Luna nueva

42# ᛗᛖᚾᛊᚨᛃᛖ᛫ᚠᛁᚾᚨᛚ

El joven semidiós se rió suavemente, aún jugando con la pluma entre sus manos.

—"¿Y eso?"— Cuestionó la cazadora, fijándose ahora también en la pluma que había en el pelo del joven.

—"Los cuervos los han empezado a soltar"— Murmuró mientras observaba la nueva pluma, que ahora reposaba en sus manos.

—"¿Tienes alguna idea de si tiene un significado?"— Zoë se inclinó suavemente, intentando ver una distinción entre aquella pluma y una común.

—"Posiblemente, siento un poco de magia en su interior, aunque puede deberse tanto a estar realmente encantada como a venir de Hugin"— Razonó Cristel, antes de darle la vuelta a la pluma —"Aunque creo que puedo ir por la primera opción"—

La mirada confusa de Zoë, hizo a Cristel dar un ligero suspiro, pensando en cómo explicar su razonamiento.

—"Si esto está encantado, es muy probable que haya sido por el propio Odín, y si eso es así, posiblemente es la magia en esta pluma lo que evitó que muriera antes"— Explicó, antes de tenderle la pluma a la cazadora —"Se que suena supersticioso, pero la magia nórdica usualmente funciona así"—

La de ojos volcánicos tomó aquel objeto, observándolo con cierta curiosidad, antes de ponerlo en su pelo, realmente nadie sabía si era cierto, pero prefería apostar a que si.

—"¿De que hablaste con Afrodita en la limusina?"— Cuestionó la cazadora tras unos segundos de silencio.

Cristel hizo una ligera mueca, antes de negar con la cabeza —"Esencialmente de nada, solo intentó confundirme"— Mintió, pero realmente no podía decir la verdad, culpa de la maldición.

Antes de que pudiera contestar nada, el coche se detuvo, viendo efectivamente el cañón que descendía frente a ellos.

No tardaron mucho en estar todos juntos, mirando el profundo hoyo.

—"Podríamos bajar por ese camino, aunque es un poco estrecho"— Comentó el hijo de Artemisa, probando el terreno bajo sus pies. Hizo una mueca al ver como una pequeña cantidad de tierra se desprendía.

—"Oh no, ni hablar"— Negó profusamente Thalía, viendo a un Cristel alzando sus manos.

—"Estoy de acuerdo, el terreno es inestable"— Confirmó Yelena, tan solo un vistazo le había dado la suficiente información necesaria.

—"Si no estoy mal, a unos quinientos metros hay una bajada más controlada y un puesto de canoas"— Musitó Cristel, concentrado en lo que vio por el cuervo.

Efectivamente estaba en lo correcto, tras medio kilómetro caminando llegaron a una bajada mucho más segura.

—"Con dos canoas podemos funcionar"— Murmuró el hijo de Poseidón mientras entre él y Cristel tomaban las canoas.

—"No creo que hagan falta remos, puedo manejar las embarcaciones con la mente"— Percy comunicó a Thalía, que simplemente tiró los remos nuevamente.

En algún otro lugar, Eris estaba andando de un lado a otro, notablemente aburrido.

—"¿No puedes mantener sus emociones bajo control?"— Preguntó hacia su novio, que negó con la cabeza, alejándose de donde se encontraba la diosa de la caza.

—"No, son demasiado intensas como para atenuarlas siquiera, si lo intento podría acabar incinerado"— Explicó Adam mientras tomaba su espada del suelo.

Ambos semidioses se miraron con cierta complicidad, sabían que estaban arriesgando demasiado en sus movimientos de ficha. Pero todo fuera por el mal menor.