— ¿Te puedes creer que el otro día Miranda me dijo que cree que Damiano está con otra chica? — me pregunta mi madre desde la puerta de mi habitación.
Dejo de teclear en mi portátil y me quito el auricular que me acababa de poner para escuchar algo de música en mi móvil. Lo de Damiano se está yendo de control. Miranda se huele algo de mí, lo noto en su mirada cada vez que me ve, y ahora encima ha ido a llorarle a mi madre. Últimamente estas dos parecen muy unidas, y creo que eso puede llegar a ser un problema para mí. Y no precisamente pequeño.
— No sé, mamá, quizá está viendo cosas donde no las hay.
Mi madre me echa una de sus famosas miradas de soslayo. Y todo porque acabo de insinuar básicamente que Miranda ha perdido la cabeza.
— ¿Y si ella tiene razón, Amalia? — me pregunta ella y se presigna — Ojalá que no sea así por Dios. La pobre no se merece eso.
Mierda, me va a hacer hasta sentir mal. Trago saliva con dificultad y siento su mirada inquietante sobre mí.
— Si es verdad, me pregunto quien será esa golfa que se está tratando de entrometer y romper una pareja tan bonita.
— ¡Oye! — grito. Me sentí ofendida — Quizá no es una golfa — mi madre me mira con una ceja arqueada — Osea quería decir que a lo mejor él también tiene la culpa, ¿sabes?
Bien, Amalia, la estás cagando.
— No sé — suspira ella agotada — De todas formas puede que tengas razón, él parece un mujeriego, la verdad. ¿Tú qué crees? ¿Cómo se ha portado contigo?
Si fueras mi chica te haría correrte tan duro.
Las palabras de Damiano vuelven a mi cabeza, bueno, en realidad nunca se han ido.
— Conmigo se ha portado bien — intento sonar algo indiferente al tema.
Devuelvo la vista a la pantalla del portátil, a ver si con suerte consigo convencer a mi madre de que me da igual todo eso y me deja en paz de una vez. Y lo hace.
Suelto el suspiro que llevaba ahogando en mi pecho desde que se ha puesto a hablarme. El tema de Damiano hace que quiera pegarme un tiro. Ayer me mandó algunos mensajes, y ni me molesté en mirarlos o contestar. Intento hacerme la dura cuando estoy con él, pero me echa una de sus miradas penetrantes y las piernas comienzan a temblarme.
Quiero alejarme de él, olvidarlo, pero cada vez que estoy cerca de conseguirlo él vuelve y me rompe todos mis esquemas.
Mi móvil vuelve a encenderse y veo que en notificaciones aparecen un par de mensajes nuevos, de hace solo unos minutos:
DAMIANO: ¿Piensas ignorarme de por vida?
Se me escapa una risa. En verdad ese era mi plan, pero está claro que no se sostiene.
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Inferno {Måneskin Fanfic}
FanfictionDamiano David es el cantante más conocido de Italia. Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor. Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...