67.- É KOLEANA

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Esta historia no es mía pertenece a Yolandally.

***

"CAMILAAAAAAAAA." Escuché a Lauren gritar. Dejé de picar cebolla para la sopa que hacía en el momento.

"QUEEEEEEE." Grité de vuelta.

"¿TIENES PAN?"

"LOLO, ES TU CASAAAAA."

"¿Y NO TIENES OJOS PARA BUSCAR ESA DESGRACIA, CARAJOOOO?" Bufé, riendo bajo enseguida. Di media vuelta y busqué por todos los armario, dando a la suerte de sólo encontrar el último.

"TIENEEEEEEEES PAN." Grité de vuelta. Lauren descendió las escaleras y apareció riendo en la cocina, enrollada en la mantita verde como el color de sus ojos. "Hey, vuelve a la cama, apenas comiste por casa de las nauseas de embarazo y estoy terminando tu sopa." Ella paro a mi lado, abrazándome y consiguiendo mirar dentro de la olla.

"¿Y desde cuando tú cocinas?"

"Duh, siempre veía a Ana Maria y al Loro José más que tú, es claro que sé hacer algunas comidas." Ella mordió su labio inferior.

"Está bien, ¿pero dónde está mi pan?" Levanté la bolsa.

"Está aquí."

"Último." Lolo tomó el pan de mi mano y se giró, a punto de salir de la cocina. "¡CAMILA!"

"AY MI DIOS, ¿ABORTASTE SIN QUERER? ¿QUÉ SUCEDIÓ?" Corrí hasta ella.

"¡NO! ¡Payasa, no!" Lauren sonrió, dejándome más con duda. "Mira, alguien está pateando a Jabulani aquí..." Mi novia tiró un poco de la mantita y levantó la camisa, mostrando la barriga levemente moviéndose en un punto específico. "Ah, plaga, deja de patear-"

[Jabulani: alguien con gran trasero por estar gorda]

"¡Él o ella está pateando!"

"Parece increíble pero ya quiero volar la chancleta." Lauren se apoyó en la mesa, respirando profundo enseguida. "¿Qué es eso, estoy pariendo a Neymar y no sabía?"

"¡¿Está doliendo?!"

"Es muy incomodo... Pero no duele tanto." Asentí. Me arrodillé delante de Lauren y coloqué mi rostro cerca, llevándome una patada.

"¡Ay peste! No pates a tu papá, pero que falta de educación-" Lauren rio. Las patadas pararon. "En dos meses y medio y sales..." Hablé más bajito, ahora acariciando mi pelota aeróbica blanca. "Te amo."

"También te amo, Camz." Miré a Jauregui, percibiendo una cara de tedio.

"¡¿Eso es celos, Lolo?!" Ella se encogió de hombros.

"Quiero sopa."

"¡LA SOPA!" Me giré rápidamente, viendo el líquido de la olla burbujear. "¡AH MALDICIÓN!"

"No sé porque confío en tu culinaria, quemas el café-"

"Hey, ¿vas a hacerme bullying? Te haré ver 13 reasons why para que veas cuan grave es eso y-"

"Ya la vi." Ella rio. "Ahora estoy con ganas de llorar por Hannah Montana de Taubaté en Estéreo. Aff, Camz." Reí bajito, abrazándola después de apagar el fuego.

"Aún da para comer sopa, voy a llevártela y te doy en la boca, ¿okay?" Ella sonrió maliciosa. "Hm... lo siento por lo de darte en la boca-"

"Que antojo de salsa blanca-" Habló, acercándose y sosteniéndome por encima de mi pantalón de chándal.
          

"¡Hey! Mira que irrespetuosa-"

"Sólo dije que quería salsa blanca." Ella rio bajito, soltándome y yendo hasta la puerta. "Eres tan maliciosa..."

***

Aquel no fue el primer día que Nelson pateó la barriga de Lolo, pues ella ya estaba cerca del séptimo mes de embarazo, y sí, Sinuhe aún no sabía sobre la preñez de Lauren.

