5| ¿CITA DOBLE?
Grace
Me retoqué el pelo cinco veces. O seis. O mil. No lo sé.
Estaba muy nerviosa.
Ya no por el hecho de que fuese a quedar con un chico una noche. Concretamente, con un chico con el que me había besado. Y, más concretamente, con Alex.
Simplemente no sabía de qué hablar. ¿Y si me atragantaba con mi propia saliva quedando en ridículo? ¿Y si no le interesaban los temas de los que hablaba?
Lo que sí sabía es que lo necesitaba, que... que los dos necesitábamos desahogarnos de todo esto, pero cada vez que recordaba que estaba a un escalón más cerca de mi habitación, más me arrepentía de haberle escrito.
Además, ¿cómo se me ocurrió hacerlo con tanta seguridad en mí misma cuando en realidad tenía las piernas temblando como gelatinas?
De un momento a otro, unos nudillos golpetearon mi puerta y me puse en pie al instante.
Mierda. Ahora, por lista, tenía que conseguir no vomitar nada más abrirle. Y te aseguro que fue algo terriblemente difícil de cumplir.
Al abrir la puerta, me encontré a un Alex demasiado guapo. No era justo que esa cazadora de cuadros le quedara tan arrebatadoramente bien junto a su arito en la oreja.
—Hola —sonrió de lado.
—Hola —carraspeé, ligeramente nerviosa —. ¿Vamos?
Alex asintió y cerré la puerta de mi habitación.
Bajamos las escaleras en silencio y ninguno de los dos se atrevió a hablar hasta que llegamos a la calle.
¿Estaría enfadado conmigo? ¿Seguiría mosqueado después de la entrevista?
Si lo estaba, no lo parecía.
—Estás guapo con esa chaqueta —comenté, a lo que él se giró hacia mí y esbozó media sonrisa.
—Ah, ¿sí?
—Sí. Me he fijado en la entrevista —confesé. Total, ¿qué tenía que perder? Contra más directa y sincera era con Heath, mejor iba todo. Quizá con Alex también funcionaba.
Este se echó a reír y se mordió el labio, pensativo.
—¿Así que eso has estado haciendo durante toda la entrevista? ¿Fijarte en mí?
—Sí, pero que tampoco se te suba a la cabeza —bromeé rodando los ojos, y ambos caminamos junto a Regent's park.
Alex decidió entrar y yo lo seguí. Claramente el parque estaba bastante vacío en comparación con lo muy transitado que se encontraba durante el día. Me pareció que nos venía como anillo al dedo viendo que la conversación iba a tocar temas peliagudos como... ah, sí, el capullo de mi padre.
—¿Quieres sentarte? —me ofreció, en dirección a unos bancos.
—No —solté de pronto.
Sorprendido, se giró hacia mí y se acercó.
—Ah, vale —asintió, confuso —. ¿Prefieres... quedarte de pie?
—No —volví a repetir como un loro.
Alex enarcó una ceja, tanto divertido como desconcertado.
—¿Entonces...?
—Quiero tumbarme —deduje en voz alta.
¿Quería hacerlo? No lo sé.
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English Love Affair ©
RomanceEl concurso de bandas para ser teloneros en una gira mundial está a la vuelta de la esquina. La hija del representante más famoso de Inglaterra no es solo conocida por eso, sino también por ser la novia falsa de Ryan, vocalista de uno de los grupos...