianoche.

- Descansa, Finnick, ya descanse suficiente, ve a dormir -digo cuando su discusión termina.

Finnick parece querer protestar, pero se queda callado, acepta y se va a acostar.

- ¿Quieres compañía? -dice Katniss justo cuando inician los rayos encima de un árbol enorme.

- Tranquila, estaré bien -respondo -, si pasa algo importante los despertaré de inmediato.

Katniss solo suspira, pero acepta. Me besa y se va a acostar, pateando a Finnick por alguna broma que no alcance a escuchar bien por los rayos.

Después de una hora los rayos cesan y después inicia la lluvia de sangre, dónde seguramente deben estar Johanna y los otros tres tributos. Cuando escucho el cañonazo decido despertar al resto, aunque no pase algo, es mejor estar listos.

- ¡Levántense! -grita no muy alto, haciendo que ambos en segundos se levanten y tomen sus armas- Algo está pasando, estemos atentos.

- ¿Qué pasa Peeta? -pregunta Katniss mirando para todos lados.

- Por allá está lloviendo -respondo señalando hacia la sección de lluvia-, alguien murió y hay dos opciones…

- La lluvía mata… -dice Katniss.

- O hubo una pelea -completa Finnick.

- Exacto -digo contento por no parecer demasiado listo al preocuparme sin razón aparente -, quedémonos despiertos ya sea que la lluvia se acerque o alguien venga.

Ambos aceptan y mientras la lluvia pasa preparamos las armas y comemos el resto de la comida.

- A pesar de la fruta, me siento muy deshidratada -confiesa Katniss.

En ese momento, entre el sonido de la lluvia, suena el tintineo de un paracaídas.

- ¿Para quién será? -pregunta Katniss tomando el contenedor que cayó a unos centímetros de ella.

- Cayó más cerca de ti, por mi puede ser tuyo-respondo y Finnick concuerda.
Katniss abre el regalo y saca la espira, aún al principio no saben que es.

- No es una de esas cosas para sacar sabía de los árboles -digo como si no supiera que es.

- ¡Eso es! -grita Katniss tomando un cuchillo y dirigiéndose a un árbol.

No pasa mucho tiempo antes de que el agua corra por el huevo de la espita y disfrutemos de un poco de agua.

Unos minutos más tarde, la lluvia para y no mucho después, la niebla se distingue entre los árboles.

La descripción del libro y lo que se ve en las películas se queda corto con lo que se ve frente a mi: la niebla despierta en mi interior y la lenguas de niebla que parecen estirarse tratando de acercarse más rápido lucen siniestras, aunque está aún algo retirada puedo oler el asqueroso dulzor y no parece ser buenon siquiera hacer esto, siendo un picor desagradable en mi garganta.

- ¡Esa niebla no es normal! -dice Finnick, al parecer también afectado por el olor.

- ¡Hay que irnos ahora! -dice Katniss, tomando el resto de sus armas y la espita, enredada en una pequeña liana.

Reencarnación afortunada en: En LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora