Metanoia¹-Tsu'tey-

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—Reunión familiar.

Llamó Tsu'tey mientras los demás terminaban de deshacer sus maletas.

Los niños y su mujer se acercaron, poniéndose frente a él, excepto Kore que se puso a su lado.

—Esto va a ser muy difícil, os lo admito. Los siguientes meses van a ser unos de los más difíciles de vuestra vida y vais a odiarnos por haberos traído a este sitio, pero estamos juntos y eso es lo importante.

Explico Tsu'tey rápidamente, deprimiendo aún más a su familia.

Kore se mordió el labio antes de hablar.

—Es cierto que no estamos todos y que va a ser difícil pero haremos nuevos amigos, tal vez conozcáis a alguien especial—Kore suspiró antes de señalarse—. Miradme a mi y a Jake, eramos unos completos inútiles cuando Neytiri nos encontró y miradnos ahora, somos grandes guerreros Omaticaya.

Tsu'tey asintió levemente ante lo dicho por su esposa.

—Sí, sí, esto nos va a cambiar la vida y con el tiempo os daréis cuenta que es lo mejor que podíamos hacer.

—Pero ahora a descansar que mañana tendréis un día movido, y el primer día es muy importante en vuestro paso a Metkayina.

—A ver, ¿qué dice siempre vuestra madre?

—¿Qué debemos cuidarnos unos a otros?

Preguntó Kyra abrazando a su hermano pequeño.

—¿Qué debemos ser duros con nosotros mismos?

Preguntó Mahina.

—¿Qué no debo acercarme a Lo'ak?

Preguntó Shuri.

—¿Qué tengo que lavarme los dientes antes de dormir?

Preguntó Nayah.

—Sí, eso también, pero yo me refería a que la metanoia debe ser nuestro estilo de vida—Tsu'tey hizo una mueca antes de volver a hablar—, ¿y qué es la metanoia?

—El proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir de alguien.

Respondieron los niños con aburrimiento.

—Muy bien, ahora con más sentimiento—ánimo Kore, antes de mirar a Mahina—. Tu también, mi amor.

—El proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir de alguien.

—Genial—Kore dio una palmada antes de levantarse—. Ahora a terminar esto y a dormir, mis preciosos pollitos.

[....]

Kore se levantó a la mañana siguiente, recordando a su pequeño antes de preparar el desayuno para la familia y salir del maui para dar una vuelta.

Algo que casi nadie sabía, era que Kore amaba el mar, el agua y todo lo referente.

El mar, en especial el mar de Hawái, le recordaba sus momentos más felices, cuando podía ser una adolescente y escaparse de noche, hacer fiestas de pijamas, y todo lo que una adolescente en una isla podía hacer.

En la playa dio su primer beso, hizo el amor por primera vez, hizo su primera amiga, bebió por primera vez...

—¿Qué haces tan temprano aquí, Persephone?

Kore se giró para ver a Ronal posicionarse a su lado, tensa.

Kore le sonrió antes de volver a mirar el horizonte, por donde el sol empezaba a salir.