Damiano David es el cantante más conocido de Italia.
Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor.
Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...
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— Hazme el amor, Ethan — le repito al oído.
Me sale una voz sensual de manera totalmente natural. Sus labios buscan los míos y nos unimos en un dulce y pasional beso. Siento la entrepierna dura de Ethan rozando la mía. Aquí ya empieza a sobrar ropa. Rastrillo mis uñas por la ancha espalda de Ethan, quien sigue un rastro de besos por mi cuello.
— ¿Tienes un condón, verdad? — le pregunto yo.
— Amalia, tienes una concepción de hacer el amor bastante equivocada — separa su boca de mi cuello, que se queda frío y me mira a los ojos. Su mirada se ha oscurecido — Hacer el amor lleva consigo las caricias, los besos, el deseo por hacer disfrutar al otro, la intimidad...no es solo la penetración.
Mientras estaba hablando yo ya le estaba desabotonando la camisa. La verdad que escucharlo decir todo eso me ha excitado un poco más. Espero estar bien mojada para que él no tenga ningún tipo de problema para entrar dentro de mí.
Ethan me pide hasta permiso para quitarme el vestido. ¿Cómo puede ser así de bueno?
Pero el asunto del vestido nos empieza a destrozar la situación. Mi vestido tiene la cremallera por delante, y a Ethan se le enreda el pelo.
— Espera, espera — le tiro del cabello y sé que le he hecho daño porque le he arrancado varias hebras sin querer para desenredarlo de la cremallera.
Yo me quito el vestido sin muchas ceremonias y me pongo a horcajadas sobre él. Ethan toca mi cintura con sus firmes manos y me besa. Yo me muevo hacia arriba y hacia abajo para sentir su erección.
— Oh, Ethan — jadeo con ímpetu.
— Eres preciosa, Amalia — me dice, con sus manos cerca de mis pechos.
Ethan es la delicadeza personificada. No tiene prisa, deja que yo decida el ritmo y me cede todo el control.
Y justo cuando estamos cerca de culminar nuestro encuentro, escuchamos una música a todo volumen.
Sarò il fuoco ed il freddo Riparod'inverno Sarò ciò che respiri Capirò cos'hai dentro E sarò l'acqua da bere Il significato del bene Sarò anche un soldato
No puede ser.
Damiano debe estar de puta broma.
Ethan se separa un poco de mí y me mira, confirmando que yo también estoy escuchando. Intentamos seguir, pero no estamos concentrados. Así que yo me visto y voy a la habitación de Damiano. Ethan me ha insistido en que no lo haga, que él iba a hablar con Damiano. Pero Damiano solo quiere llamar la atención para poder hablar conmigo.
Doy varios golpes en la puerta. Él tarda en abrir. Cuando lo hace, lo encuentro en ropa interior y con una sonrisa maliciosa.
— Oh vaya, Amalia, has llegado justo en mi parte favorita — se señala el oído para que yo me interese en escuchar.
