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4 | Estrategias

4 | ESTRATEGIAS

Grace

Era imposible poder prestar atención a la clase de gestión de ventas cuando mi cabeza no paraba de pensar en todo menos en lo que debía.

Habían pasado dos semanas desde que todo el mundo se enteró de quiénes serían los finalistas del concurso de bandas. Es decir, llevaba dos semanas sin ver a los chicos.

Y se me notaba tanto que asustaba.

Ya no solo en el ánimo, sino, en general, en mi propia seguridad y auoestima. Cuando estaba con ellos me sentía tan inferior y fuera de lugar que me resultaba insoportable su compañía.

Sin embargo, en la universidad podía ser una don nadie, podía hacer lo que quisiera sin que nadie me criticara ni me hiciese sentir de menos.

Puede que fuera porque no tenía demasiados amigos, pero tenía una y con ella bastaba.

[09:01] Heath: Estoy a punto de asesinar a mi mejor amigo.

Bueno, ahora... dos.

Miré divertida la pantalla mientras me dirigía hacia la segunda clase, que se encontraba en la segunda planta de mi facultad.

Supuse que hablaba de ese tal Fisher, el chico que acabó con un sujetador encima. Por lo poco que me contó Heath durante esos días, parecía ser su mejor amigo pese a sacarle bastante de quicio.

[08:02] Grace: Pobrecito. ¿Qué ha hecho para tener yo que tragar tu insoportable humor?

[08:03] Heath: ¿Pobre? Lleva en el baño tres horas, Grace. Y sí, estoy de muy mal humor porque, no se si lo sabías, pero los chicos a veces nos levantamos con unas necesidades específicas que no puedes frenar ni aunque quieras.

Apagué el móvil nada más leer la última palabra y traté de no sonrojarme. No me estaba hablando de su polla, ¿verdad?

[08:04] Grace: No quiero saber nada más de lo que me estás hablando.

[08:04] Heath: Genial, entonces será mejor que duermas. O que te despiertes. ¿Qué horas es allá?

[08:04] Grace: Las nueve de la mañana, estoy en clase.

[08:05] Heath: Entonces, no te entretengo. Ya me contarás qué tal te va el día.

Y, básicamente, en eso se resumían nuestras conversaciones. En algún momento contado del día ambos nos encontrábamos conectados y charlábamos un poco, pero lo que solía pasar es que yo me despertaba con varios mensajes suyos sobre cómo le había ido el día, y él igual con los míos.

Contar con Heath de esa forma era algo nuevo, ya que nunca había tenido una amistad de esa forma, pero para mí era toda una salvación. Había veces que me sentía tan sola que me cerraba en banda y no era capaz de hablar con nadie acerca de cómo me sentía.

Con Heath, todo resultaba más sencillo. Podía desahogarme cuanto y cuando quisiera, ya que él leería mis mensajes y me contestaría en cualquier momento. Él me escuchaba y yo le escuchaba a él. Éramos... algo así como el psicólogo personal del otro.

[08:06] Grace: De acuerdo.

[08:06] Grace: Por cierto, ¿vosotros también tenéis entrevista hoy?

[08:07] Heath: Mañana por la mañana, ¿Cómo lo sabes?

[08:07] Grace: Porque Jupiter Moons también la tiene, esta tarde.

[08:07] Heath: Y vas a ir, ¿no?

Fruncí los labios solo de pensarlo.

[08:08] Grace: Tengo que hacerlo.