¿por qué no puedes ver?

💘⟩ 07

—¿Lozano? —El argentino lo mira de arriba a abajo, analizándolo. —¿Qué hacés acá...?

El rostro de Hirving luce confundido y entonces ve la posibilidad de que Guillermo no le haya comentado a Messi que estaba compartiendo departamento con él y no sabe quién está realmente en aprietos.

—Creí que tú y Guillermo se iban a ver hasta el próximo fin de semana —Hirving se recarga en el marco de la puerta, quiere mostrarse despreocupado para ocupar su mente, no puede cederle poder a su instinto alfa porque no quiere dejar mal a Guillermo, pero sus puños detrás de su espalda están dispuestos a atacar directo a la cara del argentino si se presta la oportunidad, cualquier provocación, sin excusas.

—Che, pensé que eras beta, te juro —El otro alfa arruga la nariz. Es consciente de que no tiene nada que envidiarle al mexicano cuando sospecha del plan de Guillermo. Lozano se ve como un alfa incompetente, lo dejó bastante claro en la cancha del mundial ni siquiera debería contemplarlo como competencia mucho menos una amenaza.

—Ya me dijeron eso muchas veces —No puede creer que está siendo tan hostil con el campeón del mundial. Remueve el cuello de su camiseta, su cuerpo lo delata porque empieza a percibir su propio aroma para marcar territorio lo cual es estúpido porque quién debería estar reclamando el territorio es el argentino.

—¿Otro día de visita? —Pregunta el argentino con cara de pocos amigos, tratando de sobrellevar una conversación bastante hipócrita de su parte en lo que Ochoa se dispone a salir y recibirlo. Cuando Ochoa subió las fotografías del sábado se sintió irritado de verlos a ambos de esa forma, de nuevo, no por Lozano sino por Ochoa y su forma de contestar con la misma forma las fotos de él y Cristiano Ronaldo. Por ello había recurrido en ir a Italia a buscarlo, rastrear su ubicación para encontrar su departamento y saber si iban a arreglar las cosas o terminar con todo de una vez, aunque si era honesto quería retomar lo que tenía con el omega y proponerle una relación seria.

—Yo no soy la visita —Lozano siente como su pecho se infla, quiere detener su lengua, pero es tarde y gracias a lo que va a decir se ve lejano a compartir equipo con el argentino. —, yo vivo aquí.

—¿Qué? —Si el argentino no había llegado molesto ahora sí que lo estaba; parecía echar fuego por los ojos.

—¿Rodri, con quien...? —La voz de Memo de recién levantado se escucha en el fondo.
Todo su esfuerzo para que el de rizos siguiera durmiendo fue en vano.

«"Ya valió verga..."» es lo único que piensa Hirving. Y ahora entiende, Messi fue ese mensaje que Guillermo no quería leer.

Lionel da un paso para entrar, pero el hombro de Lozano choca con él y lo detiene, no piensa dejarlo pasar.

¿Por qué el mexicano estaba haciendo eso?

Messi mira su hombro y luego el ajeno y suelta una sonrisa sarcástica.

«"Eso no va a detenerme"» piensa Messi y ahora empuja el hombro de otro alfa, con más brusquedad.
Hirving vuelve a reafirmar su choque, esa sonrisa hace que él conteste enseñando sus dientes, frunce las cejas y ambos siguen con esa pelea de hombros. Hirving se harta y empuja al argentino para que permanezca en la entrada hasta que Guillermo le de permiso para entrar. Messi parece retroceder, pero quizás solo busca un impulso.

—¿Qué haces Lozano? —Pregunta entre dientes, siento tan sardónico. El olor de madera del argentino se esparce. —Aléjate de las cosas que no son tuyas

El de rizos logra ver lo que está sucediendo, ¿Qué hacía Lionel ahí? Está confundido y su corazón late rápido al ver como la mirada de ambos alfas es tan amenazante y teme que ocurra una desgracia; corre hasta ellos para separarlos y Messi al sentir el toque del más alto corta la pelea antes de que se desarrolle.