Capítulo 24

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Se encontraban en una pequeña casa en el interior de la sala principal sentados uno frente al otro, aquella persona parecía bastante concentrada en ver cada detalle del haori de Tomoe quién estaba ligeramente incomodo, luego de unos minutos mostró una sonrisa bastante perceptible.

— sus detalles en blanco son horribles, no tienen ningún sentido más que estar allí así que sin duda el que tenía él — un tic se hizo presente en la deja del pálido chico que no pudo evitar sentirse mínimamente ofendido.

— ¿Lo hizo él? — tocó aquella tela con sumo cuidado notando esos detalles, nunca quiso decirlo pero realmente eran tan aleatorios que no tenían sentido.

— no era un regalo de quién supongo que era tú madre — se sorprendió ante lo dicho, antes de que conozca a Mutsikoto él ya tenía ese haori, eso solo podía significar una cosa.

— ¿Mí madre de sangre? — solo le había hablado una vez sobre ella, era un caso que jamás se atrevió a tocar hasta ese día.

— la heredera principal de la familia Yoshimori y tan frágil como el cristal, junto a tú padre ambos éramos ciervos de su familia — lo miró con desconfianza debido a que aquello debió pasar hace mucho incluso antes de que él naciera, esa persona parecía demasiado joven para que realmente fuera compañero de su padre.

— pareces demasiado joven, ¿Eras un niño cuando trabajabas para esa familia? — su contrario solo mostró una sonrisa confiada al respecto incluso orgullosa.

— me cuido bastante bien, que digas tal cosa me alaba — aquel de los ojos azules mostró una cara indiferente hacía quién suponía que era mayor.

— ¿Cómo es que mí padres acabaron relacionados si una es heredera principal de la familia y el otro un siervo de esta misma? — entrelazó ambas piernas demostrando interés en ese pequeño aspecto, la otra persona comenzó a estirar sus brazos hasta el límite.

— un día tú madre Kiritākoizu Yoshimori escapó de la mansión sin que nadie se diera cuenta, cuándo se enteraron enviaron a todos los que trabajan para ellos a buscarla, Heimin tenía un excelente oído por lo que rastrearla no le fue difícil pero jamás me dijo que sucedió ni tampoco si la convenció o la llevó a la fuerza, no era un tipo de muchas palabras — el menor asintió entendiendo eso con los recuerdos que tiene sobre él en su cabeza — luego de ese día ella exigió que él se convierta en su ciervo personal, a pesar de que le pregunté que hizo esa noche jamás me respondió, ella comenzó a escaparse a diario y él la traía de vuelta, era casi una costumbre entre ellos dos. Un día se anunció que estaba embarazada y tardaron meses en descubrir quién era el padre — bajó la cabeza levemente al imaginarse lo que debía ser que una familia millonaria tenga a su heredera principal embarazada por alguien de clase baja.

— ¿Lo mantuvieron en secreto? — podía ser un poco tonto pero se sentía mal por ser realmente una molestía antes de poder nacer.

— solo unos meses, Heimin dió la cara y desveló la relación que tenía con la única hija de la familia, ellos decidieron que cuando nazca el bebé que resultaron ser gemelos pero uno murió, él sería alejado totalmente de ella y su hijo pero ese día fue bastante trágico — su tono se fue apagando poco a poco demostrando que incluso para alguien como él fue un día malo.

— ella murió — el mayor asintió confirmando lo que al parecer el chico ya sabía.

— pero no fue lo único, inesperadamente la familia sufrió un ataque de unas criaturas salvajes que resistían los ataques de los guardias, recuerdo a uno que tenía un cabello gris junto a unos ojos extraños cómo un arcoiris con el número dos en ambos ojos — Tomoe se sorprendió enormemente porque aquello lo había tomando totalmente por sorpresa.

Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora