34# Sorpresas

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Cristel emitió un suspiro de alivio mientras se terminaba de cambiar, pasó sus manos por su aún húmedo pelo, desenredando los nudos antes de hacerse una coleta alta, que caía con suaves ondulaciones por su espalda.

-«Bueno, ni tan mal»- Pensó viendo lo que se había puesto, si no fuera por su melena rojiza la gente seguramente le perdería de vista, iba enteramente vestido de blanco, botas de montaña blancas, pantalón largo blanco y una camiseta con una chaqueta blanca de un tejido que no dejaba pasar ni el frío ni el calor.

Aquel primer día fue... Peculiar, Cristel se dedicó a recibir un golpe tras otro, mientras que los hermanos Stoll habían empezado a cobrar por golpe, un dracma en el brazo, tres en la mandíbula.

Finalmente, y tras tener que haberse tomado un poco de ambrosía para volver a sentir su brazo, se unió a las actividades nuevamente.

Su arco apareció en su mano, brillaba con reflejos dorados, la flecha se sostenía con suavidad en sus dedos, casi parecía que se estuviera amoldando a ellos.

Tiró suavemente de la flecha, viendo cómo el arco se tensaba, por un momento se dejó sentir, los árboles que le rodeaban, el suave viento que soplaba, la canción de la naturaleza cantada por los animales que había en el bosque.

Sintió sus músculos regocijarse en cuanto la flecha voló, dando su silbido mortal, atravesando el aire limpiamente, hasta llegar a su objetivo, la diana estaba a unos cien metros de distancia, y la flecha la impactó sin problema alguno.

Tras una hora aproximadamente, la lección de tiro con arco se terminó, y empezó la siguiente, que consistía en entrenamiento en el uso de espadas.

Cristel entró en el coliseo tranquilamente, coincidía con algunos hijos de Ares, Hermes y Percy, mientras que el joven espadachín explicaba, Cristel balanceaba suavemente su arma para distraerse.

-"Cristel ¿Vienes conmigo?"- Pidió el hijo de Poseidón, y Cristel asintió, aún les quedaba esa actividad antes de la fogata y la cena.

El hijo de Artemisa se puso en guardia, su espada celta brillaba de forma hipnotizante, y su simbología parecía cambiar a cada momento, haciéndola confusa de mirar algunos segundos.

Percy tomó su arma con dos manos, contracorriente brillaba agresivamente, mientras ambos se median frente al otro.

Mientras tanto, Nico botaba emocionado, pese a haber sido desarmado por tercera vez.

De un momento a otro, algo de polvo se levantó, Cristel estaba a la distancia perfecta de Percy para lanzar un tajo vertical, y eso hizo, ambas armas colisionaron y el hijo de Poseidón pudo desviar el arma de su compañero de entrenamiento.

Cristel retrocedió un paso, evitando un tajo lateral con contracorriente, lanzando una estocada en cuanto se sintió seguro.

El chico de ojos verdes prácticamente tuvo que lanzarse a un lado para evitar ser empalado, aún así recibiendo un corte poco profundo en el lateral

Percy se levantó en apenas un instante, atacando con un arco descendiente, que a todas luces habría sido letal. Aún así, Cristel lo evitó, moviéndose hacia un lado mientras su arma cambiaba.

El hijo de Poseidón fue capaz de evitar el siguiente ataque por márgenes mínimos, recibiendo un corte en su brazo derecho, y luego desvió la segunda daga de Cristel.

El chico de pelo oscuro sonrió, pensando que lo tendría en bandeja, cual fue su sorpresa al ser golpeado en la nariz con el mango de una de las dagas, haciéndole retroceder un par de pasos, tropezando con un pie y cayendo al suelo.

Percy se intentó levantar, sintiendo el frío tacto del material del arma de Cristel pinchar su cuello, dejando al pobre tan quieto como una estatua.

-"Creo que he ganado"- Comentó Cristel mientras le tendía la mano a Percy, el muchacho bufó algo frustrado mientras se ponía en pie.

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