Metanoia¹-Tsu'tey-

⁸

—¿Ya has pensando en un nombre para el bebé?

Preguntó Atansiyu mientras hacían la guardia rutinaria.

Kore acarició de forma distraída su vientre abultado.

—Los supe desde que me enteré que iba a ser madre, otra vez.

—¿Y cuáles son?

Kore miró hacia el clan, hacia los maui pensando en Tsu'tey, en aquellas palabras dolorosas que se habían dicho, en todo lo que había pasado.

Se sentía tan perdida sin él, se sentía tan incompleta, ¿cómo todo se fue tan rápido por el desagüe?

—Sí es niño Regulus, y si es niña—Kore se mordió el labio antes de mirar hacia el cielo—, Sylwanin.

Atansiyu sonrió antes de estirar su mano y acariciar el vientre, cosa que puso terriblemente tensa a Kore, que se alejo rápidamente.

—Lo siento, no quería ponerte nerviosa.

Se disculpó el hombre con una sonrisa.

Kore lo miró con desconfianza antes de negar levemente.

—No pasa nada, pero pídeme permiso antes de hacer eso.

Atansiyu acercó su Skimwing al de Kore, poniéndola aún más tensa.

—¿Ya has arreglado las cosas con tu esposo?

Kore se alejó.

—No.

Atansiyu se acercó.

—¿Y piensas hacerlo u os vais a separar?

Kore volvió a alejarse.

—No lo sé.

Atansiyu se acercó, quedando a escasos centímetros de Kore, que no podía seguir retrocediendo más por las rocas.

—Deberías buscarte a otro hombre, a un verdadero guerrero que no le importe cuidar a los hijos de otros.

Kore se echó tan atrás como pudo, con su espalda apoyada en las rocas, sintiendo su corazón latir con fuerza cuando Atansiyu llevó su mano a su muslo.

—Tengo un esposo que ya es todo eso.

Kore movía los ojos de forma desenfrenada, buscando alguna forma de escaparse.

—Yo hablaba de alguien más—Atansiyu llevo su otra mano a la mejilla de Kore—, Metkayina.

Kore apartó su cara de la mano del hombre, sintiendo cada vez más los nervios comerla.

Necesitaba salir de allí, ya.

—Atansiyu, estoy casada—trató de razonar—, y amo mucho a mi marido, nunca estaría con otra personas, nunca.

El hombre no se apartó, al contrario.

Agarró las manos de Kore apresandolas detrás de esta, en un movimiento tan rápido, que la mujer no tuvo tiempo de reaccionar.

Cuando Atansiyu acercó su boca a la boca de Kore, esta no dudo en darle una patada en sus partes.

Atansiyu la soltó rápidamente, y Kore no dudo en lanzarse al agua para empezar a nadar hacia la orilla, tan rápido como su cuerpo podía.

Sintió una mano agarrarla del tobillo y no dudo en sacar su cuchillo y hacer un corte en la mano de Atansiyu, dándole una patada en el pecho.

Kore volvió a nadar, metiéndose entre los recovecos para retrasar al otro.

Cuando el agua le llegó por la cintura, Kore se incorporó empezando a correr cuchillo en mano.

Cuando el agua le llegó por el muslo, Atansiyu la agarró de la cintura tapandole la boca.