34.- BALAU BALAU XABLAU

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Esta historia no es mía pertenece a Yolandally.

***

Estaba tan nerviosa, que sentía, muy en el fondo del fondo. Sentía que Mike iba a tocar mi polla otra vez.

Pero esta vez no era para ayudarme.

Sólo espero que urólogos no lidien con ese negocio de bisturís...

Caminamos hasta una puerta que realmente nunca había entrado, y Mike no demoro en sentarse en un sofá, abriendo espacio para que me sentara a su lado enseguida.

"Quiero que seas sincera al responderme, ¿está bien?" Asentí lentamente, frunciendo el ceño. "Lauren... no acostumbra hacer ciertas cosas por motivos personales..." Tragué seco y concorde. "No quiero saber eso por curiosidad, ni quiero que pienses que voy a hacer algo-"

"Ella me contó la historia..."

"¿Te contó?"

"Sí, señor Jauregui." Respiré profundo y me ajuste en el sofá. "Usted sabe que antes de que todo sucediera, estuvimos un buen tiempo conociéndonos una a la otra. Bueno, al menos ahora lo sabe." Él asintió. "Entonces ella me contó... un cierto día."

"¿Y llegaron a tener sexo?" Baje mi cabeza y me sonroje, escuchando la risa baja de Mike. "No es una pregunta que debería hacer... pero soy el padre de Lauren, y no quiero saber como hicieron eso. Quiero saber cómo reacciono, pues me preocupo. Ella nos cuenta todo cuando preguntamos. Sólo quería estar seguro... pues ella odia cuando le recuerdo lo que sucedió. Ella dice que paso, pero sé que no es bien así. Conozco a mi hija, y sé que aunque ella diga 'está todo bien', no va a estarlo completamente. Puedes ver eso, y era lo que quería que me contaras." Asentí. Okey, era realmente justo.

"Bueno... la primera vez..." Mike cerró los ojos y sonreí inocente. "En nuestra primera vez, ella estaba realmente con miedo, pero no desistió. Quiso ir hasta el final y acepté..." Él asintió. "Y la segunda vez, fue... no sé... diferente. Ella estaba realmente contenta con aquello y-"

"Okay, entendí. ¿Y las otras veces?"

"Fueron sólo... dos." Afirmé. Mike asintió y suspiró.

"¿Pero se protegen? La trataste-"

"No quiero arriesgarme a lastimar a Lauren ahora, ni nunca. Voy a estar segura de que cuando llegue la hora de evolucionar nuestra relación, eso va a suceder. Estoy dando un paso pequeño comparado a lo que yo... siento por su hija." Mike sonrió y asintió. "Cuido de mí misma, pero nunca voy a olvidarme de cuidarla, pues ahora ella tiene una parte de mí..." Suspiré, mientras mi suegro asentía lentamente.

"¿Entonces ella está mejor sobre ese trauma?"

Ella está maravillosa... suegrito...

"Uh, sí."

"Okay." Nos quedamos en silencio por algún tiempo, y luego Mike sonrió. "¿No... lastimas a Lauren... o te emocionas cuando...?" Amplié mis ojos, y él puso una facción seria. "Si Lauren le avisa a mi esposa que siente algún dolor, voy primero a preparar la mesa de cirugía de mi oficina. Después voy a sacar tus riñones y venderlos en el mercado negro. Y puedes estar segura de que todo el resto de tu sistema excretorio va junto."

"Voy a mantenerme quietecita... en mi rinconcito... acurrucada." Avisé. Mike rió y se puso de pie, dándome una mano para levantarme también.

"Son amenazas verdaderas que sólo voy a usar si algún día decepcionas a mi familia. Queda bien con nosotros, y tus riñones se quedaran contigo." Dijo sonriente. Terminé ampliando los ojos. Pero luego fui abrazada por el hombre tierno, que soltaba una risa melodiosa. "Te doy mi permiso. La verdad, quería que Lauren estuviese con alguien como tú. Eres una buena chica, y tienes una buena madre." Sonreí concordando y Mike se alejó del abrazo, pero no soltó mis hombros. "Y si necesitas de un padre, puedes confiar en mí. Estoy muy feliz por las dos." Y fue en ese momento, que mi sonrisa fue de oreja a oreja. Mis brazos pasaron alrededor del cuello del hombre mayor, y él retribuyó el gesto de forma apretada, haciéndome reír al ser levantada.

Dos golpes fueron escuchados en la puerta, y luego la cabeza de Lauren apareció, haciéndome suspirar al ver su sonrisa aparecer.

"Oh cielos, ya creí que estaba quedando viuda, pero era sólo Camila riendo." Lauren dijo, haciendo a Mike reír. Mi novia camino hasta nosotros, y luego ya estábamos en un abrazo triple y apretado, donde Mike nos apretaba contra su pecho. "No sé donde hay más imágenes y representaciones de pene... si en esta sala, o la tienda de Sinuhe."

"Con certeza los pantalones de tu novia tienen la suma del tamaño de tantos penes. Hija, ya la toque." Lauren rio y besó la mejilla de su padre.

"Es de familia." Y entonces tomo mi mano y tiró de mí, riendo al escuchar a Mike exclamar su nombre completo, ya en la oficina donde no estábamos más.

"¡Él va a cortar mi pito!" Exclamé más bajo, escuchando a Lauren reír mientras nos encerraba en su cuarto.

"Mi padre está feliz con esto. Y yo también lo estoy."

"¿Escuchaste nuestra conversación?" Ella mordió su labio inferior y sonrió, luego asintió.

"Y yo quería decirte que te amo mucho. No necesitas tener miedo de tocarme, ni pensar que no me gusta, pues cuando se trata de ti, sé que puedo pedirte que pares, y ahora sabes que si no lo pedo, es porque quiero que continúes. Te amo de verdad, tipo... mucho... y a partir de hoy... tienes lo que quieres de mí." Sonreí y terminé desviando mi mirada, mientras me sonrojaba. Ella sostuvo mi rostro y lo giro a dirección del suyo, haciéndome notar su leve sonrisa.

"Me dejaste avergonzada." Ella mordió su labio inferior.

"¡¿Por qué?!"

"Porque todo lo que más quería era a ti sólo para mí. Quería cada parte tuya..." Delicadamente besé sus labios y Lauren sonrió. "Ahora no tengo que querer. Te tengo." Lauren pasó los brazos alrededor de mi cuello y escondió la cabeza en la curva del mismo, haciéndome sonreír, mientras dejaba un beso en su frente. "Y no tienes idea de cuan feliz estoy por eso. Te amo Lern. Mucho." Ella rio y acercó nuestros rostro, dándome un beso esquimal antes de sellar nuestros labios

Wishes (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora