25 | EL PASADO
Grace
Me desperté de golpe cuando la imagen de Heath en la carretera, tirado y completamente fuera de sí volvía a mi cabeza por quinta vez en toda la noche.
No tenía muy claro que fuese a dejar de pensar en ese momento.
Pero podría lidiar con ello, porque estaba allí, conmigo, profundamente dormido y bien aferrado a mi cintura, cerciorándose de que no le había mentido cuando le había asegurado que no bia a rendirme con él.
Masajeé su melena una vez más. Tenía un dolor punzante en el pecho desde que Fisher me dijo la noche anterior que algo iba mal y salimos disparados hacia el coche.
"Ansiedad", me dije, pero nunca la había sentido así, tan... fuerte. Tan intensa.
Con sumo cuidado, traté de salir de la cama, pero Heath no parecía estar de acuerdo.
A eso de las seis de la mañana, había dejado de temblar. No conseguía entrar en calor, pero al menos no le castañearon los dientes en lo que quedaba de noche.
Por suerte, se me ocurrió escribir a Corinne nada más llegar a casa, cuando Heath se durmió por fin. Supuestamente, esa mañana los chicos tenían que ir individualmente a grabar durante todo el día pero, en su estado, no era lo más conveniente.
Lo que me dejó confundida fue que me escribiese algo cabreada porque Fish tampoco había acudido, solamente Maeve y Ax, quienes aún no se habían enterado de nada de lo que había ocurrido.
¿Tal vez se había quedado dormido?
—Voy a por un poco de agua —murmuré cuando, de nuevo, intenté levantarme y Heath no me dejó. Se aferró con fuerza a mí, como un niño pequeño, y gruñó contra mi estómago.
Ignoré la cantidad de cosas que sentí en un solo momento y aproveché el instante para levantarme de una vez. Tenía la boca seca, un dolor de cabeza de mil demonios y la duda existencial de por qué Fisher no había acudido a grabar las últimas canciones del álbum. Si todo iba bien, en dos días se publicaría.
De puntillas, salí de la habitación con las mejillas encendidas y el corazón golpeteándome con fuerza. Mi cuerpo últimamente acababa rendido ante la cantidad de emociones que afloraban en mí durante el día, era como una montaña rusa que no paraba en ningún momento.
Al llegar al salón con intención de dirigirme a la habitación de Fisher, me quedé completamente quieta al encontrarlo en el sofá.
Tenía un aspecto realmente preocupante. Las ojeras mucho más marcadas que la noche anterior, las mejillas rosadas probablemente por haber llorado y su cabeza fija a la televisión. Tenía los ojos tan irritados que dudaba que hubiese pestañeado en la última hora.
—¿Fish?
Me acerqué con cautela, inevitablemente preocupada. Él me miró consternado y se frotó los ojos, parando el programa de la televisión.
Me senté a su lado y hundí las cejas al instante. Sabía que lo que había ocurrido le había afectado mucho, pero no me había imaginado que tanto.
—¿Qué ocurre? Corinne me ha dicho que no has ido a la grabación.
Se llevó las manos a la cara y resopló, como si no se hubiese acordado. Segundos después, enterró su cara en sus manos y apoyó sus codos en sus piernas, totalmente derrotado.
—Lo siento, yo... no he dormido nada en toda la noche.
Ahogué un jadeo de incredulidad.
—¿Por qué?
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English Love Affair ©
RomanceEl concurso de bandas para ser teloneros en una gira mundial está a la vuelta de la esquina. La hija del representante más famoso de Inglaterra no es solo conocida por eso, sino también por ser la novia falsa de Ryan, vocalista de uno de los grupos...