Wishes (traducción)

10.- Let Me Help You...

Esta historia no es mía pertenece a Yolandally.

***

Toqué mi miembro lentamente y... maldición, eso no funciona. Diría que soy incapaz de estar excitada si no lo hubiera estado algunas veces, pero si quería tener un orgasmo, no sería de aquella forma.

Salí del baño sonrojada, usando sólo mi ropa interior y una camisa, y luego me detuve antes de llegar a la cama. Crucé mis brazos y Lauren me echó una mirada curiosa y esperanzadora sobre mí.

"¿Lo conseguiste?" Negué lentamente y suspiré. Está bien que no me gustaba la frutita, pero debería al menos conseguir quedar excitada sola. "¡Ay Camila!"

"¡Si pones presión no voy a conseguirlo de ninguna manera!" Lauren reviro los ojos y se puso de pie. "Yo... no sé... pero no lo estoy... consiguiendo... ah... no puedo, Lauren. Estoy en tu casa, siento como si te estuviese faltando al respeto por hacer eso en tu baño... Mi Dios, eso es una locura, no voy a hacer eso..." Lauren suspiró otra vez y se acercó, antes de que incluso parpadeara, su mano toco mi cintura.

"Cierra la boca." Pidió. Asentí rápidamente. "Yo... yo voy a ayudarte..." Amplié mis ojos sólo al imaginarlo y respiré profundo, al menos intente controlar mi respiración. Lauren tocó mi barbilla y echó mi cabello hacia atrás, luego se acercó, lo suficiente para hacerme sentir su respiración contra esa región. Empujó mi cabeza hacia el lado y cerré mis ojos, luego sentí el calor de sus labios en la piel de mi cuello. Ella cerró la boca en un simple beso, luego repitió el acto.

Mierda... hmmm... el cuello no...

Su boca hizo un caminito hasta cerca de mi oreja, y entonces ella descendió cerca de mi clavícula.

"Mierda..." Gemí sin querer. Escuché su suspiro y sus manos luego pararon en mi cintura, trayéndome un poco más cerca.

Dejé que ella controlara, entonces luego sus labios encontraron la piel de mi barbilla, sólo descendiendo cerca de mi clavícula otra vez, nunca subiendo.

Los besos delicados fueron transformándose en pequeñas mordidas, y mi respiración tornándose en suspiros, luego jadeos y gemidos bajos. Lauren tenía la cabeza inclinada, mientras succionaba mi cuello con lentitud, entonces mi boca terminando quedando al lado de su oído.

Ella me escuchaba gemir, por más que fueran gemidos bajos.

Sus manos se adentraron delante de mi camisa, y luego sus uñas descendieron con el movimiento de sus manos, dejando una sensación caliente por donde sus dedos tocaban. Yo estaba completamente erizada.

Lauren abrió los labios y clavo los dientes en la curva de mi cuello. Chupó con fuerza, lo que me hizo gemir de dolor y placer. Sus manos continuaban en mi abdomen, pero luego tomaron un camino correcto, descendiendo hasta el borde de mi ropa interior. Miré hacia abajo y mordí mi labio inferior, percibiendo que ella me estaba dejando completamente excitada con sólo algunos besos y chupones por mi cuello, así como con su mano, que vivía adentrándose a mi blusa. Sentí su mano deslizarse más para abajo, y gemí más alto cuando ella envolvió mi pene –aún encima de mi ropa interior –en toda su mano.

"Estás más grande cuando estás excitada..." Lauren exclamó bajito, volviendo a besar mi cuello. Su mano comenzó un ir y venir delicioso, y mi cuerpo tembló algunas veces, antes de tirar la cabeza hacia atrás. Lauren aplicó un poco más de fuerza, y mis piernas quedaron temblorosas.

