5.- Baby Mamba

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Esta historia no es mía pertenece a Yolandally.

***

"¡Camila!" Lauren exclamó, mientras se reía de mi cara, al mismo tiempo, se sentaba en el sofá de la sala de mi casa. ¿Por qué a la gente le gusta tanto reírse de mi cara? "No vas a exponer a nadie en internet, y no vas a quitarlo también. Calma ese fuego, pues quien quiso un pene fuiste tú."

"Calma ese fuego Jaurecoño." Lauren se rió otra vez. Me senté en la punta del sofá y suspiré, pasando las manos por mis cabellos. Esperé que la loca retardada y rídicula dejara de reír, y luego volví a hablar. "Necesito hablar con tu padre, pero... maldición, eso es tan extraño... va a ser vergonzoso..."

"Mi padre no se reirá de ti, Camz. Yo no lo hice..."

"Saliste corriendo."

"Vi tu polla, ¿querías que me quedara mirando tu cara como si fuera la cosa más normal del mundo?"

"Me siento una aberración..." Tapé mis ojos y suspiré, dejando mis hombros caer.

"No quise decir eso, Camz." Percibí su cuerpo al lado del mío y sus brazos me envolvieron. No era la primera vez que sucedía. "Correría si viera cualquier polla, es normal para una chica... tranquila, tal vez, como yo, pero volví, ¿no? Eso no te hace una aberración... sólo te hace un poco idiota por haber pedido justamente eso." Ella se rió bajo, lo que me hizo reír junto, finalmente, Lauren estaba en lo correcto. "Podrías haber pedido una mansión, podrías haber pedido convertirte en la persona más rica del mundo, podrías haber pedido a todas las chicas a tus pies... podrías haber pedido la paz mundial, Camz-" Reviré mis ojos e hice un puchero.

"Ya tiré la mierda, no es necesario que la juntes y la tires en mi cara, Lolo." Ella se rió, luego abracé su cintura.

"Podrías haber pedido simplemente no tener más cólicos, pero pediste una polla de 25 centímetros. Camila, sea quien sea la valiente que va a usar eso contigo, la chica podría quedar quebrada a la mitad." Reí alto. Era verdad.

"¡No quiero estar con nadie! ¡No teniendo eso entre mis piernas!"

"¿Eso es vergüenza o cobardía?"

"Eso es mi mano volando a tu cara si no paras de restregar que de las 100 cosas que hago, al final, 101 siempre irán mal por mi manía de ser una idiota." Ella rió. "Jesús, ni siquiera tengo algo para pender fuego." Ella se rió otra vez, esta vez tan alto que acabe siendo llevada por la risa. Después de todo, sólo nos detuvimos cuando ella estaba tirada en la alfombra de la sala, y yo toda tirada en el sofá, aún riéndome de ella y ella de mí.

"No puedo no reír contigo, Camz." Ella habló, limpiando la lágrima de los ojos. También había llorado de tanto reír.

"Soy repugnante, ¿no?"

"Mucho." Ella volvió a sentarse a mi lado.

"Después de todo, no llegamos a comer en el restaurante..." Le recordé. Lauren asintió y se rió.

"Hiciste que nos expulsaran, tan pronto como amenazaste al camarero con aquella maceta." Giré mis ojos y otra vez oí su risa.

"¿Quieres pedís una pizza?"

"Dos."

"Uy, dragoncito." Bromeé. Tomé mi celular del bolsillo y me reí con la cara malhumorada de Lauren.

"Para, que soy tierna, soy un unicornio."

"Por supuesto, ternura, entonces yo soy la baby mamba. Después de todo, ahora tengo una serpiente, ¿no?" Otra vez, oí su risa.

***

Subí las escaleras corriendo, casi me caigo, pero el suelo es mi gravedad, así que no es mi patrimonio. Entré en el cuarto de mi madre, y la vi hurgando una caja.

"Mamá, quería pedir prestado el coche para lleva-"

"Hija, mira que genial." Ella se quedó frente a mí, con un juguete de color en la mano derecha. Era una polla de látex medio reclinado.

"¡Madre, deja de traer las mercancías de tu tienda aquí!" Ella sonrió.

"No te mostré la mejor parte del juguete, cálmate." Me golpeé mi propia frente en lo que vi a mi madre tantear la polla de látex, luego sonrió al encontrar algo. "Encontré tu amigo." El juguete fue activado, y luego empezó a girar. No era un simple giro, dentro de la polla había unas luces, que aumentaban y disminuían la velocidad a la que mi madre apretaba el botón del objeto.

Miré profundamente sus ojos, sonrojándome más que cualquier otra cosa. Sinu era imposible. Ella apretó el botón otra vez, y como en una sirena policial, las luces coloridas cambiaron, esta vez exhibiendo lo que yo imaginaba ser los colores de la bandera gay. Sinu se quedó un largo tiempo intercambiando su mirada llena de expectativa entre mí y la polla, que no paraba de girar. Lo observé algunos segundos más y el silencio empezó a volverse más embarazoso. Ella se acercó a mí con la mercancía en la mano y la polla –que parecía tener unos 20 cm –continuó girando, más rápido otra vez.

"Sé que no te gusta la fruta, pero es con cariño... te estoy dando un regalo." Ella ofreció, haciéndome hacer una cara de asco.

"¡EW! ¡NO, SINUHE!" Grité. Mi madre se rió y tiró el juguete hacia mi dirección, haciéndome sujetarlo para que no cayera y se estropeara. Lo extendí de vuelta a su dirección y ella negó, volviendo a la caja.

"Tengo algunos plugs anales si quieres."

"Sólo quiero la llave del coche, por el amor de Dios."

"¡¿Ya vas a salir para usar tu nuevo equipamiento?! Vaya, que rápida." Golpeé mi propia frente.

"Voy a llevar a Lauren a casa."

"Toma, pero cuidado, esa cosa es violento de la nada, creo que debe ser algún sensor de goce." Sostuvo mis hombros y me giró, luego me echó de la habitación. Las llaves del coche pararon en mi mano, y cuando pensé que la situación no podía ser más embarazosa, vi a Lauren en la punta de las escaleras.

Descubrí algunas nuevas funciones en el juguete;

Su botón queda en un lugar fácil acceso, que vibra con la potencia máxima, así como las luces se agitan más.

El toca el himno americano.

Wishes (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora