Era bastante tarde, la madrugada para ser exactos pero un pequeño restaurante a las afueras de un pueblo todavía tenía su luces prendidas, una chica bajita estaba limpiando algunos platos, su cabello largo y desordenado la hacían destacar casi tanto como sus ojos púrpura, llevaba un bonito haori azúl con diseño de flores verdes.
Se puso alerta cuando escuchó a alguien sentarse frente a la barra del restaurante, a esas horas no solía aparecer muchas personas, solamente viajeros.
— ¿Que desea ordenar? — tampoco podía juzgar a nadie por su apariencia pero... era raro.
Un joven de tez algo morena, cabello largo amarrado en un bollo negro a lo alto con mechones verde claro, en su frente sobresalían tres mechones el del medio negro y los otros dos verde, como sus ojos que sentía que por momento hasta podrían brillar, vestía con un haori gastado gris con las mangas rotas dejando hasta sus hombros al descubierto, tenía cicatrices en sus brazos de cortes y músculos muy desarrollados.
Su forma de sentarse era apoyando sus pies desnudos sobre el asiento flexionando sus rodillas, tenía una katana atada a su espalda.
— lo que alcance con esto — dejó una pequeña bolsa sobre la mesa la cual parecía tener unas manchas rojas — ¿Es dinero no? — era demasiado extraño para la chica, su mirada era tan inexpresiva pero profunda que sentía que le miraba el alma.
Cuando se fijó efectivamente era dinero y bastante, alcanzaba para 5 platos de la especialidad de la casa, una sopa de ramen en la cual se concentraban casi todos los ingredientes más deliciosos.
— ya mismo empiezo a cocinar señor...
— no me llamo señor, mi nombre es Fujin. Maté a mi maestro y me dió ese nombre — lo dijo de una forma tan simple que fue espeluznante para la muchacha.
— entendido Fujin — decidió no darle importancia a lo que había dicho, prefería creer que estaba siendo víctima de una broma.
— ¿Sabes dónde está el Relámpago azul? — esa pregunta tomó por sorpresa a la dueña del restaurante, estaba concentrada mayormente en cocinar.
— ¿Relámpago azul? Están en el cielo jajajaja — sin darse cuenta había bromeado sobre el tema a una persona con la cual no sabría si se lo tomaría bien.
— pero los humanos no vuelan... ¿O si? — ese muchacho se mostró bastante confuso con lo dicho, se lo había tomado demasiado literal.
— era una broma, no conozco a nadie llamado "Relámpago azul" ¿Es algún tipo de espadachín legendario o algo así? — aquellos que dieron vuelta al mundo con su habilidad con la espada normalmente le daban ese tipo de nombres.
— es un espadachín, mi maestro me entrenó toda mi vida para poder vencerlo así que supongo que debe ser la persona más fuerte del mundo — cuando contaba eso el chico mostraba una sonrisa algo animada, ese tema lo hacía felíz al parecer.
— no creo que exista algo como "la persona más fuerte del mundo" — era algo bastante infantil realmente, propio de los libros de espadachines.
— claro que existe — Fujin usó su dedo índice para lentamente señalarse a si mismo — ese soy yo — volvió a su mirada inexpresiva mientras notaba un brillo inigualable en sus ojos.
La presencia de ese espadachín la abrumó por completo, no lo conocía en lo más mínimo pero esa presión que sentía de alguna manera le hacía creer que sus palabras eran sinceras, por momentos era difícil imaginar que fuera humano.
— yo... solo sé sobre los cazadores de demonios, son personas que llevan un uniforme totalmente oscuro y katanas — ella se vió intimidada por esa mirada, era algo que la superaba por completo — aquí está su plato... — lo dejó de forma tímida y hasta con miedo cerca de ese chico.
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Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]
FanfictionLa historia de un cazador de demonios puede ser tan larga como corta