51 - Es un reloj

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La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Johanna nos cuenta cómo salvó a los tributos del tres para poder tener una alianza con nosotros, pero la terquedad de Beetee por el carrete de alambre, según ella, fue herido y salieron con suerte de ahí sin heridas graves, solo Beetee recibió una puñalada y el tributo del distrito siete una herida en el brazo.

Después vagaron por la selva, comiendo algunos frutos secos y buscando agua, la desesperación estaba en su punto álgido, la lluvia comenzó, pero en lugar de agua resultó ser sangre, espesa y caliente y en medio de la desesperación y pánico al pensar que era peligrosa, el tributo masculino del siete chocó contra el campo de fuerza.

Abatidos y cansados, decidieron volver a la playa para buscar algo de comida y arriesgarse con el agua salada, ahí nos encontramos.

Cuando termina, encontramos lo que nos pasó a nosotros: el campo de fuerza, la niebla y los monos. No mencionamos a detalle cómo murieron Finnick y Mags pero Johanna lo intuye bien, 

- Lamento lo de tu compañero Johanna -digo pensando en lo difícil que fue para ella lidiar con los dos cerebritos.

- Bueno, no era la gran cosa pero era de casa -dice tomando un poco más de agua y un puñado de frutos secos.

- Es un alivio que los encontráramos -dice Beetee, conciente al ser curado por Katniss y rehidratado -, la deshidratación nos afectó mucho… en especial a Wiress.

Wiress comienza a decir "tick… tack" nuevamente y empieza a dar vueltas, haciendo que Beetee trate de descifrar a qué se refiere y que Johanna se moleste.

- ¡Estoy harta! -dice Johanna dejando caer sus armas -Me daré un chapuzón mientras lidian con este par … a menos que quieras acompañarme Peeta -propone de forma coqueta.

- Gracias por la oferta -digo esforzándome para no seguir sus bromas y molestar a Katniss -, pero ayudaré a Katniss a tratar a Beetee.

- Cómo sea -gruñe y se va a bañar, sin alejarse mucho de nosotros.

Katniss se dedica a cuidar a Wiress y bañarla, manteniendo la distancia de Johanna para evitar roces hostiles.

Mientras tanto, yo le ayudo a Beetee. Quitarse su ropa y luego la ocupo para vendarlo, usando musgo que puede servir para hacer presión en su herida.

Wiress cada tanto grita "Tick… tack" mientras Katniss finge entenderla. Aunque sepamos que pasa, es mejor que todo surja de manera lenta.

Cuando todos estamos limpios y dispuestos a comer Wiress comienza a inquietarse nuevamente.

Se para, da vueltas y grita nuevamente el sonido del reloj.

- Si, lo sabemos -dice Katniss tratando de mantener la calma.

Antes de que Johanna se queje, los rayos caen a unos cuatro rayos a nuestra derecha, ahí, Katniss lo entiende.

- Es un reloj -murmura Katniss levantándose  de la arena- ¡Es un reloj! -grita eufórica - ¡Wiress eres una genio!

Katniss abraza a Wiress y está parece más aliviada de porfin ser entendida.

Al pensar que es una información importante, decidimos ir a la cornucopia, está a la vista, por lo tanto, no hay muchas posibilidades de que se acerquen sin hacer ruido.

- La arena es un reloj -dice Katniss al llegar al centro de la arena-, está dividida en doce secciones y cada una tiene una trampa o muros -explica-, según veo, la punta de la cornucopia marca las doce.

- Excelente -dice Beetee viendo al árbol de la sección de las doce-, parece que ya sabemos como evitar los mayores peligros.

Mientras tanto, Wiress lavaba el carrete del cable de Beetee, ajena a nuestra plática.

- Fue gracias a Wiress -digo para darle el crédito que se merece.

- Muy lista y todo -dice Johanna interrumpiendonos -, pero me gustaría que se cayara.

- Dejala -regala Katniss, molesta por su actitud-, le di el carrete para que se entretuviera, además, puede ayudarnos como una alarma si algo pasa.

- ¿Cómo los canarios de sus minas? -pregunta Beetee alegre por defender a Wiress.

- ¿Canarios? -pregunta Johanna divertida- ¿Qué hacen? -finge curiosidad- ¿Se mueren?

- De hecho, si -responde Katniss -. Bueno, primero dejan de cantar y luego pueden morir si no los sacamos de la mina.

- Es por el aire, dada la profundidad a la que se explota la mina - aclaro, tomando un cuchillo para dibujar la arena -. Bueno sigamos: está es la arena…

Continúo hablando mientras dibujo cuatro círculos que delimitan la arena: el campo de fuerza; la selva; la playa; la cornucopia. 

Luego agrego los rayos que dividen las secciones y empezamos a señalar, a partir del árbol de los rayos como las doce, cada una de las trampas y mutos que hemos visto: los rayos; la lluvia; la niebla; los monos, la ola. Johanna menciona que en un lugar se escuchaban chasquidos y aleteos como los de escarabajos, fuera de eso solo sabemos la mitad de los peligros.

También marcamos aquellas que pueden salir de la selva, como la niebla, y las que como la ola, pueden llegar al agua.

- Bueno, es solo la mitad pero nos ayudará a estar más seguros -comenta Johanna.

- ¿Fue un comentario positivo? -pregunta Katniss queriendo molestar a la otra chica.

- ¡Claro que no descerebrada! -grita Johanna en respuesta, un poco avergonzada, al menos, eso dejaba ver el tenue rubor en su rostro.

Antes de decir otra cosa, todos lo notamos, el silencio, sin contar el ruido de las olas, El tarareo de Wiress ya no se escucha.

Sin pensarlo dos veces, los tres luchadores nos giramos con nuestras armas preparadas para luchar.

Frente a nosotros, está Gloss con el cuerpo de Wiress sin vida, n agujero sangrante revela la causa de su muerte, el cuchillo en la mano de Gloss lo marca como el causante y su asquerosa sonrisa, su satisfacción por el acto.

El ruido de pisadas nos alerta, no sólo es Gloss, la manada de profesionales está aquí. 

...

Continuará...

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Reencarnación afortunada en: En LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora