— Damiano, ¿tú me quieres? — le vuelvo a formular la pregunta con la esperanza de que esta vez sí me responda.
Yo creo que ya está bien de remolonear, cambiar de tema o intentar distraerme.
— Yo te...— se queda ahí.
Es como si esas tres palabras estuvieran malditas y no pudiera decirlas. Mis ojos se mantienen fijos en cada movimiento de su boca. Su labio inferior está a punto de temblar. Entonces, simplemente me aferro a la poca dignidad que me queda después de esto y me aparto de su regazo.
— Ni siquiera puedes decirlo — río con amargura.
Me entran ganas de llorar de repente.
— Amalia, por favor...
Le doy la espalda. No puedo ni verle la cara.
— ¡Amalia!
— ¡DÉJAME!
Él se levanta del sofá. Quiere acercarse a mí, pero lo apunto con mi dedo y empiezo a negar con la cabeza. No quiero ni que me toque.
— Dime que me quieres — le pido.
Le estoy dando otra oportunidad. Él agacha la cabeza y maldice, sabiendo que me va a tener que responder sí o sí.
— Amalia — la forma en la que dice mi nombre ya me hace estremecer — Yo no te puedo decir algo que no es verdad.
¿Y el aire? ¿Dónde está el aire? ¿Se ha comprimido el piso o qué?
¡Me estoy ahogando!
Retrocedo hasta que choco con la puerta de la entrada. Él empieza a decirme que si le doy tiempo podría llegar a sentir algo por mí. ¿Me está jodiendo, cierto?
— ¿Tiempo? — mi voz hace eco — ¡¿Acaso yo no te he dado ya tiempo?! — él no me mira a los ojos.
Abro la puerta. Él viene detrás de mí y vuelve a cerrarla, cogiéndome de los brazos seguidamente. Una vena se le marca en la frente.
— ¡Suéltame! — le grito.
Quiero que me suelte porque sus palabras me han herido. Pero a la vez no quiero que lo haga porque siento que si me suelta podría caer.
— Amalia, solo dame tiempo — me pide.
Pero esto no va así.
— ¿Y todo este tiempo que he estado contigo que he sido para ti? — pregunto con la voz quebrada — ¿Tu juguete?
— Amalia, yo...
— ¡Cállate!
Le doy una fuerte bofetada. Dejo una marca roja en su mejilla. ¡Y se lo merece!
— Sé que estás enfa—
— Tú no sabes cómo estoy — replico — Yo me he enamorado de ti y tú no sientes nada por mí.
ESTÁS LEYENDO
Inferno {Måneskin Fanfic}
FanficDamiano David es el cantante más conocido de Italia. Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor. Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...