Aviso: este es el último capítulo {cry}
Damiano me aprieta muy fuerte la mano mientras el ginecólogo me echa un líquido frío y viscoso sobre el vientre y luego conecta el monitor. Me tenso sobre la camilla y entonces Damiano suaviza su agarre y me mira con ternura, acariciando mi cabeza.
Él está increíblemente nervioso, incluso más que yo. Su frente brilla del sudor y se lleva una de sus manos a la boca. Observa nerviosamente el monitor, hasta que aparece una imagen y se queda sin aliento.
— Ahí está su bebé — nos dice el médico, señalando la imagen del monitor.
En efecto, ahí se aprecia perfectamente la silueta de un bebé bastante desarrollado.
Damiano se frota los ojos y veo que se había puesto a llorar. Yo también iba a ponerme sentimental, pero no esperaba que Damiano se me fuera a adelantar.
— ¿Estás bien? — le pregunto — Sé que esto es raro y que da miedo, es...
— Maravilloso — acaba Damiano antes de que lo haga yo.
Sus ojos están brillantes. No está llorando porque éste triste, ni porque tenga miedo, sino porque está feliz.
Se inclina y atrapa mis labios con cariño. Me gusta ver a Damiano tan emocionado con el bebé. En el fondo siempre he pensado que con su estética de chico malo quizá le aterrorizaría la sola idea de ser padre, pero lo está manejando bastante bien, incluso mejor que yo.
El médico ya sabe el sexo del bebé, así que le pido que me lo escriba en un papel. Damiano tiene una expresión ceñuda, hasta que le digo que es por lo de la baby shower. La gracia está en que no sepamos si es niño o niña hasta el día de la fiesta. Damiano se pone aún más ceñudo.
— Pero yo quiero saber el sexo ya — dice a modo de queja.
Yo le ruego por paciencia, pero también tengo ganas de conocer el sexo, ¿cómo no?
Pero le prometí a Victoria que ni Damiano ni yo sabríamos el sexo antes de la fiesta.
Durante el siguiente mes, ayudo a Damiano a reformar uno de los cuartos de casa para tenerlo preparado. Colocamos una cuna en la esquina, una alfombra bordada con dibujos de animales en el suelo, una estantería con juguetes y peluches...También pintamos la habitación y nos lo pasamos bastante bien haciéndolo. Elegimos un color blanco, sencillo y neutro, pero a la vez delicado y bonito.
He seguido trabajando. Lo de quedarme en casa desde que sale el sol hasta que desaparece no era lo mío, principalmente porque a veces Damiano se iba a trabajar y yo me quedaba sola en casa.
Mi tripa ya está enorme y no me queda mucho para dar a luz. Damiano está muy encima de mí ya. Tenemos la foto de la primera ecografía colocada en el frigorífico para que la veamos siempre, así que cuando paso por la cocina para decirle a Damiano que la baby shower va a ser esta tarde, la miro con una sonrisa estrecha.
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Inferno {Måneskin Fanfic}
FanfictionDamiano David es el cantante más conocido de Italia. Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor. Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...