Tenía miedo de contarle por causa de mi hermanita que se llamaría Sofía. No quería que mi madre la pasase mal y terminara perdiendo a Soph. Sucede que mi novia tenía un humanito en el útero y necesitaba contarlo, porque era mi obligación, también.

"¿Tienes de aquellas armaduras de hierro, la que los caballeros alguna vez usaban?" Pregunté al vendedor asiático de la tienda, donde estaba. Primero que ya estaba cagada de miedo –no sé lidiar con los asiáticos, capaz él me daba una tercera teta –y segundo que sólo estaba buscando protección para contar aún hoy, en la cena, sobre el embarazo de Lauren.

"¿Armadula? ¡Sí, siñola, tenemos almadula!" Exclamó. Salió con pasos finos, irritándome un poco, muy lento, pero me controlé, mirando alrededor enseguida. Sin dudas, era una tienda delicada. Fue hasta unas velas coloridas y observé el libro grande que había allí encima.

"... Entonces los trillizos fueron concebidos como forma de pago, siendo tirados en el laberinto." Decía una frase del libro. Vaya que es Maze Runner y Orphan Black con tanta gente igual. ¿Imagina si vinieran tres en el estómago de Lauren? ¡Qué trabajo! Que Dios me libre de ese esfuerzo.

"¡Cuidado!" El japonesito habló, asustándome.

"Ay, credo, avisa cuando llegues cerca, ¿no? Quiere que muera-"

"¡No! ¡No puedes continuar esa flase!"

"Ay, ¿voy a ganar una tercera teta?"

"¡¿Leyó ese libre de dioses?!" Miré a la cosa delante.

"No."

"¡Ah! Qué bueno. Él habla soble un hombre que tenía odio de dios, entonces siemple que alguien hacia un pedido usando el nomble de Dios en la flase, él hacía lo contlalio sólo pala ilital-"

"¿Pero cómo es qué es?" Miré el libro poseído. "¿Él hace lo contrario para irritar?" El japonesito asintió rápidamente. "Ah... entonces está todo bien, ni pedí nada."

"¡SÍ! ¡Aquí, ten esta almadula!" Levantó la vestimenta de hierro plateada.

"Ah, la voy a llevar." Él sonrió.

"Entonces... ¿te gusta el kpop?" Lo miré.

"¿Música japonesa? No mucho-"

"¡ES KOLEANA!"

***

"¿Madre?" Llamé, saliendo de mi cuarto con la armadura.

"Qué- maldición, deja de ser extraña." Sinuhe pidió, encontrándome en el pasillo.

"Es que quiero hablar contigo." Ella asintió.

"Habla, extraña."

"¿La cena está lista?"

"¿Todo eso para preguntar si la cena está lista?" Negué, haciendo un ruido con mi ropa.

"No. Necesito hablar contigo y con Cauã durante la cena." Ella asintió.

"Él está terminando de hacer la comida. Ponte una ropa decente, Camila." Negué rápidamente, fui hasta la escalera y me tiré en la misma, visto que era casi imposible doblar las rodillas para caminar.
          

Hice un ruido, pero deje de rodar cerca del sofá, entonces hice casi un Split y me sostuve del sofá, consiguiendo levantarme con bastante esfuerzo y fuerza de voluntad, enseguida fui hasta la cocina.

"Hola Cauã."

"Hola Camila-¡QUE FUERTE!" Habló, mirándome. "¡QUÉ ROPA MÁS GENIAL!" Sonreí para él.

"¿Quieres el casco para cocinar? Funciona, lo intenté más temprano." Él rio. "¡Ósea, por eso estoy sintiendo el olor de pasta aquí! Ah, soy muy lerda." Cauã volvió a la cocina, y me fui a intentar sentar.

***

"Entonces, familia." Exclamé, cuando mi madre se sentó delante. "Lauren está embarazada, era eso, voy afuera a andar en bicicleta con Carmen, adiós." Me levanté rápidamente, casi tirando toda la mesa.

Oh no, Sinuhe entendió. Mi dios, está sosteniendo los cubiertos. ¿POR QUÉ QUERIAS CONTARLE EN LA CENA, CAMILA?

"¿PERO QUÉ?"

