Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]

Capítulo 25

— ¿Ahora eres pilar? — con ambas manos sobre sus mejillas demostraba estar realmente impresionada, estaban en un restaurante con la comida casi acabada.

— si, literal la noche en la que te encontramos fue cuando eliminé a una luna — fue sin dudas la primera vez que se encontró al borde de la muerte.

— lo recuerdo, creí poder vencer a una luna pero no logré nada — lo dicho llamó la atención del chico que la miró confundido.

— ¿Sabías que había una luna allí? ¿Aún con eso no pediste refuerzos o a un pilar? — pareció incómoda ante esa pregunta inclinándo ligeramente si cuerpo hacía un lado.

— sí, perdí los estribos muy rápido cuando supe que había una luna allí — esa respuesta solo confundió más al chico que entrecerrando los ojos demostrando que tal vez no la conocía tanto.

— ¿Odias a los demonios o a las lunas en específico? — eso la tomó por sorpresa tardando unos segundos en responder, al darse cuenta solo pudo rascarse la parte trasera de su cuello.

— tal vez debí haberlo dicho cuando trabajábamos juntos, busco a una luna en específico — entrelazó sus dedos cambiando a un tono más serio mirando fijamente estas mismas — me convertí en cazadora con el único fin de acabar con su vida, él asesinó a mí hermano frente a mis ojos y recuerdo específicamente como se rió al verme llorando, pudo haberme matado pero no lo hizo y ese día juré acabar con su vida la próxima vez que lo vea — podía ver toda la sangre que circulaba por sus puños apretados hasta tal punto de temblar, cambiando su voz lentamente a una mucho más fría con unas pupilas minúsculas.

— Miko... Lo siento, debió ser bastante malo para tí — de forma lenta dejó su mano derecha sobre el hombro de aquella chica que parecería poder explotar en cualquier momento, lo miró con aquellos ojos tan terroríficos y él solo le mostró un leve sonrisa ¿Que más podía hacer? Solo estar allí.

— Tomoe — como una poderosa tormenta comenzó a calmarse lentamente llegando ambas manos a su cara — me descontrolé, siempre me pasa cuando tengo que hablar de ese desgraciado — solo recibió palmadas en su hombro como si no fuera problema alguno.

— me enviaron aquí por la sospecha de una luna — eso la hizo reaccionar al momento tomando por los hombros al frágil chico que tenía al frente.

— ¿En serio? — asintió para que comenzara a soltarlo prestándole la mayor atención.

— la familia Inugōrudo se endeudó completamente con los Inhokata para intentar curar a su hijo y a raíz de eso se llevaron a dos miembros dejando solamente al padre porque el hijo acabó muriendo, la hija y esposa del hombre también acabaron muertas por lo que el padre se suicidó pero jamás se encontró su cuerpo — al escuchar la historia Miko no hizo más que relajar su respiración.

— si crees que es el padre de la familia Inugōrudo entonces sin dudas no es a quién busco, esa persona es un cerdo despreciable que solo se preocupa por si mismo y mata por la simple razón de hacerlo, además el demonio de aquí buscaría únicamente venganza contra esa otra familia — entendió su punto además de sorprenderse de lo rápido que entendió y sacó una conclusión.

— en una mañana dejó inconciente a una persona en el Dojo Inugōrudo pero cuándo fui a la noche no apareció, temo que hay algo de lo que no estoy al tanto para encontrarlo — por sí mismo no era capaz de encontrar alguna pista sobre como encontrarlo.

— ¿Si le preguntas a la persona que dejó inconciente? — su expresión cambió a una fastidiada al recordar que la opción más sencilla era esa y no le gustaba mucho.

— dijo que solo me lo dirá si le pagaba la fianza de prisión, fue atrapado por intentó de robo a una asienda reconocida — ella lo miró ligeramente extrañada al sentir que de alguna manera no quería pagar o sacarlo.