Desde que he vuelto con Marco me siento diferente. No creo en las segundas oportunidades, pero con él voy a hacer una gran excepción. Últimamente pasamos mucho tiempo juntos. Mi madre está encantada de que él y yo estemos juntos de nuevo, siempre le ha gustado Marco para mí. Lo tiene puesto en un jodido pedestal. Hace un par de días conocí a algunos de los nuevos amigos de Marco, me hicieron sentir muy cómoda y fueron muy amables conmigo. Y ahora Bella me está acusando de estar dejándola tirada como amiga. Apenas hemos tenido tiempo para estar juntas estos días. Le he prometido que la recompensaré, y espero poder hacerlo.
Con la única con la que estoy hablando de todo lo que siento es con Elizabeth, al fin y al cabo ella es la única persona que sabe de lo que me pasó con Damiano.
— ¿Realmente estás bien con Marco? — me preguntó ella el otro día en el instituto.
Yo guíe mi vista hasta Marco, que estaba hablando con sus amigos a una distancia lo suficientemente alejada de nosotras como para no poder escucharnos.
— Creo que sí.
— Eso es que no — sentenció — ¿Y por qué no le dices que lo vuestro no va a ninguna parte y que tú quieres estar con otra persona?
— ¿Con quién?
— Con Damiano.
Reí y negué.
— No es tan sencillo — le respondí.
— Ya sé que él está con tu nueva hermanastra y todo eso, pero, ¿vas a dejar que eso sea un obstáculo que evite que puedas estar con quién tú realmente quieres estar?
Esta chica me hace dudar. Puso un pellizco de esperanza en mi corazón. Pero conociendo a Damiano no creo que la dejara a ella para correr a estar conmigo.
— También está el hecho de que él es súper famoso, Elizabeth. Y yo solo soy una adolescente corriente. Dudo mucho que estemos hechos el uno para el otro.
— Tonterías, Amalia. No te empeñes en buscar excusas donde no las hay.
El timbre del instituto sonó. Teníamos que volver a clase. Marco se acercó hacia nosotras, saludó a Elizabeth y me dio un beso a mí. Vi a Elizabeth a nuestro lado, negando, con reprobación.
Sé que a ella le encantaría que luchara para estar con Damiano, pero eso hace tiempo que ya es imposible para mí.
Alguien toca a la puerta de la habitación. Estoy terminando unas tareas, así que le digo a mi madre que ahora mismo no puedo hablar.
— No soy tu madre.
Suelto mi bolígrafo.
Mierda.
— ¿Miranda? — ¿qué quiere?
— ¿Puedo pasar?
Esta chica me pone muy nerviosa, incluso solo su presencia. Cada vez que la veo recuerdo a Damiano.
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Inferno {Måneskin Fanfic}
FanficDamiano David es el cantante más conocido de Italia. Amalia es solo una joven inocente y sin experiencia en el amor. Las vidas de ambos cambian cuando se conocen por casualidad una noche. Un año después se reencuentran y se dan cuenta de que ninguno...