"Mami de mi corazón, fue sin querer-" Sinuhe se levantó.

"¿TÚ ERES BIEN VIVA, NO KARLA CAMILA? MI DIOS, ¿CÓMO VAN A CONTARLE A SU
FAMILIA? ¿CÓMO VAN A CRÍAR A ESE BEBÉ, CRIATURA? CAMILA, TÚ QUE ESTÁS VISTIENDO UNA ROPA DE METAL, ¿CÓMO TÚ VAS A CRÍAR A UN BEBÉ?" Baje mi cabeza.

"Coneldinerodemifacultadquemipapádejoparamí-"

"¡HABLA BIEN!"

"Con el dinero de mi facultad que mi papá dejo para mí." Exclamé. "De ahí ya hice la prueba para entrar a la universidad con beca, ya estoy trabajando también –vendo colchones, ¿recuerdas? –y los padres de Lauren ya saben-"

"¡AAAAAAAAAAAH NO ME SOSTENGAS!"

"No te estoy sosteniendo-" Cauã habló.

"¡ENTONCES SOSTENME QUE ESTOY BIEN LOCA." Corrí, sintiendo algo golpear mi cabeza. Quité el casco de hierro y vi el cuchillo clavado, haciéndome gritar.

"¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH CAUÃ, SOSTENLA!" Grité, movida por la adrenalina. Volví a colocarme el casco y perdí la cuenta de cuantas chancletas volaron hacia mí, pero algunos minutos después Sinuhe paro. Credo, ¿cuántos pares de chancletas mi madre tiene?

"Camila, ven aquí, pararé con la agresión y vamos a conversar."

"¿Usted no está mintiendo?"

"Ven aquí." Sinuhe dijo, parando den la puerta de la sala. Estaba con los brazos cruzados, y otra chancleta en una de las manos. Oh, sí, estaba mintiendo. "Pasa a la cocina."

"No me va a golpear, ¿verdad?" Pregunté, poco a poco acercándome. Sinuhe negó, pero sus ojos estaban rojos.

"Pasa." Miré la chancleta. "Camila, si corres va a ser peor."

"Pero madre-"

"¿COCINA, CAMILA?" Pasé corriendo, felizmente no llevándome una zurra aunque con pavor. "Quítate esa ropa ridícula."

"¡No! Vamos a negociar, ¿me quito sólo el casco y tiras la chancleta?" Mi madre pareció pensar. "... y alejada de los cuchillos." Ella bufó, tirando la chancleta al suelo y poniéndosela enseguida. Asentí lentamente, quitando el caso y de cara llevándome un chanclazo frontal. "¡Madre!"

"Listo, paré." Asentí. Deje el casco sobre la mesa y volví a sentarme. "Cuéntame bien, Karla Camila."

"Bueno... ya tiene casi siente meses. Y no es sólo Lauren. Dinah, Ally y Lucy también están embarazadas. Es básicamente el mismo tiempo de gestación, entonces..."

"Mi dios, van a faltar guarderías." Solté una risa.
"Madre, ¿aceptas eso?"

"Camila, es mi nieto, nunca podría rechazarlo. También eres mi hija, estoy acostumbrada a tus cagadas." Solté una risa. Era verdad, Sinuhe es la mejor persona soportándome tan bien. "Lo acepto, si ambas están felices con eso..." Mi madre bufó. "Ay credo, estoy demasiado joven para ser llamada abuela." Me quité toda la ropa de metal y corrí hasta mi madre abrazándola.

"¿Y qué opinas, Cauã?" Pregunté.

"Ah, ¿tengo que opinar?"

"Sí, eres parte de la familia, ahora." Él sonrió.

"Estoy bien."

"Vamos a comer, Camila sal." Mi madre dijo, haciéndome reír bajo. Fui hasta mi lugar en la mesa y finalmente comenzamos la cena, esta vez con toda la conciencia leve de que ahora, el próximo paso era contarle a Lauren y Sinu sobre el apartamento que había encontrado, y sobre Mike haberme ofrecido ayuda para pagar el alquiler, pero que sólo sucedería después del primer año del bebé.

Wishes (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora