28# Polifemo

9 2 0
                                    

El grupo de semidioses se encontró escalando una pared de roca escarpada y muy afilada en algunas partes.

Cristel siseó de dolor al sentir su mano abrirse ante el error de agarrarse a una piedra mucho más afilada de lo que creía. Pequeñas gotas de sangre cayeron y tuvo que apartarse para no perder la visión.

-"Tenemos que darnos prisa, el kraken está a lo lejos ya"- Advirtió Eris mientras los otros tres semidioses aceleraban el ritmo, buscando alcanzar al mayor de ellos. Cristel terminó en la cabecera, ignorando las heridas que se abrían mientras prácticamente saltaba entre las rocas.

-"En serio, lo tuyo es ridículo hasta para un semidiós"- Se quejó Percy viendo a su amigo, que le dirigió una mirada rápida antes de contestar.

-"Oye, no soy académicamente inteligente y tampoco tengo tus poderes locos maneja-mares, déjame tener algo"- Se quejó con cierta diversión, llegando a los últimos compases de su ascenso.

Finalmente terminó de subir por la pared escarpada, mientras que al poco sus amigos también lo hicieron, sin tiempo a dudas se adentraron todo lo que pudieron en esa roca, que fue unas cuantas decenas de metros.

-"¡Suéltame bastardo de un ojo! ¡Cómo coja mi lanza te voy a volver un queso suizo!"- Bramó una voz conocida para los tres semidioses del campamento mestizo, cuando se asomaron vieron a Clarisse siendo sujetada por el cíclope más horrendo que hubieran visto.

Llevaba unos pantalones de cuadros y una camiseta que rezaba 'convención ovina 2001', aunque eso apenas era distinguible entre las lorzas que consumaban su cuerpo, su único ojo estaba blanco por las cataratas y su pelo caía en hebras sueltas y grasosas por su cara.

-"Ni hablar, te asaré y serás la cena de mi boda"- Declaró alegremente mientras señalaba a quien tenía en sus hombros.

-"¿Ese es Grover con un traje de novia?"- Musitó Cristel, entre confuso y divertido ante la imagen frente a sus ojos.

-"Eso parece"- Annabeth estaba claramente preocupada y concentrada en armar un plan, Cristel casi la podía ver echar humo desde sus orejas.

-"Cristel ¿Crees que podrías acertar en su ojo desde aquí?"- Preguntó la hija de Atenea, entrecerrando sus ojos, estimando la distancia que había entre su posición y el objetivo.

Antes de que Cristel pudiera responder, la hija de Ares gritó desde lo lejos.

-"¿Te vas a casar con ese sátiro?"- La voz de Clarisse era una mezcla de burla y confusión ante lo que veía, aquello hizo que todos se dieran una palmada mental ante la situación.

Cristel en silencio hizo aparecer su arco y carcaj, que reflejaban como el oro y la plata más pura, lentamente tomó una de las flechas, tirando de la cuerda mientras preparaba su posición.

Estimando el viento y la distancia apuntó algo a la derecha y bastante por encima del ciclope, dio un par de suspiros, asegurándose de que esa era la posición adecuada.

-"¿Qué sátiro? ¡Es una cíclope! ¿Acaso estás ciega?"- Recriminó Polifemo altamente ofendido mientras veía a Clarisse, que se puso roja de la rabia.

-"¡Ciego estás tú, ese de ahí es un sátiro, patas peludas y cuernos! ¡Dioses míos!"- Se quejó, eso hizo que el cíclope se girara hacia Grover, con la intención de comprobar si las palabras de Clarisse eran ciertas. En ese momento la flecha aterrizó, pero no donde Cristel esperaba, golpeando la esclerótica, causando al cíclope aullar de dolor, lanzando al sátiro, que aterrizó trabajosamente al suelo, mientras que Clarisse quedaba clavada al suelo.

-"Bajemos, nos dará tiempo"- Eris murmuró, lanzándose directamente entre roca y roca, cómo si fuera una cabra o un sátiro.

Cristel fue el siguiente, imitando los movimientos del otro semidiós, aunque de forma más torpe.

Luna nueva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora