— Los niños de mi clase dicen que tengo ansiedad y depresión, mami.
Miro a mi hija, quien me aprieta más la mano.
— Coraline, tú no tienes nada de eso. No les hagas caso.
La niña asiente.
Regresamos a casa y Coraline va instintivamente al árbol de navidad que Damiano acaba de poner en un rincón del salón. A Coraline se le ilumina la cara.
— ¡Sí, este es el árbol que le pedí a papá!
Yo me quito el abrigo y dejo las bolsas con galletas navideñas en la cocina. Escuchamos los pasos de alguien bajando las escaleras, cargado de adornos para el árbol.
— ¡Papi!
Coraline va hasta Damiano y le abraza las piernas. Damiano ríe y se agacha, poniendo a un lado la caja y dándole un abrazo a la niña después. Él siempre había tenido ganas de tener una hija que se pareciera a mí y al final la consiguió. Estuvimos dos años intentando que me quedara embarazada. Dos largos y estresantes años. Sufrí incluso un aborto. Estuve a punto de tirar la toalla, pero entonces pasó mi pequeño milagro llamado Coraline. Ella cumplió cinco años hace tres meses y mi pequeño Damiano tiene ocho.
Los últimos años han sido bastante interesantes. Damiano y la banda han ganado mucho reconocimiento a nivel mundial. En Italia son los artistas con más reproducciones en Spotify. Yo he seguido trabajando en mi estudio de fotografía y he contratado a una chica para repartirnos el trabajo y así poder pasar yo más tiempo con los niños.
Mi padre tuvo una niña, Adela. Fue muy raro ver cómo mi padre se convertía en padre de nuevo después de tantos años. De vez en cuando mi hermana pequeña viene a jugar con mis hijos. Yo era muy reticente con el tema de tener una hermana, pero la he acabado queriendo.
— Yo pongo la estrella — Coraline dice con una sonrisa luminosa.
Damiano la coloca sobre su hombro y la niña pone una estrella brillante dorada de cinco puntas en la parte alta del árbol.
El niño baja con mi tablet en la mano, jugando videojuegos. Yo me asomo para ver a lo que está jugando. No me gusta que juegue a juegos violentos ni sangrientos, así que me tranquiliza ver que está con un juego en el que se tiene que encargar de una granja virtual.
— ¿Estáis poniendo el árbol? — pregunta él mirando a Damiano y a Coraline sacando adornos de las cajas.
— Sí, ¿quieres ayudar?
Le ofrezco mi mano y nos acercamos al salón. Damiano les da a cada uno una caja para que decoren el árbol como quieran. Los niños sacan las bolas con purpurina y las figuritas y las van poniendo a su gusto.
Damiano y yo vemos a nuestros hijos disfrutando mientras estamos cogidos de la mano.
A Coraline le gusta mucho esta época del año, aunque no le gusta que aquí en Italia no nieve como en otros sitios. Así que a Damiano se le ocurrió colocar unas bolitas de algodón en su habitación y unas figuras de copo de nieve. Sin duda la tiene mimada.
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Inferno {Måneskin Fanfic}
FanfictionDamiano David es el cantante más conocido de Italia. Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor. Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...