El silencio predomina, la calma era latente, el ambiente era tan relajador que incluso era impropio de un campo de batalla, una luz era presente al frente de la visión de esta persona. Con curiosidad extendió sus manos para tratar de tocar esa luz, no logró nada, solo darse cuenta de su incapacidad física en esos momentos.
Fue abriendo ligeramente los ojos sumado a un leve picor en su nariz, tenía a un grillo posado en su cara así que lo movió al levantarse. Mirando a los alrededores rápidamente se dió cuenta que habían algunos destrozos, su espada estaba a un lado de ella y al tomarla se percató de la presencia del cazador de demonios.
Cabello castaño, robusto y con una bandana negra cubriendo su frente, estaba cruzado de brazos y sentado esperando a que despertara al parecer.
— ¿En serio eres tan idiota como para haberte quedado ahí en vez de matarme mientras dormía? — cualquier otro cazador hubiera aprovechado aquella oportunidad de oro, en cambio él, la había esperado.
— ¡¿No deberías estar agradecida?! ¡Te dí la oportunidad de morir en batalla! ¡UNA MUERTE DIGNA! — después de todo, aquél discurso motivador sobre el honor salieron de una mujer borracha.
— ¿Una muerte digna? ¡Jajajaja! No existe algo como eso ¿Realmente te dejaste convencer por una demonio alcohólica? — la mujer de cabello rojo se estaba riendo muy animada del cazador contra el que le tocó pelear.
— ¡Ya cállate! ¡Te daré 10 segundos para que tomes tu espada! Te mataré — no tenía por qué aguantar las burlas de una demonio, como cazador ya era momento de matarla.
La mujer se le quedó mirando unos segundos, acabó por dejar escapar un leve suspiro y así dar media vuelta, le estaba dando la espalda y eso molestó al chico de bandana negra. Algo pesado cayó a sus pies, la demonio con gran facilidad se había quitado la parte superior de su armadura, ahora su torso y cuello estaban desprotegidos, la zona del pecho estaba cubierta por vendas.
— ¿Que demonios haces? — aquella armadura era lo único que dificultaba cortarle el cuello a la ex-luna, ahora Warui lo tenía mucho más sencillo.
— como samurai, es una vergüenza deber un favor. Tú me diste la oportunidad de pelear sobria, así que yo pelearé en igualdad de condiciones — al parecer todavía había algo de honor en esa demonio.
La espadachín se recompuso lista para pelear, esta vez su postura era mucho más firme y decidida, tenía su katana al frente con la pierna izquierda delante.
Warui realizó una postura similar solamente que tenía el pie derecho al frente, no era momento de reírse de nadie o de tratar de hablar. Cazador y demonio, uno de los dos debía morir esa noche.
La mujer avanzó rápidamente para atacar de forma vertical, con solo un paso lateral el cazador había logrado esquivarlo, pero antes de poder atacar, la espada de la demonio se detuvo a escasos centímetros del suelo, con un fuerte grito, redireccionó la trayectoria de la espada de forma horizontal. Warui se vió obligación a bloquear el ataque, su cuerpo salió disparado deslizándose con las puntas de los pies hasta la pared más cercana.
— ¡Te mostraré la técnica legendaria que hizo a mi abuelo ganar más de 1000 batallas! — esa declaración emocionó al cazador aunque no quiera mostrarlo, dicha técnica debía ser compleja.
La mujer corrió de forma bruta para atacar, con esa posición dejaba muy descubierto la zona del cuello por lo que Warui dudaba de si aquello era intencional, no lo sabía, si se arriesgaba al menos podría ver esa técnica y en cambio, no fuera a propósito, podría acertar un golpe letal.
El cazador de demonios siguió de largo en dirección opuesta a la samurai gigante, una gran cantidad de sangre salió del cuello de la mujer, no había logrado decapitarla por muy poco. El cuerpo de su adversario fuen avanzando lentamente y con el pasar de los segundos, llevó sus manos a la zona herida, la sangre en su cuello seguía cayendo y al poco tiempo su cuerpo cedió rendido al suelo.
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Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]
FanfictionLa historia de un cazador de demonios puede ser tan larga como corta