El muchacho se sobresaltó, pegando un brinco en la cama mientras colgaba la llamada. Intentando poner un rostro inocente se giró hacia el mensaje de iris que brillaba con fuerza detrás de él, y quien lo había mandado no era ni más ni menos que su madre.
-"Ehm, hola mamá"- Saludó con una sonrisa inocente, mientras que la diosa fruncía el ceño.
-"¿Tienes idea de lo tarde que es, Cristel Williams?"- El pequeño se estremeció ante como su madre pronunciaba su nombre completo, de las pocas veces que su madre adoptiva lo había hecho, sabía que eso era algo malo.
-"No se ¿las doce?"- Se preguntó mientras mientras dirigía su mirada a la ventana de la habitación, la luna estaba lejos de encontrarse en el centro del cielo.
-"Criss... Son las cinco de la mañana"- Artemisa le miró con cierta severidad, Cristel se miró los pies culpable ante la reprimenda de su madre.
El silencio de hizo unos segundos, Artemisa miró a su hijo unos momentos, pudo percibir parte de la culpa que luchaba contra el sentido de haber realizado lo correcto.
-"¿Hay algo que quieras contarme?"- Cristel alzó su mirada y jugueteó con sus dedos, tras unos momentos Suspiró mientras terminaba de buscar las palabras.
-"Bueno, en realidad hay algo que me gustaría decirte"- Tras aquella leve introducción, el de ojos plateados empezó a relatar lo sucedido una vez salieron del Olimpo, hasta que destruyó la estatua de Gabe. Se sentía culpable por lo que había hecho, nunca había llegado al punto de asesinar a una persona, eso le había generado un agujero de culpa en su corazón.
-"No te martirices por ello, a veces lo correcto no es ético, ni legal, tú actuaste cómo creíste conveniente, y fue uno de los mejores resultados posibles"- La voz algo lejana Interrumpió a madre e hijo, Cristel intentó ver quién había hablado, sorprendido por las palabras de esa persona ajena. Artemisa fue la más sorprendida por las palabras de una de sus cazadoras.
-"Lamento interrumpir su conversación mi señora"- Se apresuró a decir, no se había dado cuenta de que había expresado sus pensamientos en palabras.
-"No te disculpes Yelena, y tienes razón, no te has de martirizar por lo que hiciste, solo enfócate en lo logrado ¿Quien sabe lo que esa mujer podría haber pasado si tú no lo hubieras matado?"- Cristel se sintió reconfortado por las palabras de su madre y la cazadora, tenían razón, a veces el fin justificaba los medios.
La cazadora, Yelena, asintió a las palabras de Artemisa, antes de girarse hacia el mensaje de Iris, Cristel se sorprendió al darse cuenta de quién era.
-"Mi señora ¿Podría tener unas palabras con el... Con Cristel?"- Dijo Yelena, sorprendiendo a Artemisa por su actitud, había escuchado su historia días atrás, pero era mucho más relajada con Cristel de lo que llegaría a creer en su inmortal vida.
-"Claro Yelena, si es que Criss no tiene problema"- Artemisa asintió, tenía leve recelo de la actitud de su cazadora, pero aún así daría fé de ella. Cristel asintió ante la petición de la cazadora, no tenía problema en hablar con ella, es más, le gustaría hacerlo y así poder estar en el lado no-tan-malo de las cazadoras.
-"Cristel ¿No? Nuestro primer encuentro no fue el mejor, pero supongo que te debía un agradecimiento como corresponde, así que, gracias por ayudarme en Los Ángeles"- Cristel se sorprendió cuanto menos ante las palabras de Yelena, que se mantenía estoica, aunque sus labios se habían torcido de forma casi imperceptible.
La conversación no duró mucho más hasta que Cristel fue mandado a dormir por la fuerza por Artemisa, no tardó más de un par de minutos en caer completamente dormido, haciéndose un ovillo en sus sábanas.
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Luna nueva
FanfictionEl icor, la sangre divina, que en contadas ocasiones es una fuente de vida, de nacimiento.