Mi cabeza volvió a su posición inicial, y sus labios continuaron el trabajo, así como sus manos. Jadeé contra su oído y luego mordisqueé el lóbulo de su oreja. Lauren se alejó un poco, como para que no hiciera el acto, entonces la respeté, pero de la misma forma, mi boca volvió a quedar cerca de su oído. "Quiero besarte..." Pedí.

          

"No..." Respondió, sonriendo contra la piel de mi cuello.

"¿Y porque no puedo?" Pregunté, teniendo serias dificultades para controlar mi respiración. Lauren aumentó no sólo la fuerza, sino la firmeza del puño y la velocidad, haciéndome tirar la cabeza hacia atrás.

"No es ese el trato." La voz baja sonó, esta vez, en mi oído, haciéndome enloquecer. Moví mi cintura contra sus manos y abrí la boca al sentir mi polla doler.

"¡Que se joda ese maldito trato!" Sostuve su nuca y atraje sus labios hasta los míos, ignorando todo. Fue como un choque, no sé lo que sucedió en aquel momento, sólo sé que fue cuando su mirada se tornó completamente más interesante. Ella pareció pensar si iba a responder el beso por algunos segundos, mientras yo intentaba pedir permiso para mi lengua. Felizmente, ella cedió, quitando la mano de mi miembro y poniéndola alrededor de mi cuello, mientras nuestras lenguas peleaban.

Ella soltó mi cuello y nos giró un poco, luego me lanzó contra la cama. Subió gateando sobre mi cuerpo, y otra vez unió nuestros labios, cuando estuvo a la altura suficiente mi rostro.

Invertí las posiciones, girando nuestros cuerpos y quedando encima de ella.

Estaba completamente dura, y Lauren lo percibió cuando termine moviéndome sin querer, tocando su intimidad.

"¡Ve con calma!" Ella pidió, alejando nuestros labios sólo para eso.

"Lo siento." Simplemente respondí, comenzando a descender mis besos cerca de su oído y cuello. Sus manos calmadas volvieron al borde de mi ropa interior, mientras yo chupaba su piel lentamente. Jadeé cuando su mano izquierda comenzó a bajar la ropa interior sólo de la parte de frente, entonces paré los besos. "Yo... no quería... mostrarlo..." Hablé, por primera vez sonrojándome al temer sus toques.

"¿Qué? ¡¿Estás de broma?! Es incomodo hacerlo por encima de la ropa interior, Camila." Habló bajo y ronco, mientras mis labios volvieron hasta la piel de su cuello.

"Entonces muéstrame tus pechos y te dejo." Lauren rió, haciéndome reír bajo contra su piel.

"Esto también no es parte del trato, Camz." Alejé mis labios de su cuello, y miré sus ojos, no dejando de percibir el leve tono rojo de sus mejillas.

"Pues ya he dicho." Volví a hablar, mirando sus ojos. "Que se joda ese maldito trato." Lauren reviró los ojos y sonrió, sosteniendo el borde de la blusa que vestía, y luego tirando hacia arriba. Ella levantó un poco el torso, creo que buscando el broche de su sujetador oscuro, pero no importaba. La ayude, llevando mis manos hasta su espalda arqueada y abriendo el broche, que ella lentamente quito, mientras tenía una ceja levantada. Jesús, que lindo pecho. Estaba pensando en llevar mis manos hasta allí, pero lo evité al escuchar a Lauren hablar.

"No los toques. Eso es un límite realmente lejano, y no quiero más que ayudarte, ¿está bien?" Preguntó. Tragué en seco, y luego concordé.

Su mano volvió a mi ropa interior, y lentamente bajó un poco la pieza de ropa. Miré hacia abajo, como Lauren hacia, y pude ver mi polla marcar todo el tejido de color blanco.

"Camssauro está doliendo..." Lloriqueé, escondiendo la cabeza en su cuello. En realidad, estaba completamente avergonzada, pero no diría nada, pues sé que Lauren iba a pelear. En compensación, ella sólo hincho mi ego.

"Camssauro es enorme, no sé cómo no me di cuenta de eso." Rio bajito. Su mano entro en la ropa interior, antes de bajarla completamente, entonces gemí, al sentir sus movimientos sin nada que separara nuestras pieles.

No tuve fuerzas para responder, sólo sentí mi miembro completamente libre de ropa, y las dos manos de Lauren intentando trabajar allí, y graciosamente consiguiéndolo. Ella espacio el líquido preseminal, inicialmente. Sus manos iban y venían, no consiguiendo sostener mi polla completamente, pero eso no importaba, mientras Lauren apretaba deliciosamente, subía, y bajaba de la misma forma, haciéndome gemir. Estaba cerca, aunque ella sólo me hubiera estado tocando hace cinco minutos, creo.

"Yo voy..." Gemí otra vez.

"¿Pero ya?"

"No estoy consiguiendo controlarme..."

"Está bien, relájate." Así como ella lo pidió, su mano comenzó a bombear con más fuerza y velocidad, haciendo moverme contra su mano.

"Yo..."

"Hazlo..."

"Pero... te voy a ensuciar..."

"No hay problema, puedes." Asentí y cerré los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal.

Infelizmente, no sabía sostener aquel inmenso placer ni un segundo más, entonces termine viniéndome pronto. Abrí los ojos para ver los restos de mi orgasmo golpeando su abdomen y pecho, mordiendo mi labio inferior al querer mucho sentir mi gusto en su pezón –que parecía rígido –como realmente había residuos de mi orgasmo allí. Prolongué mis movimientos y miré sus ojos, viendo a Lauren sonrojarse un poco. Ella miró hacia abajo y movió un poco las manos, mientras yo paraba de moverme lentamente. Sus movimientos pararon lentamente, y entonces ella subió un poco la ropa interior, y el silencio nos domino.

Ambas sin saber que decir, o como actuar. Tal vez con un poco de vergüenza, pero al menos no estaba arrepentida.

"Gracias." Intente amenizar el silencio. Lauren sonrió.

"Por nada, Camz."

"Mira... no quiero ser una perra al dejarte literalmente a punto... si quieres alguna... ayuda... sólo pídelo... nada más justo..."

"Estoy bien, gracias." Ah, qué pena. "¡Pero... entonces! ¿Cómo fue?"

"Inexplicable. Bueno, tal vez un poco; dolió, pero no es un dolor malo. Es aquel tipo de dolor delicioso aun siendo dolor, que quieres sentir, por el hecho de que te relaja o algo así."

"Eso me parece normal, entonces. Todo me parece normal..."

"Estoy feliz en decir que sí... ¿eso quiere decir que ahora soy realmente intersexual, no?" Lauren asintió y luego sonrió ampliamente. "¿Eso me hace normal?"

"Claro que sí. No eres la única, y eso no es un problema." Asentí y sonreí, ajustando el bóxer enseguida. Me senté en la cama, a su lado, y terminé de arreglar a
Camssauro dentro de la ropa interior. Miré a Lauren y ella limpiaba mi orgasmo de su vientre, usando sólo algunos dedos. Jesucristo, ¿qué cuerpo es eso? Concéntrate, Camila.

"Entonces... quería pedir disculpas por haber invadido tu espacio personal incluso cuando no querías que yo..."

"Está bien, me iba a arrepentir de impedirte hacer aquello de cualquier forma... no te preocupes, Camz. Yo... sólo voy a tomar un baño, si quieres puedes usar el baño del pasillo, hay toallas y todo lo demás." Asentí. Lauren comenzó a levantarse, y juró que quise tirarme encima de ella. Su cuerpo estaba brillante por el orgasmo que tenía que limpiar, ya que imaginé no quería ensuciar las sabanas, y sus labios rojos, así como su cabello rebelde...

Entonces fui a tomar un baño, un baño muy frío.