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El Viperlobo estaba totalmente solo, era la oportunidad perfecta para cazarlo.

Kore tensó su arco cogiendo aire, aguantando unos segundos este para poder apuntar, y soltandolo para dejar ir la flecha.

Pero entonces un ruido alertó al Viperlobo y se escapó sin que la flecha le rozara siquiera.

Kore bajó el arco frustrada, llevaba varios días practicando la caza y aún no había logrado darle a nada.

Recuerda el camino para la paz, Persephone.

Kore se giró para ver a Tsu'tey, que se encontraba sentado bajo la sombra de un árbol.

Tsu'tey estaba haciendo una especie de manualidad con piedras y alambres que ponía de los nervios a Kore, sobretodo cuando rallaba la piedra para darle forma.

Ya lo sé, pero eso no me sirve para poder cazar.

Tsu'tey negó levemente apartando la mirada de aquella manualidad.

—Respira, y déjate llevar, Eywa te dejará cazar en algún momento.

Kore apoyo el arco en el suelo y la barbilla en este, cerrando los ojos incapaz de calmarse.

—Lo intento.

Tsu'tey suspiró sabiendo lo difícil que era no poder cazar después de tantos intentos.

—Eywa está esperando.

Kore abrió los ojos para poder ver a su entrenador.

—¿A qué?

Tsu'tey se encogió de hombros.

Solo Eywa sabe a dónde vamos y de dónde venimos.

Kore asintió antes de colgarse el hombro.

Vamos, aún podemos cazar en otro lugar.

[....]

Esa era una lluviosa noche, Kore observaba la lluvia en compañía de Jake mientras tarareaba una canción.

—¿Extrañas la Tierra?

Kore lo miró parando la canción.

—¿La verdad? No, allí no tenía nada, y aquí, aquí tengo algo, algo bueno.

Jake sonrió mirando el cielo, como si pudieran ver la Tierra desde allí.

—Yo extraño esas noches de instituto en las que me iba de fiesta y mis padres me esperaban hasta tarde para reñirme, mi madre siempre decía que terminaría sacándome los ojos, y mi padre me preguntaba por qué no era más como mi hermano.

Kore sonrió al imaginarse la escena, al imaginarse ella en una escena parecida.

—La biblioteca de mi barrio, extraño la biblioteca, ese olor a libro que había siempre y esos viejos ordenadores que iban lento.

Kore apoyó su cabeza en el hombro de Jake, y Jake por su parte apoyo su cabeza sobre la de Kore.

—Esto es más bonito, pero no hay esas cosas.

Opinó Jake mientras ambos entrelazaban sus brazos.

—No, pero hay otras que allí no teníamos.

[....]

La lluvia no dejaba de caer, Kore se encontraba junto a Tsu'tey, mientras este le daba algunos consejos para cuando fuera a por su Ikran.

Metanoia¹-Tsu'tey-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora