11.- Idiot...

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Esta historia no es mía pertenece a Yolandally.

***

Entré al cuarto ya sonrojada. Simplemente no sabía cómo mirar el rostro de Lauren. Estaba tan avergonzada y feliz. Para mi mayor felicidad, ella todavía no había salido del baño, y yo podría simplemente no tocar el tema. Intentar disimular lo que, de hecho, sería más difícil. Tomé el control de su TV, y otra vez me metí a su cuenta de Netflix, tomando unos aperitivos y abriéndolos enseguida.

Lauren no demoró en salir del baño, ya vestida con un short corto –así como el mío – y una remera grande, diferente de mi camisa. ¿Sería muy depravado de mi parte percibir que ella no usaba sostén?

"¡Comenzaste a comer sin mí!" Ella habló. Agradecí internamente por no necesitar hacer eso. Era pésima en sacar temas, tal vez cuestionar el precio de la gasolina era lo más lejos que conseguiría en aquel momento. Sonreí y extendí al paquete a su dirección.

"¡Sólo comí un poquito! Necesito mantener la dieta de mi culo, Lolo." Lauren rió y se sentó a mi lado, haciéndome dividir más la cama. Amaba tirarme, mejor dicho; ocupar espacio, entonces casi deje mi pierna encima de la suya. Desistí cuando creí que sería extraño, pero enserio, Soy Camila Cabello, no me importa.

Estiré mis piernas por encima de las de ella y las dejé, acostándome de cualquier forma en aquella cama. Lauren rió, entonces robé su comida, pronto llevándome un golpe.

"¡Hey! ¡Derechos iguales!"

"Mantén tu culo que yo mantengo mis muslos." Mostró la lengua y termine riendo, desistiendo de intentar tomar su comida. "Y si fuésemos a tomar derechos iguales, te tiraría del colchón ahora mismo. ¡Mira mi espacio y mira el tuyo!" Reí de sus facciones irritada y otra vez lleve mi mano hasta al paquete de doritos, esta vez consiguiendo tomar un montón, mientras ella se distraía con la tv. Lauren percibió el ruido, entonces me miró incrédula. Reí mientras llevaba una fritura hasta mi boca, y entonces la vi suspirar, luego negar con la cabeza. "Infantil."

"Ah, Lolo. Oh, lo comparto contigo si compartes conmigo." Extendí el brazo, sosteniendo un dorito cerca de sus labios. Lauren sonrió y asintió, tomando la fritura de mi mano con los labios, y luego rio.

"Idiota."

"Me llamaste sexy, aquel día en la fiesta."

"Estaba borracha, Camz. No deberías haberlo tomado tan enserio." Llevé mi mano hasta mi pecho y separé mis labios, haciéndola reír con mi cara de indignación. Ella paró de reír y sólo me sonrió, haciéndome revirar los ojos.

Entonces metí doritos en su boca, siendo la lindura que no soy.

Lauren reía, mientras hacia mi pose herida e irritada, al final termine riendo con ella.

"Idiota." Exclamé. Ella se tapó la boca y consiguió comer todo los doritos... ¿será que conseguirá meter otra cosa en la boca de la misma forma?

Santa Iggy. Camila pervertida.

Miré la tv y Lauren volvió a tomar el control.

Luego abrimos una lata de refresco, compartiéndola entro nosotras y comenzando a ver la seria en la tv.

***

Miré el reloj al lado de su cama, y el mismo avisaba ser las cuatro y media de la mañana. Lauren estaba casi durmiendo a mi lado, y la tercera temporada de la seria recién comenzaba a pasar en la pantalla de la tv. Miré a la chica a mi lado y sonreí, que inclinaba la cabeza un poco hacia un lado, casi cerrando los ojos.

Abracé sus hombros y atraje su cabeza a mi hombro, haciéndola mirarme.

"¿Estás cansada? ¿Quieres que me vaya para que duermas?" Lauren asintió y enseguida negó, haciéndome reír bajo. "¿Qué quieres decir?"

"Estoy cansada, pero puedes quedarte aquí." Sus brazos envolvieron mi cintura.

"Vamos a acostarnos, entonces." Lauren rió y negó.

"Me gusta así."

"Abusada." Ella rió otra vez. Terminé consiguiendo llevarnos más hacia abajo, acostándonos correctamente. ¿Pero quien dice que ella me soltó?

¿Quién dice que la solté también?

***

Abrí los ojos con lentitud, no queriendo salir de debajo de las sábanas. Estaba increíblemente cómoda, y sólo el hecho de necesitar levantarme para hacer pipí, ya hacia mi humor decaer horrores. Podría controlarme, si fuese antes de Camssauro, pero ahora no tenía como. Hasta parecía que estaba excitada...

Respiré profundo otra vez, y entonces vi a Lauren abrir los ojos perezosamente, pero volvió a cerrarlos y sonreír débil.

"Buen día, Lolo." Hablé bajo.

"Buen..." Ella miró mi barbilla y amplió los ojos. "¡Camila! ¡Mi Dios!"

"Ah, ¿Qué fue esta vez? ¡¿Ahora tengo una polla en mi barbilla?!" Ella rió y negó, tocando cierto lugar, y haciéndome gruñir con un dolor agonizante.

"Lo siento..." pidió.

"¡¿Me marcaste?! ¡Ay, maldición!" Lauren rió y yo rápidamente me levanté. "Sinuhe va a estar hablando, hablando, hablando... Jesucristo, la mujer no me va a dejar en paz hasta que le diga quien hizo esto."

"Puedes contarle, si quieres. Hasta podrías aprovechar y hablar sobre..."

"¿Contarle?"

"Ella es tu madre, Camz. Merece saber eso... y ella te va a apoyar, con toda seguridad. Lo mismo digo sobre Dinah y Troye..." Asentí lentamente, tomando cuenta de que si se lo contaba, tal vez no necesitaría más pasar tanto tiempo con Lauren.

"Realmente no quiero hacer eso." Respondí mi pensamiento, al mismo tiempo que a ella, que se encogió de hombros y se puso de pie.

"Tú sabrás. Aún estoy aquí, y creo que es mejor bajar... mis padres ya deben haber llegado... sin mencionar que necesitamos esconder esas marcas en tu cuello..."

"¿CUÁNTAS TENGO?"

"No consigo contar sólo mirando... en serio, lo siento."

"Jesucristo. Mi madre –con seguridad –me va a dar esposas que brillen y toquen el himno esta vez." Ella rio. "Okay. Necesito ir al baño." Quité la sábana de mi cuerpo, y vi a Lauren ampliar los ojos. No dije nada, sólo reír y camine hasta el baño.

***

"¡Camila!" Lauren pidió, mientras reía. El problema, es que las no tan pocas marquitas que su boca dejo allí, dolían cuando pasaba la base para esconderlas. Y yo me alejaba, haciéndola demorarse más al ayudarme con aquello. Lauren rió cuando hice una mueca, y me aleje otra vez. "Voy a ensuciarte de base, si no dejas de alejarte." Habló otra vez, sosteniendo el pincel que usaba delante de mi rostro. Revire los ojos y levante mi cabeza, dejando que volviera a intentar esconder las marcas de mi cuello.

"¿Vas a demorar? Porque-" Deje de hablar exactamente en ese momento. Había bajado mi rostro, y el suyo estaba muy cerca del mío. Cerca de más. Parecimos perdernos una en la otra por breves segundos, pero me concentré en romper nuestra mirada, cuando la vi parpadear varias veces.

"Deja la cabeza levantada." Pidió simplemente. Asentí y no lo intente otra vez. Sólo me deje sentir los choques de dolores que el pincel me causaba, al pasar por los lugares más sensibles.

Wishes (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora