-"¿¡Se puede saber que te toma tanto tiempo medio metro!?"- Bramó Clarisse, capitana de la cabaña de Ares, y que en este momento estaba conteniendo junto con demás campistas a un grupo de perros del infierno.
-"¡No es tan fácil hacer remitir el veneno Genocida de mierda!"- Replicó Cristel mientras intentaba encontrar el punto donde había sido envenenado el árbol de Thalia. Gracias a que aparentemente Apolo le había bendito el día que le reconocieron, tenía la facilidad de notar la fuente de venenos y había obtenido facilidad para trabajar de primeros auxilios, nada exagerado pero funcionaría.
Tras un buen rato buscando, finalmente lo encontró, el punto donde el veneno había sido inyectado, tuvo que escalar un par de ramas para encontrarlo, tenía el tamaño de un puñal y rezumaba líquido verdoso.
-«No podré eliminar todo el veneno, pero quizás reducir el avance hasta la mitad inferior del árbol, habrá que apostar sátiros y algunos hijos de Apolo para mantenerlo, pero habrá de bastar» - Reflexionó mientras sacaba la runa que sabía necesitar, Naudiz, esa runa representaba a la norna del futuro, y al utilizarse como fuente de magia podía curar, o en su defecto, remendar parcialmente heridas y envenenamientos.
No necesitó recitar nada, sintió ese familiar tirón en su cuerpo, seguido de un mareo, logró luchar por su conciencia, vomitando sobre los perros infernales, una vez vacío el contenido del estómago cayó al suelo de cabeza en un estado de semi-inconsciencia.
Afortunadamente, un hijo de Hermes le detuvo de caer al suelo, el rostro de Cristel se contrajo de dolor, mientras que sobre sus cabezas el árbol parecía recuperar su color lentamente. Una vez le dejaron en el suelo, se arrodilló y empezó a respirar pesadamente, algunas gotas de sangre se resbalaron de su nariz hacia el suelo.
-"Nota mental, no utilizar esto a menos que alguien se vaya a morir ¿Y alguien me puede dar un pañuelo?"- Dijo el joven semidiós, al tiempo que veía a los perros del infierno salir corriendo con restos de carne de barbacoa y bilis en el pelo.
-"¿Entonces ha funcionado?"- Inquirió Clarisse mientras Cristel se limpiaba la nariz y la boca de la sangre y el vómito respectivamente.
-"Parcialmente, no creo que haya algún monstruo pensando en venir al campamento, pero si no tenemos el árbol bajo estrecha vigilancia todo el día no creo posible que dure mucho tiempo la seguridad"- Explicó el hijo de Artemisa, sintiendo los inevitables efectos de la runa, al menos ya no parecía que se hubiera tomado muchos estupefacientes, solo unos cuantos.
-"Deberíamos irnos ya y decirle a Quirón y al Sr.D"- Sugirió el mismo hijo de Hermes que salvó de un posible cuello roto a Cristel.
Y así, solo quedó Cristel y Clarisse, el recién nombrado encargado de recuperar al pino cuando hiciera falta y la autoproclamada capitana de las defensas del campamento.
Ambos caminaron en un incómodo silencio, a Cristel todavía le dolía la garganta por la bilis residual, mientras que la hija de Ares no tenía la mejor opinión sobre el semidiós después de lo sucedido con su padre.
Cristel tragó saliva y se masajeó el cuello mientras se dirigía hacia la casa grande. Necesitaba explicar la situación, pese a que Quirón estaba caminando en la cuerda floja.
-"¿Te has enterado de si al final van a sustituir a Quirón?"- Preguntó el más bajo de los dos, Clarisse alzó una ceja ante su intento de conversar, dudando si golpearle o contestarle.
-"Al parecer en el Olimpo se encuentran con una postura bastante unánime, no se fían de Quirón, al menos eso me ha dicho él"- Respondió con cierta sequedad mientras llegaban finalmente a la casa grande.
Encontraron, cómo ya era costumbre, a Quirón y al Sr.D jugando a un juego de cartas que Cristel nunca se molestó en entender.
-"Quirón, Sr.D, hemos tratado temporalmente el árbol de Thalia, aún así dudo que llegue al verano si no sigue recibiendo tratamiento constante, y aún así lo veo difícil... Por mucho que pueda utilizar las runas no creo que lleguemos al próximo otoño a este ritmo"- Informó el joven a centauro y divinidad, Dionisio le miró con indiferencia, mientras que Quirón le miraba agradecido.
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Luna nueva
FanfictionEl icor, la sangre divina, que en contadas ocasiones es una fuente de vida, de nacimiento.