¿por qué no puedes ver?

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El estado de salud de Guillermo iba mejorando paulatinamente con el pasar de las horas pues estaba poniendo mucho de su parte, siguiendo las indicaciones del doctor y el claro apoyo de sus buenos amigos. Además, el amor por Hirving y las ganas de buscarlo eran la motivación perfecta.

Pero, desgraciadamente algunos medios ya habían difundido los rumores, tanto de que Guillermo estaba en el hospital como de que Hirving había desaparecido y claro, muchos habían aprovechado la extraña ausencia de los dos futbolistas para crear notas amarillistas; incluso había uno que definitivamente Edson quiso ocultar de Memo, sin embargo este último lo persuadió lo suficiente para que le contará y se arrepintió al leer el encabezado de la una de las tantas noticias falsas: "¿El romance de invierno entre Guillermo Ochoa e Hirving Lozano se derritió?".

Fue evidente que Memo se bajoneó con eso, no pudo evitar pensar en los comentarios de que gente que ni siquiera conoce reaccionaban burlones, como si mereciera todo lo malo de este mundo, como si medio mundo se pusiera de acuerdo para burlarse de cada cosa mala que le pasaba.

Por ello, Edson trataba de mantener esos detalles en orden aunque ya se estaba hartando de las llamadas y los mensajes donde le preguntaban las mismas cosas que ya había respondido mil veces. No iba a dejar que la prensa se aprovechará de la desgracia de sus amigos.

Ante el ambiente tenso que se formó después de aquello, Diego empezó a hacer preguntas al azar y trató de llevar una conversación más positiva, contrario a esas notas de puros chismes tontos y sin sentido.
Los tres se distrajeron por completo cuando Ochoa decidió contar más detalles acerca de la conexión que tuvo con Hirving.
Ahí, sentado al borde de la cama, Edson estaba tan atento a las palabras del omega, impresionando sobre cómo a pesar de todo y sin un lazo previo Hirving tuvo la capacidad de comunicarse con su omega para apaciguar su angustia. No quería reconocerlo en voz alta, pero aquello le pareció romántico.

Por otro lado, la cabeza del omega en cinta descansaba sobre el hombro de Memo, su mirada se encontraba perdida entre sus manos o tal vez observando los pliegues de la sábana.
Edson sabía que su omega de nuevo estaba pensando en cosas que no debía, abruptamente le tomó la mano para que no siguiera y luego se aclaró la garganta para volver a la conversación con Memo.

—Increíble como no se dieron ni cuenta que se gustaban teniendo toda esa conexión… —Dijo el alfa para aligerar el ambiente y hacer reír a su omega, pero solo recibió un pellizco en el dorso de su mano, se quejó sutilmente.

—¡Lo sé! —Contestó Guillermo poniendo una mano en la pancita de Diego. —. Ya admitimos ser unos tontos, no te preocupes.

—Pues es que si son, digo, si fueron…

A pesar del pellizco previo, funcionó, Diego rió dulcemente, pero sujetó la mano de Edson para que no volviera a hacer esos comentarios contra sus amigos; por dentro sabía que su esposo nunca iba a dejar de molestarlos y Memo no va a reprochar lo suficiente porque fue Edson el que mostró mucho apoyo a ambos al ser el primero en darse cuenta de lo que pasaba entre ellos, aunque fue Diego quien ayudó a que dieran el primer paso.

Aun así, Guillermo le enseñó la lengua a Edson, comportándose como un niño pequeño.

—Espero que mi sobrino o sobrina no saque tu sentido del humor, Edson. —Le dijo burlón y luego buscó la mirada de Diego y los dos rieron bajito.

Después se les unió Álvarez, riendo a regañadientes a decir verdad.

—Dijiste que querías baby shower —Dijo Ochoa, retomando la conversación, Diego asintió. —. ¿No sería primero la fiesta de revelación como esas que están tan de moda?

—¡No! —Exclamó la pareja al unísono.

Ahí fue cuando Guillermo se llenó de curiosidad y les preguntó el porqué, entonces Lainez aprovechó para explicar su apuesta con su esposo, ninguno de los dos quería saber hasta el día en que el cachorro naciera.