Capítulo 13

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El sol caía dejando que todo comenzará a oscurecerse siendo iluminado con la luna que no tardó en hacerse presente sobre unos jóvenes que se encontraban debajo de algunos árboles descansado junto a sus cuervos excepto uno el cual era el mayor intentando hacer fuego con unos palos sobre tablones un poco húmedos.

Tras varios minutos en los cuales el de cabello corto de dejaba de mover sus manos evitando a toda quedar mal ante madera húmeda hizo que el menor tenga que ayudarlo juntando unas cuantas yerbas secas dejándolas a un lado de su compañero, los cuervos no hacían nada más que mirar como aquel individuo no era capaz de superar a su versión primitiva.

— Haitatsu no te lo quería decir pero...¿No crees que sea mala idea hacer una fogata? Las nubes se veían bastante oscuras durante el día — no se sentía bien arruinando todo el empeño que le estaba dando pero era lo mejor para él.

— claro que no, esas nubes posiblemente se contengan hasta mañana siendo una tormenta gigantesca pero no lloverá ahora — parecía bastante seguro de sus palabras, como siempre realmente.

— tus predicciones nunca fueron muy beneficiosas para nosotros, tal vez lo mejor sea encontrar algún lugar para no mojarnos durante la lluvia — aún en plena noche podían notarse aquellas nubes de las que hablaba con anteriodidad.

— iré a buscar — el cuervo completamente oscuro comenzó a alejarse aleteando sus alas entre los árboles.

— no hace falta, ya verán como no lloverá hasta mañana. ¿Pueden confiar un poco en mí? — cada vez movía sus manos con más fuerza intentando crear una simple llama.

Tras unos minutos de mucho esfuerzo sintiendo sus manos ya cansadas pudo observarse un pequeño brillo sobre los tablones comenzando a esparcirse poco a poco una pequeña llama pero como si el cielo tan solo quisiera dejarlo mal pudo oírse un relámpago caer siendo el inicio de una repentina lluvia que no dudó en acabar con todo el esfuerzo del mayor dejando tan solo una diminuta estela de humo simbolizando todo el empeño de una persona.

— creo que esto es más deprimente que la vida de una mariposa — bajó sus brazos totalmente rendido mientras las gotas incesantes de agua caían sobre su cabeza.

Intentaron resguardarse bajo los árboles pero fue cuestión de tiempo para el agua llegara a ellos hasta que fueron encontrados por Rakki que los guió hasta una pequeña cueva que había encontrado, como si fuese la única salvación entraron a toda prisa entrenando en ese espacio el cual tenía un agujero en la parte superior dejando entrar la luz la cual era poca junto a la lluvia pero no llegaba a ellos.

— ¡Que mala suerte! Por qué esperó a que prendiera la fogata para que comience a llover — se sentía un poco frustrado ante aquella injusticia que había sufrido.

— por aquí dentro hay unos cuantos palos y hierba seca así que podríamos hacer otra fogata — comenzó a tomar aquellos elementos dichos para juntarlos en el suelo.

— hazlo tú, aún tengo cansadas las manos de hacer la anterior — se sentó sobre unas grandes rocas que habían allí para descansar.

Tras pensar unos minutos decidió tomar la espada oxidada de su cintura para comenzar a rasparlo con una roca dejando caer las chispas sobre las hierbas y la madera comenzando poco a poco después de varios minutos repitiendo la misma acción creando una diminuta llama que tardaba en esparcirse.

— ¿Podías hacer eso? Y me dejaste estar media hora intentando prender una fogata con un palo — también estaba la posibilidad que él lo haga pero no quería desafilar y dañar su espada.

— parecías bastante decidido — se rió ante la reacción de su compañero que tenía una pequeña necesidad de golpearlo.

Antes de que el menor pudiera hablar comenzó a toser de manera desenfrenada tapándose usando su propia mano, en un principio se podía pensar que tragó mal la saliva pero los ruidos que realizaba eran cada vez más tosco ganándose la atención del contrario.

Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora