37 | LA MEJOR SORPRESA
Grace
El alivio que sentí en el pecho fue inmenso. Necesitaba salir de allí.
Antes de levantarme para abrazarlo, le escribí de nuevo a Frank.
Grace [19:51]: Falsa alarma, estoy bien.
Alex me recibió con los brazos abiertos y me envolvió con ellos, aún en shock. El hecho de volver a oler su fragancia masculina o solamente saber que estaba con él me tranquilizó al instante.
—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté, aún boquiabierta por verlo en la otra punta del mundo —. ¡Deberías haberme escrito!
—Una casualidad, ¿eh? Había pensado escribirte antes de montarme en el avión, pero solo me quedo una noche. He venido por una oportunidad con una discográfica —amplió su sonrisa y se desvaneció un poco cuando su mirada se desvió por encima de mi hombro —. Vaya, ¿he interrumpido...?
—No —negué al instante.
Alex me miró confuso y debió notar mi incomodidad nada más mirarme y sentir que apretaba con más fuerza su brazo.
—Estaba en una cena de trabajo con Victor Reynolds, productor discográfico de Ecstasy —proseguí, tragando con fuerza.
Alzó una de sus comisuras.
—Me he enterado de eso. Enhorabuena.
Sonreí, porque sabía que se alegraba de verdad, y de pronto el carraspeo de Victor me devolvió a la realidad.
Estaba de pie, y aunque Alex fuese bastante alto, Victor era un tío enorme. Estaba de brazos cruzados y con una ceja arqueada, francamente interesado en lo que estaba ocurriendo.
—Ese soy yo —su sonrisa ya no era tan juguetona como antes, ahora solamente era una tensa línea que incluso temblaba un poco.
Alex le ofreció la mano, pero Victor se limitó a meter sus manos en sus bolsillos y a mirarnos con confusión.
—Victor, este es Alex Brown —le presenté, empezando a dudar sobre si era tan fantástico y amable como hacía creer —. Es un gran amigo que...
—Ah —dijo con sequedad, estudiándolo a conciencia en un intento de intimidar a Alex. Estuve a punto de desearle suerte teniendo en cuenta que ya se había enfrentado anteriormente a Heath, y no había nadie más frío e imponente que él —. ¿Es que quieres unirte a nuestra cena?
La tensión era tan tensa como un cuchillo y la incomodidad de Alex fue obvia. Me sentí una idiota al meterlo en una situación en la que no tenía nada que ver, pero prefería mil veces más charlar con él y ponernos al día que quedarme con Victor.
—En realidad, creo que me voy a ir a casa.
Victor me miró incrédulo.
—¿Cómo?
—Ha sido una cena agradable, pero la verdad es que no me encuentro muy bien —por fin. Esa era mi vía de escape —. ¿Nos vemos el lunes?
La cara de Victor fue todo un cuadro. Creo que una mujer jamás lo había rechazado y, aunque para nada fue mi intención ya que no había nada que rechazar, esa humillación fue lo justo después de haberme hecho sentir tan incómoda.
—¿Vas a...? —empezó, bastante anonadadoy ofendido, pero después alzó las cejas y miró a otro lado, limpiándose los dientes con la lengua —. Sí. Claro. Nos vemos el lunes.
Alex, que no daba crédito a la escena, agarró mi americana y yo fui a dejar mi parte de la cuenta, pero Victor me la devolvió.
—Por favor —insistió, devolviéndomelo, con una caballerosidad bastante fingida. Yo me avergoncé un poco porque no pretendía empeorar las cosas, y me dispuse a desaparecer con Alex a donde fuese, pero Victor volvió a hablar —. Quedaos la mesa. Ni siquiera iba a pedir postre —se puso la cazadora y me dedicó una sonrisa forzada —. Grace.
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English Love Affair ©
RomanceEl concurso de bandas para ser teloneros en una gira mundial está a la vuelta de la esquina. La hija del representante más famoso de Inglaterra no es solo conocida por eso, sino también por ser la novia falsa de Ryan, vocalista de uno de los grupos...